H¨¦roe de la retirada
Alexis Tsipras nos recuerda de qu¨¦ forma Grecia se halla en el coraz¨®n de lo que significa Europa
Sucedi¨® hace unos a?os: un dirigente carism¨¢tico y temerario se atrevi¨® a plantear un pulso a Bruselas, contestando las pol¨ªticas econ¨®micas de austeridad que desde all¨ª se le lanzaban como dogmas. El orgullo de Grecia parec¨ªa encarnarse en los gui?os populistas de su joven presidente, un envalentonado Tsipras, con su refer¨¦ndum bajo el brazo, que cuestionaba la ¡°extraordinariamente generosa¡± oferta de la Troika ¡ªMerkel dixit¡ª, en realidad, un tramposo icono de la tecnocracia comunitaria, que acab¨® sustituy¨¦ndolo por un nuevo plan de rescate que impon¨ªa restricciones todav¨ªa m¨¢s duras.
Hace poco, Tsipras sostuvo que Europa fracas¨® a la hora de dar una respuesta democr¨¢tica a la crisis, lo que allanar¨ªa el terreno al chovinismo y extremismo actuales. La escabrosa sonrisa del destino ha querido que quienes criticaron a Grecia por plantear una desigual batalla contra la deriva econ¨®mica neoliberal se enfrenten hoy a una contienda de car¨¢cter existencial para la Uni¨®n: ¡°Si hay alguien que amenaza a Europa, no son quienes luchan por cambiarla, sino quienes lo hacen para derrumbarla¡±, dijo el ya curtido presidente. Y debe ser as¨ª, pues incluso un Juncker en retirada se atrevi¨® a confesar que no fueron ¡°solidarios con Grecia: la insultamos¡±.
Aunque no se haya hablado mucho de ello, el Gobierno griego ha conseguido salir de la ¡°tutela¡± de sus acreedores, calmar a una poblaci¨®n notablemente descontenta y lograr que no sean noticia. Pero, adem¨¢s, sucede que nuestro dirigente se ha atrevido a abordar el contencioso hist¨®rico con Macedonia, abriendo los Balcanes occidentales a Europa. El dif¨ªcil trance situaba a Tsipras ante una disyuntiva: jugar la carta interna y ponerse a la cabeza de una pol¨ªtica que no resolviera el conflicto, pero que le diera puntos ante una poblaci¨®n para la que el nombre de Macedonia est¨¢ profundamente ligado a su identidad, o dar la cara por Europa y arreglar un contencioso que abra la puerta a la entrada de Macedonia en la Uni¨®n.
Y resulta que un Gobierno situado a priori a la izquierda de la izquierda ha querido navegar por aguas turbulentas eligiendo esa v¨ªa conocida como ¡°sentido de Estado¡±, hoy tan ex¨®tica, e ignorando la moda de que el ¡°l¨ªder siga al pueblo¡±. De paso, Tsipras, ese h¨¦roe de la retirada, nos recuerda de qu¨¦ forma Grecia se halla en el coraz¨®n de lo que significa Europa, c¨®mo su universalismo hel¨¦nico nos impulsa a ir m¨¢s all¨¢ de los discursos particularistas de cada Estado, al igual que lo hizo, con menos ¨¦xito, hace cuatro a?os, con aquel mensaje humanista que deber¨ªamos recuperar: Europa tiene la obligaci¨®n de no humillar a los m¨¢s d¨¦biles. @MariamMartinezB
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.