Bolsonaro y el futuro del pluralismo
?Es la democracia pluralista un accidente hist¨®rico, o un equilibrio que resistir¨¢ los embates populistas?
Empez¨® 2019 y a las pocas horas Bolsonaro ya era oficialmente presidente de Brasil. El evento nos ofreci¨® el marco perfecto para formular la pregunta clave del a?o que empieza: ?es la democracia pluralista un accidente hist¨®rico, o un equilibrio que resistir¨¢ los embates populistas?
Invita a ser pesimista el creciente n¨²mero de pa¨ªses en los cuales un sector de la poblaci¨®n con suficiente poder y la intenci¨®n de conservarlo ha ido desmontando las instituciones que serv¨ªan como salvaguarda del equilibrio. Una lista no exhaustiva incluir¨ªa Filipinas, Rusia, Turqu¨ªa, Hungr¨ªa, Polonia, Venezuela, Nicaragua. Pero la competici¨®n se ha mantenido en otros lugares: Ecuador, Argentina, EE?UU, Reino Unido, Austria o Grecia son todos ellos lugares donde proyectos iliberales se han plegado al peso del conflicto estable y de la consecuente alternancia.
?De qu¨¦ lado caer¨¢ Brasil? ?Y M¨¦xico, donde AMLO bascula entre el pragmatismo y la tentaci¨®n de una hegemon¨ªa partidista que recuerda demasiado al PRI que domin¨® el pa¨ªs durante la mayor parte del siglo XX? ?Qu¨¦ suceder¨¢ en excepciones que dejan de serlo, como Espa?a, donde 2019 terminar¨¢ con un partido de extrema derecha con plataforma consolidada?
Es probable que no haya una respuesta ¨²nica para todos estos lugares. Sabemos, por ejemplo, que los cordones sanitarios, las alianzas propluralistas, solidifican un bloque dispuesto a defender las instituciones pero al mismo tiempo refuerzan y alimentan los argumentos antiestablishment. El colaboracionismo de pluralistas y populistas, por el contrario, exigen soluciones a quien creci¨® gracias a un discurso de enmienda a la totalidad. Le demandan la toma de decisiones, el cumplir con las expectativas creadas. A Bolsonaro, por ejemplo, se le pasar¨¢n las cuentas a final de a?o, y lo m¨¢s probable es que no cuadren. Lo mismo pasar¨¢ con AMLO. Como tampoco le cuadran a los adalides liberales, por cierto: v¨¦ase el caso de Macron en Francia. Sin embargo, dar poder a un grupo que aspira a no cederlo jam¨¢s tiene el evidente problema de que tal vez lo consiga.
En otras palabras: no hay estrategias sencillas, que sirvan para cualquier ocasi¨®n y circunstancia. La consecuencia es que la esperanza del pluralismo, en Brasil y en el mundo entero, reside en que siempre haya alguien dispuesto a quitarle poder a quien lo tenga en ese momento. El conflicto permanente y fragmentado, maldici¨®n ineludible de cualquier sociedad humana, es tambi¨¦n la ¨²nica garant¨ªa de su ¨¦xito. @jorgegalindo
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