Jorge Drexler: ¡°Espa?a es un pa¨ªs muy f¨¢lico¡±
El m¨²sico uruguayo lleva a?os viviendo en Espa?a y nos tiene calados. Ganador de cinco Grammy y un Oscar, pareja de Leonor Watling y fino analista de lo que le rodea
Tiene aspecto de tipo interesante y en ese sentido no enga?a a nadie. Pero Jorge Drexler (Montevideo, 1964) sabe que parece muchas cosas que no es. Por ejemplo, un melanc¨®lico o un triste. Es el problema que a veces tienen las formas. ¡°Aqu¨ª se confunde sutileza con melancol¨ªa. Espa?a es un pa¨ªs muy f¨¢lico, todo es medido seg¨²n su tama?o y su contundencia. Y la realidad es infinitamente densa: cuanto m¨¢s te acercas a alguien, m¨¢s detalles ves. Yo tengo una especie de optimismo casi irresponsable respecto a la vida, y la melancol¨ªa est¨¢ en la forma de cantar. Aqu¨ª la gente se rompe la camisa al cantar, hay mucha pasi¨®n. Mantener un punto de sobriedad en Espa?a es un insulto, todo lo que sea mesura est¨¢ mal visto. Yo soy de familia medio brasile?a y parece que nac¨ª suave¡±, reconoce.
"Aqu¨ª la gente se rompe la camisa al cantar, hay mucha pasi¨®n. Mantener un punto de sobriedad en Espa?a es un insulto, todo lo que sea mesura est¨¢ mal visto"
Motivos no le faltan: a finales del a?o pasado viaj¨® a los Grammy Latinos y volvi¨® como el rey de la noche con tres premios, incluidos canci¨®n y grabaci¨®n del a?o por Telefon¨ªa, incluida en su ¨²ltimo disco, Salvavidas de hielo. Est¨¢ acostumbrado a que la vida le d¨¦ sorpresas, desde ganar un Oscar por una canci¨®n en castellano (2005, por Al otro lado del r¨ªo) a ser pregonero del Carnaval de C¨¢diz (2013). ¡°Hay que tener un m¨ªnimo de cachondeo para aceptar que se r¨ªan contigo, de ti y hasta que te abucheen¡±, recuerda. Por eso, cuando hablamos de esa melancol¨ªa de los cantautores salta como un resorte del chester que tiene en mitad del estudio donde trabaja. ¡°La ausencia de integraci¨®n entre g¨¦neros llev¨® al circuito de cantautores a ser cansautores, y creo que nos lo merec¨ªamos. Puedo ser muy aburrido cuando quiero, pero reconozco que cantautor como palabra es tan fea como chorip¨¢n. Me gusta m¨¢s cancionista, que tambi¨¦n lo era Verdi o lo es Eminem¡±.
Lleg¨® a Espa?a tras una charla con Joaqu¨ªn Sabina hace 22 a?os en su Montevideo natal, cuando le recomend¨® que se mudara a probar suerte en Madrid, un regalo que le cambi¨® la vida. Lo cuenta en la canci¨®n que recuerda ese momento en su ¨²ltimo disco, Pongamos que hablo de Mart¨ªnez. Un Drexler que lo escucha todo, frente a un Sabina que se jacta de hacer lo que sabe y pasar del resto. ¡°S¨ª, me interesa m¨¢s la m¨²sica que a Joaqu¨ªn, a ¨¦l no le importa mucho y te lo puede decir. Tiene un epicentro literario en sus canciones, algo que a m¨ª me ha ayudado mucho a variar el m¨ªo. Si hay que terminar una frase entre significado y sonoridad, los del R¨ªo de la Plata elegimos sonoridad. Tu sombra es como un p¨¦talo de sal. ?Qu¨¦ quiere decir p¨¦talo de sal? ?Qu¨¦ m¨¢s da, pero es precioso!¡±.
Lo dice un m¨²sico cuyo hijo mayor, Pablo, estudia m¨²sica electr¨®nica en Londres y que acaba de arrancar el t¨ªtulo de triunfador de la noche en los premios m¨¢s importantes de la m¨²sica latina al rey del reguet¨®n, J Balvin. ¡°He descubierto que me gusta m¨¢s el g¨¦nero que sus compositores. Hay un poder¨ªo muy grande que no ha sido aprovechado en los t¨¦rminos que a m¨ª me importan. Me rechina el lado puritano, generacional y racista que tienen los prejuicios hacia el reguet¨®n. Acu¨¦rdate que a Elvis lo cog¨ªan de cintura para arriba en televisi¨®n porque era indecente¡ Por eso basta que un g¨¦nero sea as¨ª de estigmatizado para ir a mirarlo. Eso s¨ª, me parece que tiene que salir de ese mundo adolescente de yo soy m¨¢s macho que t¨²¡±.
