Este es el empresario que dise?a las m¨¢quinas de entrenamiento del Real Madrid y Madonna
Desde el Real Madrid hasta Ferrari, pasando por las oficinas de Apple y Google o las casas de Nadal y Madonna, este italiano ha colonizado con sus m¨¢quinas los mejores centros de entrenamiento del planeta
NERIO ALESSANDRI ten¨ªa 22 a?os cuando construy¨® su primera m¨¢quina de entrenamiento en el garaje de su casa en Cesena, al norte de Italia. Naci¨® en esta localidad de 96.000 habitantes, con canales y puentes a orillas del r¨ªo Savio. Todos aqu¨ª conocen hoy a este dise?ador industrial de 57 a?os y propietario de Tech?nogym, un sello que factura 500 millones de euros al a?o y es l¨ªder mundial del sector.
A las afueras de Cesena, Alessandri construy¨® en 2012 ¡°un sue?o hecho realidad¡±: Technogym Village. Un recinto de 150.000 metros cuadrados (como 30 campos de f¨²tbol) con un centro de investigaci¨®n donde se desarrollan nuevos prototipos de maquinaria deportiva. El enorme edificio de cristal y madera fue dise?ado por el arquitecto Antonio Citterio. La luz inunda cada rinc¨®n de este espacio en el que trabajan m¨¢s de 1.000 personas y se fabrican 100.000 aparatos al a?o. Desde modelos m¨¢s modestos donde una cinta de correr vale unos 3.000 euros hasta la l¨ªnea Citte?rio ¡ª creada por el dise?ador italiano¡ª donde supera los 10.000. Estos aparatos est¨¢n en los centros de entrenamiento de los mejores clubes, desde el Real Madrid hasta el equipo de f¨®rmula 1 de Ferrari. Est¨¢n presentes en las salas de ejercicio de compa?¨ªas como Facebook, Apple y Google. Y en 65.000 gimnasios y 200.000 hogares. En las paredes de esta sede central cuelgan fotos de clientes como Sylvester Stallone, Madonna y Nadal.
De ni?o, Alessandri pod¨ªa pasarse horas montando legos o jugando al f¨²tbol. Cuenta que por eso estudi¨® dise?o industrial y aplic¨® su conocimiento al deporte. ¡°Una tarde, con 22 a?os, estaba en el gimnasio y observ¨¦ c¨®mo un hombre forzaba la espalda haciendo flexiones con pesas. Decid¨ª crear una m¨¢quina que lo impidiese¡±. Se fue con un amigo a recorrer Estados Unidos ¡°porque era el ¨²nico lugar donde se empezaban a hacer aparatos de fitness¡±. Cogieron m¨¢s de 50 vuelos en un mes. A su regreso, pas¨® noches y fines de semana en su garaje desarrollando el primer prototipo de la Hack Squat. ¡°Cuando la termin¨¦, la llev¨¦ a un gimnasio de Cesena. Enseguida me pidieron m¨¢s y fund¨¦ Techno?gym. Mi mujer, Stefania, que entonces era mi novia, fue la modelo del primer anuncio que hicimos¡±, presume ense?ando una foto. Pronto abri¨® un taller, y luego otro y otro, hasta que el personal estaba repartido por toda la ciudad. ¡°Con la construcci¨®n de Technogym Village quer¨ªa reunir a todo mi equipo y generar un ambiente de trabajo acorde a mi filosof¨ªa de vida: mens sana in corpore sano¡±.
Basta un paseo por estas instalaciones para ver que todos comparten esa idea de bienestar de su presidente. En una sala, un grupo de colegas trajeados conversan en torno a una mesa con ordenadores. Parece una estampa normal, salvo por un detalle: est¨¢n sentados sobre pelotas negras. Son las wellness balls, dise?adas por Technogym para adoptar una mejor postura para la espalda. Aqu¨ª resulta complicado encontrar una silla o toparse con alguien que suba en ascensor. Para evitar tentaciones, en las puertas de los elevadores hay mensajes que invitan a usar la escalera. A la hora del almuerzo, los empleados cuelgan el mono de trabajo o el traje y desfilan por los pasillos enfundados en sus ropas deportivas. Se dirigen al gimnasio. Un enorme espacio semicircular con cristaleras del suelo al techo y zonas de cardio, pesas o actividades en grupo. E incluso en el comedor deben elegir entre el men¨² mediterr¨¢neo, org¨¢nico o vegetariano.
