¡°?Qu¨¦ es ¡®un¡¯ Internet?¡±. Los delirantes intentos para explicar hace 25 a?os el nacimiento de la Red
?Todo el conocimiento humano e infinitas posibilidades de comunicaci¨®n a trav¨¦s de la pantalla de un ordenador? No fue tan f¨¢cil para una generaci¨®n anal¨®gica entender, a mediados de los noventa, c¨®mo el mundo estaba a punto de cambiar
A?o 1985. Un anuncio de Telef¨®nica (hoy Movistar) que comienza con un plano del espacio, una m¨²sica ¨¦pica y una voz masculina en off (la influencia de Carl Sagan y su serie Cosmos, estrenada pocos a?os antes, es indudable) lanza un misterioso mensaje: ¡°Durante los pr¨®ximos 15 a?os, algo maravilloso va a ocurrir. Ma?ana el hilo del tel¨¦fono convertir¨¢ la voz en luz, la luz en imagen, informaci¨®n, calidad de vida. Acercar¨¢ culturas y ampliar¨¢ la nuestra. Quedan 15 a?os y no podemos dejarlos pasar. [¡] Durante los pr¨®ximos 15 a?os alrededor del tel¨¦fono algo maravilloso va a ocurrir. Telef¨®nica. Faltan 15 a?os para el a?o 2000¡±.
Fue, probablemente, la primera vez que el gran p¨²blico espa?ol ten¨ªa una pista de lo que se le ven¨ªa encima con Internet. Algo hab¨ªamos o¨ªdo, s¨ª: sab¨ªamos que los militares se comunicaban por medio de insondables ordenadores y en el cine ya hab¨ªamos visto a mucha gente complicarse la vida a trav¨¦s de un ordenador (por ejemplo en Juegos de guerra, de 1983). Pero la mayor parte del p¨²blico se lo hab¨ªa tomado como un exotismo propio de Hollywood que nunca llegar¨ªa a nuestro salones.
"Vi que Internet me gustaba mucho. Puedo hablar con cualquier persona del mundo y buscar informaci¨®n de cualquier cosa. Se aprende mucho con las p¨¢ginas web"
Un ni?o de 13 a?os en 1996
Lleg¨®. En 1989 un tipo llamado Tim Berners-Lee desarroll¨® la World Wide Web (WWW) mientras trabajaba en el CERN (Organizaci¨®n Europea para la Investigaci¨®n Nuclear, en Su¨ªza). Berners-Lee, hoy de 63 a?os y caballero de la Orden del Imperio Brit¨¢nico, tambi¨¦n cre¨® el lenguaje HTML, el protocolo HTTP y las URL (o sea, las direcciones web). La WWW estaba concebida para compartir informaci¨®n y proyectos entre cient¨ªficos y universidades de todo el mundo, pero cinco a?os despu¨¦s, en 1994, el CERN puso el software de la WWW a dominio p¨²blico. Con esta herramienta al alcance de cualquier programador, nac¨ªa Internet tal y como lo conocemos hoy. Es probable que Berners-Lee fuese multimillonario si hubiese optado por cobrar por sus m¨²ltiples licencias. A cambio de eso, es enormemente querido.
Pero aqu¨ª llegaba lo complicado: Internet era algo que los inform¨¢ticos e interesados por la tecnolog¨ªa ya conoc¨ªan o de lo que al menos hab¨ªan o¨ªdo hablar. ?Pero c¨®mo explicar al p¨²blico general una nueva herramienta que iba a cambiar las reglas del juego en la comunicaci¨®n, las relaciones sociales, los negocios y la cultura?
Un v¨ªdeo de 1994 perteneciente al programa estadounidense Today, magazine matinal que la cadena NBC emite diariamente desde 1952, se ha hecho especialmente popular en a?os recientes por un segmento en el que tres de sus presentadores (incluida la hoy enormemente popular Katie Couric) intentaban explicar qu¨¦ era una arroba y qu¨¦ era Internet. El di¨¢logo incluye partes tan jugosas como la siguiente:
Bryant Gumbel: Ese s¨ªmbolo con una a y una especie de anillo alrededor¡
Invitada: ?Una arroba?
O esta otra:
Bryant Gumbel: ?Pero qu¨¦ es el Internet, en cualquier caso?
Katie Couric: Internet es¡ esa red enorme de ordenadores, una que se est¨¢ expandiendo much¨ªsimo ahora¡
Un miembro del equipo que opina a lo lejos: Es una red de ordenadores gigantesca¡
Invitada: ?Es como un letrero en el ordenador?
