La asfixia

Un te¨®logo vasco, Rafael Aguirre, sol¨ªa decir que el Partido Nacionalista Vasco venc¨ªa siempre por maceraci¨®n. En el caso del independentismo catal¨¢n se da un paso m¨¢s: el medio empleado para forzar el sometimiento del otro es la asfixia. Nada parecen importar los intereses econ¨®micos de Catalu?a en los Presupuestos Generales del Estado, ni el conocimiento de que el Gobierno puede intervenir a posteriori mediante indultos pero no interferir en un procedimiento judicial, ni los riesgos de un vac¨ªo pol¨ªtico que tras el desplome del PSOE llevar¨ªa a PP y Ciudadanos al Gobierno, y de nuevo a la aplicaci¨®n del art¨ªculo 155 de la Constituci¨®n. Por encima de las diferencias t¨¢cticas entre los principales grupos separatistas, impera la dimensi¨®n finalista, la independencia de Catalu?a, y para ello juzgan indispensable el debilitamiento de Pedro S¨¢nchez, sin que cuenten las reiteradas muestras del presidente de estar dispuesto a la negociaci¨®n, limar aristas, pasar por alto acusaciones groseras, y buscar un espacio de entendimiento a toda costa.

Tampoco es nada nuevo. El pressing en todo y por todo supone llevar a la exasperaci¨®n la estrategia definida desde los or¨ªgenes del proc¨¦s. La clave resid¨ªa en la apropiaci¨®n fraudulenta de la etiqueta ¡°democracia¡±, enfrentada a ¡°Constituci¨®n¡±. Todo avance de las posiciones independentistas, a golpe de fraudes de ley, deb¨ªa ser asumido en silencio, so pena de que gobierno y Estado resultaran tildados de antidemocr¨¢ticos y franquistas. Fue el mayor desastre de Rajoy: la pasividad ante el acceso a la hegemon¨ªa, incluso en Europa, de un adversario nada democr¨¢tico, verdugo del pluralismo en la propia Catalu?a. As¨ª aplastar la legalidad parlamentaria el 6 y 7 de septiembre de 2017, el cerco de masas a las fuerzas de orden p¨²blico el 20, la proclamaci¨®n de la independencia el 27-O, nunca ser¨ªan actos de rebeli¨®n, sino ingenuos ejercicios de la libertad de expresi¨®n. Tard¨¤ dice que no se puede gobernar contra la mitad de catalanes. Pues ellos vienen haci¨¦ndolo tranquilamente contra m¨¢s de la mitad. ?Gobernando?

Entre tanto PP y Ciudadanos refuerzan la t¨¢ctica independentista, practicando un permanente acoso y derribo contra Pedro S¨¢nchez, sin importarles los intereses del Estado. Act¨²an como una extra?a especie de partidos al mismo tiempo conservadores y desestabilizadores, mirando solo a las pr¨®ximas elecciones. M¨¢s all¨¢ del problema catal¨¢n. Ah¨ª tenemos su descalificaci¨®n cuando el Gobierno carg¨® inequ¨ªvoca y arriesgadamente contra Nicol¨¢s Maduro. Los ocho d¨ªas les parec¨ªan una concesi¨®n inadmisible; tampoco contaba que tal era la postura europea. Y as¨ª en Catalu?a, cuanto peor mejor. En suma, el gui¨®n se asemeja al de un viejo cl¨¢sico del cine, Solo ante el peligro, con la diferencia de que el protagonista aqu¨ª y ahora no tiene balas para su rev¨®lver. Su ¨²nico recurso es esquivar los disparos de los enemigos.