Hablar con la boca llena
Cuando la valoraci¨®n de la oferta de un restaurante se reduce a buena o mala, me gusta o no me gusta, queda patente ese aforismo que sentencia que ¡°a un lenguaje limitado le escolta un pensamiento limitado¡±.
Hablar con la boca llena siempre se ha considerado de mala educaci¨®n. M¨¢s all¨¢ del poco atractivo que ofrece saberse dentro del per¨ªmetro de alcance de un salivazo, tratar de comer y conversar al mismo tiempo esconde un potencial atragantamiento que, en su versi¨®n m¨¢s extrema, puede concluir en alguna de las 1.400 muertes por ahogamiento que se producen anualmente en Espa?a. Si alguien siente la debilidad de suponer que la naturaleza sanciona el mal gusto, que vaya neutralizando la tentaci¨®n de establecer ese v¨ªncu?lo causal porque el motivo se debe a una simple cuesti¨®n de dise?o biol¨®gico. Nuestra laringe, situada bastante m¨¢s abajo de lo que est¨¢n las de otros primates, posibilita que los alimentos, en vez de irse de la boca a la faringe y luego al es¨®fago, pasen a esta, lo que puede desencadenar asfixia y hasta un fatal desenlace. Pero este fallo del sistema encubre una de las garant¨ªas de futuro m¨¢s extraordinarias de nuestra especie: proporciona una cavidad de resonancia capaz de generar un gran n¨²mero de sonidos. Pero lo m¨¢s fascinante de todo esto se da en el hecho de que esta transformaci¨®n fisiol¨®gica del aparato fonador vino acompa?ada de un desarrollo neurol¨®gico lo suficientemente eficaz como para poder elaborar y comprender la estructuraci¨®n del lenguaje.
Los expertos consideran que ambas capacidades, la de producir sonidos y la de asociarlos a conceptos, discurrieron en paralelo. Uno de los dichos m¨¢s antiguos de la cultura vasca afirma que ¡°todo lo que tiene nombre existe¡±, y, ciertamente, al asignar una palabra a algo se le dota de significaci¨®n. De alguna forma, el mundo se dibuja en la mente al ser pronunciado.
Y en estos tiempos en que las disciplinas se polinizan unas a otras, la cocina se enriquece desde otras ¨¢reas del conocimiento que la describen y ayudan a manifestarse con nuevas expresiones. Quiz¨¢ por ello no deja de ser curioso que esta fertilidad venga emparejada a la era de la comunicaci¨®n menguada de las redes sociales. Y aqu¨ª una reflexi¨®n: cuando el acercamiento a la propuesta de un restaurante se reduce a bueno o malo, me gusta o no me gusta, soberbio, espectacular, ¨²nico o sublime, as¨ª como a la ambig¨¹edad de calificaciones como sabores profundos o perfectamente ejecutado, el caudal de posibilidades que presenta la complejidad contempor¨¢nea se desmantela, adem¨¢s de quedar patente ese aforismo que viene a sentenciar que ¡°a un lenguaje limitado le escolta un pensamiento limitado¡±.
No hace falta ser muy h¨¢bil para intuir que cuando una propuesta culinaria se desnuda de palabras y relatos, se transforma en mera materia. Y si lo que se pretende es proyectar hacia el futuro un acercamiento a la gastronom¨ªa realizado desde lo elemental, se puede llegar a dar la paradoja de que ma?ana exista m¨¢s diversidad en el vocabulario utilizado por un ingeniero en una f¨¢brica de neum¨¢ticos que la empleada por alguien que eval¨²a un plato. Por ello hay que reivindicar la heterogeneidad de la cocina de las ideas, po¨¦tica y desafiante, as¨ª como su sentido e ideario. Sobre todo porque los principios desde los que se eval¨²e la cocina ajustar¨¢n, determinar¨¢n y diagnosticar¨¢n los grandes o mermados fundamentos que construyan nuestra relaci¨®n con la comida. As¨ª, dicho con la boca llena.
Pastel de chocolate y crema de ¡®mascarpone¡¯
Ingredientes
Para 4 personas
Para el pastel de chocolate
- 120 gramos de huevo l¨ªquido
- 60 gramos de az¨²car glas
- 110 gramos de mantequilla
- 75 gramos de chocolate 70%
- 40 gramos de harina
- 180 mililitros de nata
- 2 gramos de sal
Para la mousse de mascarpone
- 30 gramos de huevo l¨ªquido
- 30 gramos de az¨²car
- 75 mililitros de nata
- 100 gramos de mascarpone
Instrucciones
1. El pastel de chocolate
Colocar el chocolate y la mantequilla en un bol tapado con papel transparente y derretir sin que en ningún momento supere los 45 grados.
Poner en un bol de batidora eléctrica el huevo líquido junto con el azúcar glas. En la base de la batidora, colocar un recipiente con agua caliente para facilitar el montaje y comenzar a montar a toda potencia.
Por otro lado, montar en un bol la nata, la sal y la harina.
Una vez que el huevo esté bien montado en el primer bol, agregar la mezcla del chocolate y la mantequilla. Se debe añadir a chorro fino. Mezclar suavemente con una espátula sin incorporar aire. Sobre la nata, agregar parte de la mezcla de chocolate y huevo. Mezclar suavemente hasta que estén integradas y añadir esta mezcla sobre la anterior. Homogeneizar bien.
Poner en moldes individuales de tamaño medio, como el de una magdalena, y cocer a 96 grados durante 45 minutos a 10% de humedad.
6. La mousse de mascarpone
En un bol, mezclar el huevo, el mascarpone y el azúcar. Por otro lado, montar la nata y mezclar cuidadosamente con la pasta anterior. Reservar en la nevera.
7. Acabado y presentaci¨®n
Poner un trozo de pastel calientey a su lado un poco de la crema de mascarpone.
Aporte nutricional
El chocolate con 70% de cacao aporta unas 527 kilocalor¨ªas por cada 100 gramos de porci¨®n comestible. Se trata de un alimento que proporciona muchos nutrientes, entre los que destacan el f¨®sforo y el magnesio. 100 gramos de chocolate 70% aportan 35,8 gramos de grasas, de los cuales 22,8 son ¨¢cidos grasos saturados.
Origen
Los olmecas, en Am¨¦rica, pudieron ser los primeros en cultivar y hacer uso de la planta del cacao.
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