Un miembro del equipo que opina a lo lejos: Es como un letrero en el ordenador, pero a nivel nacional. Son muchas universidades que se han unido¡
Bryant Gumbel: ¡y otros pueden acceder a ¨¦l¡
Un miembro del equipo que opina a lo lejos: Y est¨¢ haci¨¦ndose m¨¢s y m¨¢s grande¡
Invitada: Fue realmente ¨²til durante el terremoto porque mucha gente pudo comunicar a sus seres queridos que estaba bien cuando las l¨ªneas de tel¨¦fono estaban cortadas.
Katie Couric: ?Pero no necesitas un tel¨¦fono para acceder a eso?
Invitada: No, no.
La periodista Katie Couric tambi¨¦n es la protagonista de otra recopilaci¨®n en la que dice frases tan prof¨¦ticas como: ¡°Tengo miedo de que si me suscribo a Internet me enganchar¨¦ y no volver¨¦ a pasar tiempo con mi familia¡±. En un programa posterior, Couric parece haber tomado la decisi¨®n y suelta otra perla propia de Nostradamus: ¡°He decidido no formar parte de Internet, porque creo que estamos inundados con informaci¨®n todo el tiempo, ?no quiero m¨¢s! ?Nunca hab¨¦is sentido que es un bombardeo constante?¡±. Era, recordemos, 1994.
En otro programa estadounidense en el que se trata el tema el mismo a?o, en este caso de la PBS (la televisi¨®n p¨²blica), el presentador pregunta a un invitado del p¨²blico: ¡°Antes de nada, d¨ªganos: ?qu¨¦ es un Internet?¡±. Y tras una explicaci¨®n, pregunta: ¡°?Y todo el mundo en nuestro pa¨ªs estar¨¢ de alg¨²n modo enganchado al Internet en los pr¨®ximos cinco, diez o quince a?os?¡±.
La televisi¨®n espa?ola empez¨® a hablar de la explosi¨®n de Internet en el hogar en 1996. En abril de ese a?o RTVE emiti¨® un reportaje sobre esta nueva tecnolog¨ªa. Solo tres millones de espa?oles ten¨ªan por aquel entonces un ordenador en casa y una cantidad ni tan siquiera simb¨®lica contaba con un m¨®dem. Sin embargo, desde ese programa ya avanzaban lo que iba a ser posible para los que se conectasen a las "autopistas de la informaci¨®n" (como nos gustaba un s¨ªmil con las infraestructuras viales): "Trabajar desde casa conectados al ordenador del trabajo, consultar cualquier tipo de informaci¨®n sin necesidad de comprar libros y gastar papel, hacer la compra sin salir de casa... ?as¨ª ser¨¢ el futuro inmediato!", anunciaba una entusiasta voz en off.
De los entrevistados en aquel reportaje, el que se muestra como un usuario m¨¢s avezado de la nueva tecnolog¨ªa es Rub¨¦n, un ni?o de 13 a?os: "Mi padre me ense?¨®, me interes¨®, consegu¨ª una cuenta y vi que Internet me gustaba mucho. Puedo hablar con cualquier persona del mundo y buscar informaci¨®n de cualquier cosa. Se aprende mucho con las p¨¢ginas web".
Otra estudiante de inform¨¢tica ya dej¨® ver en el mismo reportaje lo que iba a hacer Internet con nuestras identidades y atisb¨® la llegada de los trolls. "El ordenador te ofrece el anonimato, puedes ser t¨² realmente como eres y no como eres normalmente en tu vida diaria".
Muy poco despu¨¦s, el 4 de mayo de 1996, EL PA?S inauguraba su edici¨®n electr¨®nica, esa que est¨¢s leyendo ahora, en una versi¨®n todav¨ªa en pruebas. "Las p¨¢ginas de EL PA?S Digital podr¨¢n no solo leerse, sino tambi¨¦n cargarse en la memoria de su ordenador o imprimirse si se dispone de una impresora adecuada", se le¨ªa en una noticia en la edici¨®n impresa del 3 de mayo. En otra p¨¢gina del mismo ejemplar se informaba de que el lector que quisiera leer EL PA?S en l¨ªnea necesitar¨ªa "un ordenador personal, un m¨®dem de comunicaciones y un rat¨®n para hacer posible la navegaci¨®n".
La relectura y revisi¨®n de todos estos consejos y debates sobre aquel Internet rudimentario nos da ternura hoy, pero pensar en el futuro da v¨¦rtigo: ?c¨®mo ser¨¢ dentro de 20 a?os un art¨ªculo similar a este titulado: 'As¨ª usaban Internet en 2019'? Seg¨²n la BBC, usted no buscar¨¢ ese art¨ªculo, sino que ese art¨ªculo le buscar¨¢ a usted. Para aquel entonces, el big data nos conocer¨¢ mejor que nosotros mismos.
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