Impunidad e inmunidad

La relatora de la ONU para las ejecuciones extrajudiciales ha confirmado lo que ya hab¨ªan adelantado los servicios secretos de varios pa¨ªses, entre ellos de EE?UU y Turqu¨ªa: que el asesinato del periodista saud¨ª Jamal Khashoggi fue ¡°planificado y perpetrado por funcionarios saud¨ªes¡±. A las conclusiones provisionales de la investigadora de Naciones Unidas, la francesa Agnes Callamard, se suma la revelaci¨®n de que el pr¨ªncipe heredero saud¨ª, Mohamed bin Salm¨¢n, de 33 a?os, hab¨ªa amenazado un a?o antes de que se produjese el crimen con utilizar ¡°una bala¡± contra el columnista si no dejaba de criticar al r¨¦gimen saud¨ª.

Hasta ahora, los indicios que se?alaban al hombre fuerte del Reino del Desierto se deb¨ªan m¨¢s a un razonamiento que a las pruebas: resultaba imposible que funcionarios, dos de ellos muy cercanos al pr¨ªncipe heredero, cometiesen un crimen as¨ª sin contar con su permiso. Esta nueva revelaci¨®n, fruto de comunicaciones interceptadas por el espionaje estadounidense, demuestra que Bin Salm¨¢n expres¨® su deseo de silenciar al periodista utilizando cualquier m¨¦todo, incluyendo el asesinato. Este crimen de Estado se ha producido dentro de una oleada de represi¨®n por parte de la monarqu¨ªa saud¨ª, contra otros pr¨ªncipes pero tambi¨¦n contra activistas de los derechos humanos, como Lujain al Hathlul y Eman al Nafjan, que seg¨²n numerosos relatos han sufrido torturas en prisi¨®n.

Jamal Khashoggi, que viv¨ªa exiliado en Estados Unidos, fue asesinado el 2 de octubre del a?o pasado por un equipo enviado especialmente para cometer el crimen en el consulado de Arabia Saud¨ª en Estambul. Tras burdas mentiras por parte de los saud¨ªes, los servicios secretos turcos admitieron que pose¨ªan grabaciones del interior del recinto diplom¨¢tico que revelaban que el periodista fue asfixiado, ahogado y su cuerpo descuartizado.

Agnes Callamard ha considerado especialmente grave que el delito se cometiese utilizando la inmunidad de la que gozan los diplom¨¢ticos. Sostiene que el objetivo de su investigaci¨®n es que los responsables sean juzgados. Y la comunidad internacional tiene la obligaci¨®n de apoyar a Naciones Unidas en este fin. No puede hacer como si el asesinato del periodista Khashoggi no hubiese ocurrido, ni tampoco conformarse con la farsa de juicio en marcha contra 11 personas en Arabia Saud¨ª, cinco de las cuales pueden enfrentarse a la pena de muerte (lo que ser¨ªa un crimen a?adido). Khashoggi necesita justicia en el pa¨ªs donde se cometi¨® el crimen, o ante un tribunal internacional, porque como ha se?alado la relatora ¡°la inmunidad no puede confundirse con la impunidad¡±. Y es un mensaje que el mundo debe lanzar a todos los tiranos.