Por qu¨¦ no hemos conseguido acabar con el alzh¨¦imer
Las farmac¨¦uticas chocan una vez m¨¢s contra la complejidad de una enfermedad que no cuenta con ning¨²n tratamiento eficaz

En 1986, en el municipio colombiano de Belmira, el neur¨®logo Francisco Lopera vio a un paciente que llam¨® su atenci¨®n. Ten¨ªa 47 a?os, pero presentaba s¨ªntomas propios de una persona con alzh¨¦imer de m¨¢s de 60. Lopera no se qued¨® en la an¨¦cdota y estudi¨® a su familia. El padre, el abuelo y siete parientes m¨¢s hab¨ªan sufrido la misma dolencia en una edad igual de temprana. Estudios posteriores identificaron el origen gen¨¦tico de ese alzh¨¦imer temprano y determinaron que la regi¨®n de Antioqu¨ªa, donde se encuentra la ciudad de Medell¨ªn, era el principal foco mundial del trastorno. A?os despu¨¦s, esa particularidad se intentar¨ªa aprovechar para comenzar a derrotar al alzh¨¦imer.
Esta enfermedad, que consume regiones del cerebro hasta acabar con la memoria, la identidad y, finalmente, la vida de una persona, parece no tener cura. Seg¨²n la Fundaci¨®n Alzheimer Espa?a, cada a?o se diagnostican 100.000 nuevos casos y se espera que esa cifra se triplique en 2050. La principal hip¨®tesis para explicar la procedencia de la enfermedad apunta a una acumulaci¨®n de placas de prote¨ªnas amiloides en el cerebro en primer lugar, a la aparici¨®n despu¨¦s de ovillos de otra prote¨ªna, tau, que destruyen las neuronas, y a un proceso posterior de inflamaci¨®n que remata la cat¨¢strofe. Cuando aparecen los s¨ªntomas y se diagnostica, los da?os en el sistema nervioso son irreversibles y ning¨²n medicamento se ha mostrado eficaz para paliarlos. Por eso, una de las opciones que se plantean los cient¨ªficos consiste en comenzar el tratamiento mucho antes de que la enfermedad sea evidente. Sin embargo, no es sencillo predecir que se va a desarrollar con 20 a?os de antelaci¨®n.
En los ¨²ltimos a?os se han encontrado relaciones entre el alzh¨¦imer e infecciones como el herpes
Los pacientes colombianos parecen una buena opci¨®n para, al menos, probar la hip¨®tesis de que, detectado a tiempo, era posible frenar el alzh¨¦imer. ¡°La idea es que hay que dar el f¨¢rmaco adecuado en el momento adecuado¡±, se?ala Jes¨²s ?vila, director cient¨ªfico de la Fundaci¨®n CIEN (Centro de Investigaci¨®n en Enfermedades Neurodegenerativas). Por eso, hay importantes esperanzas puestas en el ensayo desarrollado en Colombia para detener la enfermedad con el f¨¢rmaco crenezumab. ¡°Como conocemos que la enfermedad tiene un origen gen¨¦tico y se da en determinadas familias y a partir de cierta edad, se cree que se puede dar el f¨¢rmaco correcto en el momento correcto¡±, a?ade el investigador. Sin embargo, la semana pasada, la farmac¨¦utica Roche anunci¨® que deten¨ªa dos grandes ensayos mundiales con el crenezumab por no cumplir las expectativas. En el mismo comunicado aseguraba que el ensayo con la poblaci¨®n de Antioqu¨ªa continuaba.
El fracaso de Roche se une al de muchas otras compa?¨ªas con sus mol¨¦culas contra el alzh¨¦imer. En 2018, Lilly anunci¨® que su ensayo con un f¨¢rmaco para limpiar las placas de prote¨ªna amiloide en el cerebro hab¨ªa fracasado. Otras compa?¨ªas como Merck, Biogen o Prana Biotech han tenido que abandonar f¨¢rmacos prometedores y en enero del a?o pasado Pfizer anunci¨® que no investigar¨ªa m¨¢s f¨¢rmacos contra el alzh¨¦imer para centrarse en dolencias donde sus inversiones fuesen m¨¢s productivas.
