Para ser hombre hay que ir al gimnasio: as¨ª es el canon de belleza que nos traen los superh¨¦roes

Mucho se ha hablado del canon de belleza que imponen a las mujeres las industrias del cine y la moda. De la esclavitud de la talla 36, del 90-60-90, de los vientres planos, los senos perfectos y la ausencia de estr¨ªas. En cierto modo, la sociedad se ha rebelado ante ese desprop¨®sito, y a modo de r¨¦plica han surgido campa?as que visibilizan otras fisonom¨ªas. Rihanna reivindic¨® la diversidad empleando modelos de distintas tallas y embarazadas en la presentaci¨®n de su l¨ªnea de moda el pasado septiembre, y tanto Alicia Keys como Christina Aguilera se han fotografiado sin maquillaje para celebrar sus imperfecciones. Pero ?qu¨¦ pasa con los hombres? Al irresistible atractivo cl¨¢sico de los actores de Hollywood se une ahora el aluvi¨®n de pel¨ªculas de superh¨¦roes, que fijan un est¨¢ndar de cuerpo masculino musculoso, esculpido en gimnasio. Si est¨¢s cachas, eres muy hombre, parecen decir; o puesto al rev¨¦s: si eres hombre, debes ser musculoso.

Es verdad que la presi¨®n social con respecto a la imagen es menor en los hombres que en las mujeres. Se acepta una barriga prominente como una "curva de la felicidad" y una cabeza despoblada como s¨ªmbolo de virilidad. Pero eso no excluye que determinados hombres puedan sentirse intimidados cuando contemplan esas formas rotundas que se salen de la pantalla. Uno tiende a pensar que el hecho de que dichos personajes existan (encarnados por actores de carne, hueso y m¨²sculo) facilita que los dem¨¢s puedan comparar esos cuerpos con el nuestro. Se entiende que haya hombres que concluyan que, si esos actores fornidos son atractivos a ojos de la mayor¨ªa, tambi¨¦n esa mayor¨ªa les va a encontrar a ellos menos atractivos, cuando no imperfectos o, peor a¨²n, defectuosos.

A menor autoestima, mayor puede ser el problema

No estamos hablando de im¨¢genes que puedan pasar inadvertidas o que generen un culto minoritario. El bombardeo por parte de la industria cinematogr¨¢fica de pel¨ªculas basadas en personajes de c¨®mic es tal que cuesta librarse de su influencia. Su aceptaci¨®n es masiva. Entre las diez con mayor recaudaci¨®n de 2018, hubo cinco de superh¨¦roes: Los Vengadores (la m¨¢s taquillera del a?o), Black Panther, Aquaman, Venom y Deadpool 2. Pero la tendencia no se queda en la gran pantalla: los anuncios de perfumes en televisi¨®n y determinadas cuentas de Instagram tambi¨¦n hacen apolog¨ªa de pectorales hinchados y abdominales marcados.

El primer efecto que puede tener la visi¨®n de estas anatom¨ªas turbadoras es sobre la autoestima, en especial de quienes ya la tienen algo tocada. "Cuanto menor es la autoestima, mayor es la tendencia a buscar la aprobaci¨®n social. Cuidarse en exceso por fuera, intentar alcanzar esos c¨¢nones, tiene que ver con una mala autoestima o una sensaci¨®n de inferioridad que se quiere compensar a trav¨¦s del cuerpo", se?ala Mercedes Bermejo, coordinadora de la secci¨®n de Psicolog¨ªa Cl¨ªnica y de la Salud del Colegio Oficial de Psic¨®logos de Madrid. En 2012, un estudio realizado por una investigadora de la Universidad de Macedonia (Grecia) hall¨® que las im¨¢genes de modelos delgadas menoscaban la autoestima de las mujeres que las ven. Nada impide pensar que ocurra algo parecido con las im¨¢genes de actores musculosos y la autoestima de los hombres.

