Tiran¨ªa

No hace tanto tiempo, unos pocos intelectuales espa?oles intentaron implantar la idea de que el franquismo no hab¨ªa sido una dictadura, sino un r¨¦gimen autoritario, sin m¨¢s. El intento por fortuna fracas¨®, pero les recuerdo ahora, mientras los l¨ªderes a quienes seguramente apoyan llaman tirano a Nicol¨¢s Maduro. Personalmente, hace bastantes a?os que no veo el momento de que Maduro abandone el poder y, en consecuencia, los argumentarios de la derecha espa?ola, que usa el r¨¦gimen venezolano como algod¨®n m¨¢gico para limpiar cualquier mancha. Personalmente, no siento la menor simpat¨ªa por ¨¦l, pero no me parece tan sencillo calificarle como tirano. Creo que si ejerciera una tiran¨ªa cl¨¢sica, una sanguinaria dictadura del siglo XX, como la que mantuvo a Francisco Franco en el poder durante cuatro d¨¦cadas, resultar¨ªa m¨¢s f¨¢cil derrocarle. Pero Guaid¨® vive en su casa, convoca manifestaciones multitudinarias, habla ante las c¨¢maras de todo el mundo, y lo va a seguir haciendo. Maduro no cometer¨¢ el error de detenerle, porque sabe que eso ser¨ªa su fin. No hay que descartar, por tanto, que pese al reconocimiento de Guaid¨® por parte de la comunidad internacional, la situaci¨®n pueda llegar a enquistarse y alargarse indefinidamente. Los espa?oles sabemos de sobra que las simpat¨ªas internacionales, los bloqueos diplom¨¢ticos, las declaraciones de la ONU, no derrocan dictadores, y mucho menos reg¨ªmenes autoritarios de dif¨ªcil clasificaci¨®n. A nosotros no nos libraron del nuestro, y eso que ni siquiera quienes lo proteg¨ªan en secreto negaban en p¨²blico que fuera un dictador. La ¨²nica inc¨®gnita a despejar en Venezuela es si Trump se atrever¨¢ o no a asumir una intervenci¨®n militar. Todo lo dem¨¢s son solo palabras.