Del 'benching' al 'cushioning': ocho t¨¦rminos que los 'millennials' usan en la intimidad
En los romances en tiempos de las redes sociales a cada cosa se la llama por su nombre. Por supuesto, en ingl¨¦s
Cada generaci¨®n tiene su jerga. Decir "finstro", "guay del Paraguay" o "ser m¨¢s majo que las pesetas delata cierta edad". Los 'millennials' marcan distancias con las generaciones precedentes con neologismos reci¨¦n salidos del horno del lenguaje coloquial anglosaj¨®n. Y, ojo, que las relaciones sociales ya no son solo cosa de dos: las redes sociales son escenario y actor en muchas de ellas. All¨ª tambi¨¦n se flirtea, se ponen los cuernos, se da la callada por respuesta o se hace la cobra. Estos son algunos de los t¨¦rminos m¨¢s usados por los j¨®venes para describir distintas situaciones que ocurren en las relaciones de pareja.
Es eso de hoy estoy contigo a partir un pi?¨®n y ma?ana no doy se?ales de vida. Ni ma?ana, ni pasado, ni nunca m¨¢s. As¨ª, sin m¨¢s explicaci¨®n. Los millennials no han inventado una de las formas m¨¢s cobardes de zanjar una relaci¨®n, pero s¨ª le han puesto nombre: ghosting (del ingl¨¦s ghost, fantasma).
Ahora te mandan un whatsapp, lo lees para que el contrario sepa que est¨¢s ah¨ª por el doble check, pero no respondes. Incluso lo lees sin abrir la aplicaci¨®n para que el otro no sepa que lo has le¨ªdo. Te esfumas, te conviertes en un fantasma que deja de responder. ?Y qu¨¦ tal lo de llamar por tel¨¦fono para que tenga la decencia de cortar de viva voz? Por todos los dioses, los millennials no llaman por tel¨¦fono. Lo de marcar un n¨²mero y hablar es cosa de baby boomers.
En rom¨¢n palad¨ªn: rondar a tu ex de hace tiempo porque ahora no te comes un col¨ªn es hacer el zombie. Nada nuevo bajo el sol, solo que ahora la estrategia se simplifica al m¨¢ximo: antes no quedaba otra que esperar en la puerta de la oficina del contrario, hacerse el encontradizo con cualquier excusa peregrina para ver si colaba y hab¨ªa plan. Ahora, se soluciona enviando un whatsapp del tipo "Hola, ?cu¨¢nto tiempo sin hablar! ?Te apuntas a un concierto este s¨¢bado?".
No hace falta ser un genio para saber que estos seres del inframundo no duran mucho en el mundo de los vivos. Son pan para hoy y mucha hambre (y quiz¨¢s l¨¢grimas) para ma?ana. Desaparecer¨¢n en cuanto tengan mejor plan. As¨ª que lo mejor es no hacerse ilusiones.
Existe una cala?a a¨²n peor que los del ghosting. Son los del curving, una mezcla entre indecisi¨®n y el "no lo tires, que nunca se sabe si te har¨¢ falta". Como su nombre indica, es hacer curvas, requiebros o cobras, pero en el ¨¢mbito digital.
Para entendernos, es ese rollete que tarda en responder a los whatsapps unos d¨ªas o semanas y pone alguna excusa ramplona del tipo "he tenido mucho l¨ªo en el curro". Aparentemente no se cierra a retomar la relaci¨®n, pero, cada vez que le insistas en quedar, volver¨¢ a dar largas.
Literalmente significa chupar banquillo. En otras ¨¦pocas, se usaba lo de "ser el pa?o de l¨¢grimas" de ese amigo o ex que siempre pasa por boxes cuando una relaci¨®n le fracasa. Son como el perro del hortelano: ni comen, ni dejan comer. Son esos ex que llaman llorando a las tres de la madrugada, quiz¨¢s con alguna copa de m¨¢s y jurando que eres su media naranja despu¨¦s de que su pareja le haya mandado a paseo. Los que se plantan en tu casa "casualmente" en ese puente en que todos sus amigos se han ido de la ciudad y que te piden guerra cuando no tienen mejor opci¨®n. Entrar en el juego del benching es asumir un papel de secundario espor¨¢dico de por vida.
Un s¨ª es, no es, ahora te ignoro, pero te doy pistas para que sepas que te sigo de cerca, ali?ado con redes sociales. Hace dos d¨¦cadas era ese o esa amante que, sin previo aviso, pasaba de cogerte el tel¨¦fono, pero que no dudaba en preguntar a tu entorno qu¨¦ tal te iba. Hoy hacer orbiting (u orbitar) es pasar ampliamente de responder al Whatsapp o (peor a¨²n) bloquearte en esa aplicaci¨®n, pero re¨ªrte las gracias en las redes sociales abiertas (Twitter o Instagram), d¨¢ndote likes o retuiteando v¨ªdeos graciosos.
Un concepto ya algo viejuno: el intercambio de mensajes de texto de alto voltaje que terminan con la masturbaci¨®n de ambos tortolitos, pero cada uno en su casa, con una mano en el teclado y la otra en el fragor genital. El efecto es similar al del env¨ªo de cartas de amor por correo ordinario de anta?o, pero con la inmediatez de Internet.
Tu relaci¨®n hace aguas y ya andas tanteando el mercado. Pides los m¨®viles o sigues de pronto en redes a posibles nuevos amores, das muchos likes a posibles candidatos para sustituir a tu pareja actual, haces un poco de sexting, pones comentarios con dobles intenciones¡ Incluso te permites escarceos de verdad en el mundo real. Todo sin haber cortado con tu pareja actual.
Como su propio nombre indica, hablamos de amortiguaci¨®n. Es decir, cubrirse las espaldas para volver al mundo de la solter¨ªa. Antes se hablaba de volver al mercado o solapar relaciones. Lo de la amortiguaci¨®n, asum¨¢moslo, suena mejor.
Es esa peligrosa "zona de amigos" donde uno quiere pasar a mayores y el otro responde con un "me gustas, pero solo como amigo". En el escalaf¨®n sentimental, uno de los mayores batacazos que cualquier humano puede sufrir en sus propias carnes.