Reconoce que de golpes medi¨¢ticos como esta edici¨®n de los Grammy Latinos hay que salir con cautela. ¡°No s¨¦ si tengo ganas de hacer teatros m¨¢s grandes de los que hago pudiendo hacer cuatro lunes en un teatro en la Gran V¨ªa, donde voy con la guitarra y vuelvo a casa andando. ?T¨² sabes lo que es salir corriendo de un palacio de los deportes antes de que los m¨²sicos terminen de cerrar el concierto? Ojal¨¢ supiera hacerlo, pero no puedo¡±, y lo cuenta mientras recuerda c¨®mo al ganar el Oscar a la mejor canci¨®n por Al otro lado del r¨ªo tuvo que trabajar para desmantelar la sensaci¨®n de triunfo heroico en su pa¨ªs: le ofrecieron desde hacer un libro con la canci¨®n para los colegios (¡°no quer¨ªa ser odiado por una generaci¨®n de escolares¡±, dice riendo) a entrar desde el aeropuerto a la Casa de Gobierno sobre un descapotable. ¡°No es que no sea vanidoso, simplemente sent¨ªa que todo eso corre en contra de cosas que son importantes para m¨ª¡±.
El otro momento de locura colectiva fue al conocerse su relaci¨®n con Leonor Watling, su actual pareja y madre de sus otros dos hijos. ¡°Lo interesante es la situaci¨®n: dos personas que se quieren, vienen de dos mundos diferentes y con una narrativa. Y te buscan para colaborar con alg¨²n cap¨ªtulo de esa historia. No hicimos nada y todo pas¨®, pero en 2009, cuando naci¨® Luca, tuvimos una oferta para dar una exclusiva a una revista con la que hubi¨¦ramos pagado las carreras de los tres¡±.
"En 2009, cuando naci¨® [su primer hijo con Leonor Watling] Luca, tuvimos una oferta para dar una exclusiva a una revista con la que hubi¨¦ramos pagado las carreras de los tres¡±
La curiosidad de Drexler tambi¨¦n alcanza al pop, g¨¦nero que no trabaja pero bordea. As¨ª que si tiene intenci¨®n de trabajar en ¨¦l, qu¨¦ mejor que hacerlo con una de sus reinas, Shakira. ¡°No se trataba de hacerle canciones, sino de irme a Bahamas una semana con ella a componer. Tuve como desaf¨ªo dejar de ser yo y convertirme en otra persona. Fue duro porque ella trabaja mucho m¨¢s que yo¡±, cuenta. De ah¨ª salieron Loba, Gipsy o la versi¨®n castellana de Waka Waka.
¡°Estuvo bien, pero no quiero m¨¢s. A m¨ª me gusta sentarme en el sof¨¢ y esperar a que una emoci¨®n se vuelque en el papel para luego defenderla hecha canci¨®n. Escribir de manera profesional es un oficio maravilloso, pero no es el m¨ªo¡±. Algo en com¨²n con Prince, quien le entreg¨® su Oscar aquella noche. ¡°Entra en la definici¨®n de grandes pr¨ªncipes de la realeza musical, y viv¨ªa en ese contexto. Tuvo gestos de excesiva distancia. Que un tipo le bese la mano o le coja del brazo en el backstage como yo hice para decirle que el premio era grande pero m¨¢s conocer a un maestro como ¨¦l¡ pues no. Te escuchan porque tienes un Oscar, pero poco rato y ¡®su¨¦ltame¡¯ [risas]. De hecho, fuimos a su fiesta pero no nos dejaron pasar a la zona donde estaba con Madonna. Nunca cre¨ª que pudiera subir a aquel escenario, pero me enter¨¦ de que hab¨ªan pedido un recuento de votos porque a un sector de la industria le molest¨® que quedara fuera Mick Jagger con el tema que hizo para Alfie, de Jude Law. A pesar del recuento no nos lo pudieron quitar, con lo cual deduje que al borde no est¨¢bamos¡¡±.
As¨ª que entre su actitud vital y su aspecto jovial a pesar de sus 54, todo bien. Y remata: ¡°Muchas veces ves una persona que aparenta menos edad de la que tiene, pero en verdad aparenta m¨¢s felicidad de la que deber¨ªa¡±.
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