En t¨¦rminos generales, aceptar la propia apariencia f¨ªsica es importante para nuestra estabilidad emocional. Como indica Mercedes Bermejo, "el aspecto f¨ªsico tiene que ver con la imagen que uno tiene de s¨ª mismo, y por tanto influye en la autoestima. Pero una cosa es la percepci¨®n que uno tiene sobre s¨ª mismo, y otra la percepci¨®n que uno cree que la sociedad tiene de uno, y si la sociedad ha establecido unos c¨¢nones de belleza, al final esa es la tendencia a la que aspira mucha gente".

No todos los cuerpos pueden alcanzar ideal de Hollywood

En un intento de no quedarse descolgados de esos est¨¢ndares, algunos hombres se vuelcan en exceso en el cuidado de su f¨ªsico. En muchos casos, ser¨¢ en vano, puesto que los cuerpazos de cine no est¨¢n al alcance de todo el mundo. Como advierte el entrenador personal Juan Ruiz L¨®pez, hay tres somatotipos (tipos de cuerpos) y a algunos les cuesta mucho m¨¢s ponerse fuertes que a otros. "Los endomorfos son aquellos con tendencia a acumular grasa con facilidad. Los ectomorfos son personas muy delgadas que coman lo que coman no suelen engordar, pero tambi¨¦n tienen dificultad para coger masa muscular. Los mesomorfos son los cl¨¢sicos que en poco tiempo en el gimnasio consiguen resultados", enumera. Y a?ade algo que quiz¨¢ nos puede hacer sentir mejor: "Muchos de estos cambios de Hollywood tan impresionantes en tan poco tiempo son debido al uso de esteroides y anabolizantes, de uso legal en Estados Unidos. Aunque debemos resaltar que tienen efectos negativos para la salud".

Igual que tratar de emular a las modelos delgadas puede desembocar en anorexia, dejarse la piel en el intento de parecerse a Thor puede derivar en vigorexia, que en muchos centros tratan como una adicci¨®n m¨¢s; en este caso, al gimnasio. Quienes se ponen en tratamiento suelen llegar empujados por sus familiares, que ven c¨®mo el ejercicio f¨ªsico ha tomado las riendas de su vida. "Termina siendo una obsesi¨®n: cu¨¢ntos gramos como, qu¨¦ alimentos no puedo tomar por la noche, cu¨¢ntas horas necesito ir al gimnasio¡­, y es adictivo, lo necesitan para sentirse bien. No pueden ir a una comida social porque no comen, no tienen una vida de ocio porque est¨¢n continuamente en el gimnasio, est¨¢n midiendo constantemente su cuerpo¡­ Controlando su cuerpo tienen la sensaci¨®n de que est¨¢n controlando su vida. Cada vez tenemos m¨¢s problemas de vigorexia en consulta, que tienen que ver con trastornos de conducta en los que se cuida en exceso la imagen, y es para compensar muchas veces esa baja autoestima", describe Bermejo.

Las pautas para contrarrestar esa frustraci¨®n pasan por evitar exponerse a las im¨¢genes que la provocan y aprender a valorar lo que uno tiene de bueno. "A pacientes con estos perfiles les digo: ?por qu¨¦ te expones a situaciones en las que sabes que despu¨¦s te vas a sentir peor? Uno debe intentar buscar contextos en los que se sienta m¨¢s seguro, reconocido o validado. Si uno est¨¢ mirando todo el rato fotos de modelos va a terminar pensando: este tiene lo que yo no tengo. Otra parte tiene que ver con la aceptaci¨®n: por m¨¢s que uno se mate en el gimnasio algunos cuerpos no lo van a conseguir, por eso hay que aceptar c¨®mo es uno mismo, sus puntos fuertes y sus puntos d¨¦biles y saber convivir con ellos. Tambi¨¦n hay que quererse uno mismo y amar lo que uno tiene. Cuando el cuidado del cuerpo supone un sobreesfuerzo, ya no se est¨¢ cuidando, se est¨¢ maltratando", afirma la psic¨®loga.