A?os de contratiempos han incrementado el inter¨¦s por interpretaciones alternativas sobre el origen de la enfermedad. Estudios recientes han encontrado v¨ªnculos entre el alzh¨¦imer e infecciones por hongos, por los virus del herpes o bacterias que causan infecciones de enc¨ªas. Sin embargo, seg¨²n explica Jos¨¦ Luis Molinuevo, director del Barcelona¦Âeta Brain Research Center, el instituto de investigaci¨®n de la Fundaci¨®n Pasqual Maragall, ¡°la realidad detr¨¢s de todo esto es que [el origen] el alzh¨¦imer es sumamente complejo y su inicio se puede precipitar por diferentes situaciones y agentes de riesgo. No es descartable que el equilibrio que existe en el cerebro donde todos metabolizamos de forma normal la prote¨ªna precursora del amiloide se rompa, entre otros factores, por las infecciones¡±, contin¨²a. ¡°Pero ser¨ªa uno de muchos factores que empiezan a producir la enfermedad veinte a?os antes de que aparezcan los s¨ªntomas¡±, a?ade.
Molinuevo cree que habr¨¢ que estudiar la enfermedad desde muchos puntos de vista y que para hacerlo habr¨¢ que mejorar la forma en que se hacen los ensayos. ¡°En muchos casos, los ensayos tienen resultados negativos porque el f¨¢rmaco no funciona, pero en otros es porque el dise?o del ensayo no es adecuado¡±, explica. ¡°Nosotros colaboramos con la EPAD (European Prevention of Alzheimer¡¯s Dementia), un consorcio entre el sector acad¨¦mico y el sector privado para dise?ar ensayos en fase II m¨¢s eficientes¡±, apunta. As¨ª, se podr¨¢n probar con m¨¢s rapidez distintos f¨¢rmacos con distintas dosis y saber cu¨¢les merecen llegar a la fase III, que requiere una gran inversi¨®n. Adem¨¢s, Barcelona¦Âeta est¨¢ desarrollando el estudio Alfa, una investigaci¨®n que va a seguir durante d¨¦cadas a cerca de 3.000 hijos de personas con alzh¨¦imer en busca de los factores de riesgo y los indicadores biol¨®gicos relacionados con la aparici¨®n de la enfermedad.
Otra de las visiones alternativas plantea que el alzh¨¦imer es una enfermedad similar a la diabetes
Hace m¨¢s de un siglo que Alois Alzheimer identific¨® por primera vez la dolencia y varias d¨¦cadas desde que se empez¨® a investigar una cura, pero los tratamientos disponibles son pr¨¢cticamente nulos. Los cient¨ªficos siguen buscando interpretaciones que ayuden a cambiar la situaci¨®n y ya hay quien relaciona su aparici¨®n con las enfermedades cardiovasculares, inmunol¨®gicas o con la diabetes. Ram¨®n Gomis, exdirector del Institut d'investigacions Biom¨¨diques August Pi i Sunyer (IDIBAPS), comentaba en una entrevista con EL PA?S, que hay quien considera que esta demencia puede ser una diabetes de tipo 3 (a?adida a las dos que ya se conocen). ¡°En alzh¨¦imer se ha visto que tambi¨¦n hay una resistencia a la insulina en ¨¢reas neuronales, algunas espec¨ªficas que pueden tener que ver con la memoria. Esto ha planteado que podr¨ªa haber algo en com¨²n en la se?alizaci¨®n de la insulina en tejidos perif¨¦ricos de diabetes convencional y en alzh¨¦imer. Lo que es curioso es que ya hay ensayos con f¨¢rmacos antidiab¨¦ticos para el tratamiento del alzh¨¦imer¡±, comentaba.
?vila reconoce que los resultados de las ¨²ltimas d¨¦cadas no han sido tan buenos como les hubiera gustado a los investigadores, pero cree que el ¨®rgano afectado por la enfermedad la convierte en un reto mayor que, incluso, el c¨¢ncer. ¡°El cerebro como ¨®rgano es much¨ªsimo m¨¢s complicado, tiene muchas m¨¢s c¨¦lulas, mayor diversidad celular, una expresi¨®n g¨¦nica m¨¢s compleja, hay muchas m¨¢s variables¡±, recuerda. ¡°Es dif¨ªcil, pero yo espero que los que vienen despu¨¦s de nosotros se acerquen m¨¢s a la prevenci¨®n o a la cura¡±, concluye.
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