¡°Mi pol¨ªtica es el futuro y la supervivencia de los ni?os¡±

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Maymuna T. Tounkara est¨¢ acostumbrada a recibir amenazas. Llegan de parte de maridos enfadados porque sus mujeres les han pedido el divorcio, pero, sobre todo, de marab¨²es ¡ªprofesores de ense?anza cor¨¢nica¡ª. Ella no parece asustada. Se encoge de hombros y sonr¨ªe, sentada debajo de una foto que la retrata junto con Hillary Clinton en uno de sus despachos, detr¨¢s del estadio de la ciudad costera de Saint Louis (Senegal).

Adem¨¢s de trabajar como coordinadora de la asociaci¨®n And Taxawu Talib¨¦s [Uni¨®n y Solidaridad con los Talib¨¦s], dedicada a ayudar a los ni?os en situaci¨®n de vulnerabilidad, Tounkara es la fundadora de la Oficina para la Protecci¨®n y la Promoci¨®n de G¨¦nero. Y, por si fuera poco, recientemente se hizo con el cargo de responsable de programas en el Consejo de su barrio, Diamaguene. En los ratos libres, se dedica al comercio de su propia firma de ropa, la ¨²nica actividad remunerada que lleva a cabo.

Nacida en Saint Louis hace m¨¢s de tres d¨¦cadas, prefiere no revelar su edad. Empez¨® a trabajar con los ni?os en And Taxawu Talib¨¦s cuando a¨²n era menor de edad, ayudando a su hermano con peque?as tareas. Pese a haber estudiado gesti¨®n inform¨¢tica, siempre supo que los ordenadores no eran lo suyo. ¡°Para m¨ª solo era una manera m¨¢s de ganarme la vida. Me present¨¦ a una oposici¨®n, pero suspend¨ª¡±, recuerda. ¡°Fue la oportunidad para dirigir mi vida hacia otro lado. Lo que realmente quer¨ªa era trabajar en lo social. Todos tenemos una misi¨®n. Y mi pol¨ªtica es el futuro y la supervivencia de los ni?os m¨¢s vulnerables¡±.

Tounkara no est¨¢ casada. ¡°No tengo hijos, pero me siento como la madre de todos los chicos que acuden al centro. Lucho para que se respeten sus derechos, aunque no siempre es f¨¢cil¡±. La falta de subvenciones p¨²blicas es uno de los principales obst¨¢culos que tiene que sortear. ¡°El Estado senegal¨¦s no reconoce nuestro trabajo, no lo valora. Con lo poco que tenemos intentamos hacer grandes cosas. La ausencia de dinero no es una excusa para abandonar la causa¡±.

Con lo poco que tenemos intentamos hacer grandes cosas. La ausencia de dinero no es una excusa para abandonar la causa

And Taxawu Talib¨¦s se ubica en una calle sin asfaltar, en el coraz¨®n de un barrio pobre donde los problemas de alcohol y droga no son raros. La asociaci¨®n se esfuerza desde 1998 para ofrecer educaci¨®n, formaci¨®n, ocio y cultura a la infancia m¨¢s desfavorecida, para alejarla de los peligros de la calle. La inmensa mayor¨ªa de los que frecuentan el centro son varones de entre 6 y 17 a?os. Algunos vienen a ducharse o lavar su ropa, otros, los mayores, piden orientaci¨®n y formaci¨®n profesional. Todos los servicios son gratuitos.

Tounkara recuerda cada uno de los rostros de los que acuden en b¨²squeda de ayuda. ¡°Algunos de los chavales que han pasado por ah¨ª se han convertido en costureros. Incluso hay uno que se ha ido a Par¨ªs. Me impact¨® especialmente el caso de un ni?o de unos 10 a?os que hab¨ªa sido v¨ªctima de malos tratos en la daara [escuela cor¨¢nica] por parte del marab¨². Intentamos detener al abusador, pero se fug¨®. Sin embargo, s¨ª logramos encontrar la familia del cr¨ªo. Volvi¨® a su pueblo y empez¨® a estudiar franc¨¦s¡±.

¡°Otro ni?o se qued¨® m¨¢s de cinco a?os con nosotros en la asociaci¨®n, despu¨¦s de huir de una daara en la que viv¨ªa en condiciones precarias. Cuando contactamos con su familia, se alegraron mucho, porque no sab¨ªan ni que estaba vivo. Hoy vive en su pueblo y ha abierto un taller de soldadura met¨¢lica¡±.

En 2012, Tounkara fue seleccionada para participar en un programa de formaci¨®n para viajar a Estados Unidos y recibir formaci¨®n sobre derechos humanos y temas de g¨¦nero. En Washington, fue recibida junto con las otras beneficiarias por la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton. La foto que inmortaliza este momento decora la pared de su despacho junto con un mapa de Saint Louis hecho con recortes de peri¨®dico relacionados con la violencia y la discriminaci¨®n que sufren las mujeres.

¡°Nunca antes hab¨ªa o¨ªdo hablar de temas de g¨¦nero¡±, admite esta senegalesa que hoy se define como feminista. A la vuelta del viaje a Estados Unidos, decidi¨® abrir un despacho para la protecci¨®n y la promoci¨®n de la mujer. ¡°Vienen a vernos esposas que se quieren divorciar y buscan asesor¨ªa legal; pero tambi¨¦n mujeres que reciben a diario palizas por sus maridos y chicas j¨®venes que necesitan asistencia psicosocial o piden formaci¨®n para ser aut¨®nomas. Mi trabajo consiste en ponerlas en contacto con expertos que puedan ayudar. En una sociedad como la senegalesa, no es sencillo divorciarse y volver a hacerse una vida. Si eres mujer, no te lo ponen f¨¢cil¡±.

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