En alg¨²n lugar secreto de este edificio hay una sala sin ventanas a la que solo pueden acceder los 15 ingenieros responsables de crear las m¨¢quinas del futuro. Tardan hasta 18 meses en desarrollar un nuevo modelo. Dise?an cada pieza y una vez que el equipo de montaje construye el prototipo, este pasa a la sala de pruebas. Otro b¨²nker al que habitualmente no dejan entrar. En su interior hay un pasillo con escaparates. En cada uno, robots con forma de piernas y brazos met¨¢licos pedalean en una bicicleta o caminan sobre una el¨ªptica. ¡°As¨ª calculamos cada cu¨¢nto tiempo un cliente necesitar¨¢ repuestos de elementos que se desgastan, como la goma de una cinta de correr¡±. Fabrican todo en este cuartel general y solo bajo demanda. Desde aqu¨ª exportan el 90% de su producci¨®n a 100 pa¨ªses. All¨ª operan a trav¨¦s de 14 filiales, 79 vendedores externos y sus flagship stores. La ¨²ltima abri¨® este diciembre en Madrid, en la calle de Claudio Coello.
Sus aparatos cuentan con la m¨¢s alta tecnolog¨ªa e incluyen la Wellness cloud platform. Una nube donde quedan registrados los datos del usuario y sus marcas personales, y a la que se accede desde cualquier m¨¢quina Technogym del planeta. Una opci¨®n muy ¨²til para los deportistas de ¨¦lite que suelen trabajar con este sello. La compa?¨ªa ha sido proveedora oficial de siete Juegos Ol¨ªmpicos, incluidos dos de invierno, desde S¨ªdney 2000. Ese despliegue ¡ªconstruyen las instalaciones, env¨ªan m¨¢s de 1.000 m¨¢quinas y personal para su mantenimiento¡ª permite a la empresa trabajar con los mejores atletas del mundo. ¡°Estamos en contacto con los 10.000 que participan. Nos dan su feedback sobre nuestros productos y gracias a eso hemos desarrollado una l¨ªnea especial para los Juegos, con m¨¢quinas que se adaptan a cada disciplina y perfil: de una gimnasta a un jugador de baloncesto¡±, narra el empresario. Y asegura que su pasi¨®n sigue siendo dise?ar.
Ese v¨ªnculo con los deportistas ha sido fundamental para el crecimiento de Technogym desde sus inicios. A finales de los ochenta, Alessandri consigui¨® el proyecto de habilitar la zona de entrenamiento del Milan. Eran tiempos dorados para el equipo de f¨²tbol y la firma se convirti¨® en un referente, primero en Italia y despu¨¦s fuera. ¡°Fue el primer gran ¨¦xito¡±, dice el ingeniero. En esos a?os desarroll¨® tecnolog¨ªas innovadoras como la REV, que le permit¨ªa estudiar la reacci¨®n de cada m¨²sculo ante cada esfuerzo f¨ªsico para crear m¨¢quinas ¨²nicas por su precisi¨®n y seguridad.
Todav¨ªa hoy la investigaci¨®n es clave. En este recinto de Cesena hay varias salas en las que monitorizan a sus trabajadores y a deportistas que visitan las instalaciones para obtener nuevas informaciones y mejorar sus productos. Technogym acumula 300 patentes. Entre ellas, una l¨ªnea pionera para pilotos de f¨®rmula 1. ¡°Necesitan ejercitar el cuello, por ejemplo, que sufre con las vibraciones del coche. Entre 1995 y 1998 trabajamos mano a mano y desarrollamos maquinaria espec¨ªfica¡±, cuenta. ¡°Tambi¨¦n creamos para Michael Schumacher el primer gimnasio m¨®vil. Un tr¨¢iler habilitado como sala de entrenamiento que lo segu¨ªa en sus viajes¡±, recuerda mientras ense?a fotos de aquella ¨¦poca con el piloto que hoy, retirado, sigue siendo el m¨¢s laureado de la historia de la f¨®rmula 1. Se conocieron poco antes de que ganase su primer mundial, en 1994. Ese a?o, Alessandri quiso patrocinarlo, pero el corredor ten¨ªa tantos anunciantes que no quedaba ni un hueco en su traje para poner el logo de Technogym. ¡°Le propuse coserlo en el antebrazo. Como no se ve¨ªa, nadie quer¨ªa esa zona. Cuando ese a?o gan¨® el mundial y levant¨® la copa¡ Al d¨ªa siguiente est¨¢bamos en las portadas de todos los peri¨®dicos del mundo. Aquel fue el despegue definitivo de la compa?¨ªa¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.