A ciegas
Nunca hubo tantos datos disponibles, tantas herramientas para verificarlos. Y sin embargo, hay esquinas del debate p¨²blico a las que solo llegamos cuando nos sorprende un resultado electoral
Hay un momento en la pel¨ªcula Brexit: The Uncivil War, que acaba de estrenar en Espa?a HBO, que pone en alerta roja a cualquier periodista. Ocurre en una escena que comparten el personaje protagonista, Dominic Cummings ¡ªel estratega de la campa?a del Vote Leave¡ª, y el responsable de Cambridge Analytica, la empresa que les puso a disposici¨®n los perfiles de unos tres millones de votantes que no estaban en el radar de las estad¨ªsticas oficiales, la mayor¨ªa abstencionistas. A ellos se dirig¨ªan espec¨ªficamente los mensajes de la campa?a del Brexit, trufados de las mentiras y exageraciones conocidas: lo caro que le sale a cada brit¨¢nico la UE, lo poco que recibe a cambio, el trabajo que roban los inmigrantes y cualquier incidente real o ficticio presto a activar el miedo o la frustraci¨®n de cada cual.
En esa escena, Cummings se sorprende de que las barbaridades que est¨¢n soltando en las redes sociales no fueran objeto de comentarios o an¨¢lisis de la prensa de Londres. Y el t¨¦cnico le da una respuesta tan aterradora que ¨¦l mismo se asusta al pronunciarla: ¡°Los comentaristas metropolitanos no son nuestro objetivo. No ven lo que est¨¢ viendo el resto del pa¨ªs¡±.
Si quieren ver, dense una vuelta en las redes sociales por los perfiles de los machistas furibundos que parecen haber brotado como setas en Espa?a. La cantidad de datos torticeramente mezclados, nimiedades subrayadas obviando los hechos fundamentales, o directamente mentiras. Si esto es lo que se ve, ?qu¨¦ ser¨¢ lo que no estamos viendo?
La Revista Contexto publicaba hace unos d¨ªas un art¨ªculo del periodista estadounidense Jeff Jarvis en el que dec¨ªa: ¡°Escucho a periodistas decir que su papel principal es el de contadores de historias. No. Les escucho decir que su tarea es la de llenar un producto: un peri¨®dico o revista, o un programa. No. Nuestro trabajo consiste en informar del debate p¨²blico¡ emplazar a las comunidades a que entablen un debate civil, informado y productivo. Esto significa que nuestra labor principal no es escribir, sino escuchar ese debate para averiguar qu¨¦ necesita para que funcione. Despu¨¦s informamos. Despu¨¦s escribimos¡ primero hay que escuchar, despu¨¦s relatar¡±.
Nunca hubo tantos datos disponibles, tantas herramientas para verificarlos. Y, sin embargo, hay esquinas del debate p¨²blico a las que solo llegamos cuando nos sorprende un resultado electoral. Y van unos cuantos.
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