El enigma militar en Venezuela
La penetraci¨®n uniformada en la gesti¨®n del Estado es tan profunda que en 2017, casi la mitad de los ministros, 14 de 33, pertenec¨ªa a las Fuerzas Armadas
Los padecimientos sociales son tan may¨²sculos y los palos de ciego del Gobierno tan consecutivos que no sorprende la cotizaci¨®n al alza de la soluci¨®n militar en el cruce de apuestas sobre cu¨¢l pueda ser el desenlace de Venezuela, que este a?o registrar¨¢ una inflaci¨®n del 10.000.000% y un derrumbe econ¨®mico de 18 puntos, seg¨²n el informe de perspectivas del Fondo Monetario Internacional. Las ¨²nicas certezas pol¨ªticas del pa¨ªs petrolero son el atrincheramiento de Nicol¨¢s Maduro y el atasco opositor.
El fatalismo parece haber llegado a la conclusi¨®n de que como no hay di¨¢logo entre las partes, y la sublevaci¨®n popular es improbable a corto plazo al haber sido sustituida por un ¨¦xodo masivo, solo quedar¨ªan la muerte por inanici¨®n, la intervenci¨®n militar norteamericana o un cuartelazo nacional previa fractura del enigm¨¢tico v¨¦rtice castrense, liderado por el general Vladimir Padrino.
Pero los promotores de la soluci¨®n b¨¦lica no lo tienen f¨¢cil sin la participaci¨®n de la Cuarta Flota. Obsequiado con privilegios, presupuesto y economatos para la tropa, el generalato venezolano no se manifiesta insurrecto, ni hay espacio en los cuartos de banderas para conjuras antigubernamentales. No lo hay porque despu¨¦s del fallido golpe del 11 de abril de 2002 contra Hugo Ch¨¢vez el Ej¨¦rcito fue purgado hasta el tu¨¦tano. Los jefes, oficiales y suboficiales bajo sospecha fueron sustituidos o pasados a retiro, mientras miles de afectos ascend¨ªan en el escalaf¨®n. Siempre en prevenci¨®n, asesorado por Cuba, el chavismo somete a las principales guarniciones a estrecha vigilancia y a una ideologizaci¨®n que trufa socialismo, marxismo leninismo, nacionalismo y antimperialismo. La depuraci¨®n y arrestos por supuestas conspiraciones fueron frecuentes con Ch¨¢vez y lo son con Maduro. Ayer se anunci¨® la detenci¨®n de un grupo de guardias nacionales, y ese permanente ojo avizor complica la organizaci¨®n de alzamientos clandestinos, como lo fue el Movimiento Revolucionario 200, ideado por Hugo Ch¨¢vez para fundamentar la asonada de 1992.
La penetraci¨®n uniformada en la gesti¨®n del Estado es tan profunda que en 2017 casi la mitad de los ministros, 14 de 33, pertenec¨ªa a las Fuerzas Armadas. Adem¨¢s de las operaciones de intermediaci¨®n financiera, el Banco de la Fuerza Armada Bolivariana completa la sinecura de las tres armas.
Grosso modo, esas son las caracter¨ªsticas del b¨²nker castrense que el pragmatismo opositor quiere expugnar prometiendo a sus ocupantes la preservaci¨®n de beneficios y exclusividades a cambio de complicidad. Dif¨ªcilmente lo conseguir¨¢ porque los centinelas del r¨¦gimen no creen en la democracia de partidos. ¡°Yo no creo ni siquiera en el m¨ªo. Creo en los militares¡±, confes¨® Ch¨¢vez, hace dos decenios, a Luis Ugalde, rector entonces de la Universidad Cat¨®lica Andr¨¦s Bello. Puede ocurrir que cuando los militares sospechen que el desmoronamiento de Venezuela puede sepultarles, impongan un armisticio a punta de bayoneta, bien para instalar a un general gorila o para convocar elecciones susceptibles de validaci¨®n por Estados Unidos y la comunidad internacional.
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