Elecciones en la RDC: entre libertad y violencia
Para su desgracia hist¨®rica, el pa¨ªs ha sido bendecido con grandes riquezas, y hoy el neopatrimonialismo y los grupos armados controlan estos recursos, animados por intereses extranjeros
La celebraci¨®n de elecciones en la actual Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo (RDC) parece no llegar nunca. Cuando al fin parec¨ªa que el rumbo y la suerte del pa¨ªs iban a cambiar el pasado 23 de diciembre, la Comission ?lectorale Nationale Ind¨¦pendante (CENI) anunci¨® que por motivos t¨¦cnicos y de log¨ªstica las elecciones se aplazaban a este 30 de diciembre.
Hay que recordar que la llamada a las urnas en la actual RDC podr¨ªa poner fin al c¨ªrculo virtuoso de violencia y saqueo y a la situaci¨®n de desamparo de la poblaci¨®n. En t¨¦rminos generales, este territorio es el claro ejemplo de la ant¨ªtesis, d¨®nde se producen el encuentro entre la riqueza extrema y la pobreza a l¨ªmites insospechados.
Cuando la situaci¨®n parec¨ªa asentarse para la celebraci¨®n de los comicios, la RDC se ve nuevamente acusada y obligada a expulsar y declarar persona no grata a Bart Ouvry, diplom¨¢tico belga y embajador de la Uni¨®n Europea en el pa¨ªs. Ouvry conden¨® de nuevo, en este contexto de inestabilidad electoral, las acciones de 14 oficiales del r¨¦gimen congole?o por la violaci¨®n de los derechos humanos en el pa¨ªs. Se le dio un margen de 48 horas para abandonar el territorio.
En esta situaci¨®n de violencia interna y tensi¨®n diplom¨¢tica, una parte de la oposici¨®n llam¨® a la poblaci¨®n a una huelga general el 28 de diciembre, sin que ello pusiera en riesgo la celebraci¨®n de elecciones este domingo. Pero la inestabilidad, violencia e inseguridad sanitaria en relaci¨®n con la epidemia de ¨¦bola han hecho que las elecciones hayan quedado aplazadas hasta el mes de marzo en las regiones afectadas. Esta decisi¨®n deja espacio a la duda y a la falta de transparencia, pues el aplazamiento no se ha extendido a todas las provincias que viven en un ambiente de violencia continuo, adem¨¢s el problema se plantea cuando la toma de posesi¨®n estaba planeada para el 18 de enero de 2019, y sin tener en cuenta los votos de las regiones en las que las elecciones han sido aplazadas hasta marzo. La epidemia, adem¨¢s, lleva presente, con algunos brotes, desde hace algunos meses. Ser¨ªan, aproximadamente, un mill¨®n menos de votos de Beni, Butembo y Yumbi. Adem¨¢s, se prev¨¦ reducir el n¨²mero de colegios electorales en Kinshasa. Todo este desorden electoral en un pa¨ªs que en extensi¨®n se equipara al continente europeo.
Estos hechos y decisiones, nos dar¨ªan a entender que la no celebraci¨®n de elecciones est¨¢n alimentando los intereses, todav¨ªa, en el poder. En muchas ocasiones, la paradoja de la maldici¨®n de los recursos entra en batalla junto a un discurso vac¨ªo, dando por hecho que el Estado fallido parte principalmente de las riquezas naturales, obviando la existencia de una entramada neopatrimonialista sin escr¨²pulos. Para su desgracia hist¨®rica, este pa¨ªs ha sido bendecido con grandes riquezas, lo cual ha hecho que se convierta en unas tierras d¨®nde el neopatrimonialismo y los grupos armados controlan los recursos, todo esto animado por intereses extranjeros. Podr¨ªamos decir tambi¨¦n que la creaci¨®n de la CENI alimenta la entramada virtuosa de violencia, saqueo y patrimonialismo en un pa¨ªs que lleva la democracia en su nombre.
La maldici¨®n de los recursos no es m¨¢s que un clich¨¦ y el sin¨®nimo indeseado entre el encuentro de la abundancia y la existencia de una ¨¦lite pol¨ªtica depredadora. La RDC se encuentra a la cola de la lista del ?ndice de Desarrollo Humano (IDH) con una valoraci¨®n inferior a 0,5 y con una media de esperanza de vida de 60 a?os. Podemos decir que es un pa¨ªs con grandes desigualdades, d¨®nde los recursos naturales son explotados, la poblaci¨®n local saqueada y maltratada y la clase pol¨ªtica asentada en un sistema apoyado por el atractivo de su fortuna.
Aunque la constituci¨®n congole?a de 2006 reconoce este Estado como independiente y soberano; unido e indivisible; social y dem¨®crata, en la pr¨¢ctica no se aplica la constituci¨®n, y no solo eso sino que tambi¨¦n se violan los derechos humanos. El establecimiento de empresas extranjeras con el apoyo de un poder pol¨ªtico congole?o y pro-occidental, junto al inter¨¦s personal de la cabeza del sistema patrimonialista y la existencia de grupos armados, echan abajo la idea de paz, sociedad y democracia. No olvidemos que el 30 de junio de este a?o celebr¨¢bamos el 58 aniversario de independencia fallida de este territorio d¨®nde la situaci¨®n es realmente preocupante.
En los ¨²ltimos meses, este pa¨ªs est¨¢ viviendo uno de los acontecimientos pol¨ªticos m¨¢s importantes que marcar¨¢n un cap¨ªtulo m¨¢s en su historia. La celebraci¨®n de elecciones es una oportunidad necesaria para romper con las cuerdas del pro occidentalismo y neopatrimonialismo, pues ello podr¨ªa ser el fin del saqueo y el punto de partida del panafricanismo, la igualdad y la libertad. ?Deber¨ªa Kabila dimitir para que se puedan celebrar unas elecciones transparentes? ?Ser¨¢ ma?ana 30 de diciembre el principio de la libertad y el fin del neopatrimonialismo? Mientras esperamos la llegada de las elecciones, los congole?os se posicionan en contra el poder, reclamando en las calles la celebraci¨®n de unas elecciones dignas, democr¨¢ticas y honestas.
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