Mejorar la calidad de vida: el futuro de la medicina y la salud en nuestro tiempo
Las innovaciones de Andrew Bastawrous, Conor Walsh, Mark Kendall o Hosam Zowawi est¨¢n teniendo un efecto directo en la calidad de vida de miles de personas
EL BRIT?NICO Andrew Bastawrous vivi¨® un episodio durante su infancia que cambi¨® su vida. Sus resultados en la escuela eran pobres hasta que una visita al oftalm¨®logo le puso remedio: el problema era su vista. Unas gafas graduadas le llevaron a mejorar sus calificaciones y le dieron, adem¨¢s, una determinaci¨®n: ayudar a las personas que, a diferencia de ¨¦l, no tuvieron acceso a consulta m¨¦dica para mejorar su visi¨®n.
Convertido en oftalm¨®logo y cirujano ocular, en 2011 se traslad¨® a zonas rurales de Kenia para intentar ayudar a personas con problemas de visi¨®n. Su equipo, pesado y dif¨ªcil de transportar, necesitaba electricidad para funcionar, una dificultad en zonas que no est¨¢n abastecidas de energ¨ªa. Pero Bastawrous se fij¨® en que lo que s¨ª ten¨ªan esas zonas era cobertura m¨®vil. ¡°Me di cuenta de que pod¨ªamos reemplazar todo el equipo por dispositivos m¨®viles. Pod¨ªamos desarrollar una serie de apps y hardware que permitiesen a personas que no se dedican a la salud a realizar pruebas de visi¨®n de gran calidad sin necesidad de una enorme preparaci¨®n¡±, recuerda. El resultado fue Peek, un equipo port¨¢til para realizar pruebas oculares, que permite llegar a zonas en las que una visita al oftalm¨®logo antes era impensable. Con la ayuda de profesores de estas ¨¢reas rurales, en tan solo 9 d¨ªas pudieron examinar a 21.000 estudiantes, y tratar 900 casos de visi¨®n.
El de Bastawrous es uno de los ejemplos de proyectos innovadores que est¨¢n cambiando la manera en la que los tratamientos m¨¦dicos se aplican en distintas zonas del mundo gracias a los Premios Rolex a la Iniciativa. Parte de la actividad filantr¨®pica de la empresa suiza, estos galardones se instauraron en 1976 para apoyar iniciativas de distintas disciplinas que buscan el avance en los campos de la ciencia, la salud, la preservaci¨®n cultural y la protecci¨®n del medio ambiente.
El ingeniero biom¨¦dico irland¨¦s Conor Walsh es otro ejemplo de c¨®mo una idea que puede mejorar la vida de personas en todo el mundo se hace realidad gracias a esta iniciativa. Junto a un grupo de expertos en el laboratorio de biodise?o de Harvard, Walsh ha estudiado las posibles maneras de acelerar la recuperaci¨®n de las personas que han sufrido traumatismos y que tienen que aprender de nuevo a caminar.
Su experiencia desarrollando exoesqueletos para personas con problemas de movilidad le llev¨® a intentar desarrollar dispositivos que no fuesen tan r¨ªgidos. ¡°Vi que, si utilizabas trajes m¨¢s ligeros y blandos que acentuasen los movimientos adecuados y fuesen m¨¢s c¨®modos de llevar, se pod¨ªan lograr avances enormes en las aplicaciones biom¨¦dicas¡±. Con tejidos el¨¢sticos, mecanizados a trav¨¦s de sensores de movimiento y peque?os motores, sus creaciones ayudan a los pacientes a realizar los movimientos m¨¢s eficaces en su rehabilitaci¨®n, acortando los procesos que los llevar¨¢n a poder caminar de nuevo.
El biom¨¦dico australiano Mark Kendall, por su parte, se plante¨® un reto distinto. Su experiencia le ense?¨® la dificultad de transportar, conservar y administrar vacunas en lugares en v¨ªas de desarrollo. La necesidad de mantenerlas a una temperatura baja y constante y el uso de agujas supon¨ªan un problema que estaba lastrando las campa?as de vacunaci¨®n. Su respuesta fue el Nanopatch, unos parches que aplican la cantidad justa del compuesto necesario para las vacunas de forma m¨¢s precisa que la de una aguja y con la ventaja de poder ser transportada y almacenada sin los condicionantes de las vacunas tradicionales.
Realizados en silicona o policarbonato, los Nanopatch tienen un precio de producci¨®n por debajo de un d¨®lar y pueden resistir altas temperaturas sin perder sus propiedades. ¡°Incluso en lugares en los que se realizan vacunaciones, hay gente que muere porque si no se respeta la cadena de fr¨ªo las vacunas se vuelven inactivas¡±, explica Kendall. ¡°El Nanopatch consigue que eso no sea un problema¡±.
El microbi¨®logo saud¨ª Hosam Zowawi preparaba su doctorado sobre c¨®mo las bacterias resisten a los tratamientos con antibi¨®ticos cuando se dio cuenta de que muchas de las pruebas que detectan estos microorganismos en pacientes no eran lo suficientemente r¨¢pidas. Un margen de 48 a 72 horas es el periodo habitual para detectar infecciones a trav¨¦s de los sistemas habituales, a menudo un periodo que resulta demasiado largo para salvar la vida de algunas personas.
Desde entonces, Zowawi investig¨® en ese campo hasta lograr desarrollar un test que detecta estas bacterias y su posible tratamiento en un periodo de s¨®lo dos o tres horas. Interesado en especial en c¨®mo algunas enfermedades se propagan en lugares como Kuwait, Qatar o Arabia Saud¨ª, sin que la respuesta m¨¦dica sea lo suficientemente r¨¢pida, Zowawi tambi¨¦n ha trabajado en otra prueba que detecta qu¨¦ tipos de bacterias desarrollan una mayor resistencia a los tratamientos con antibi¨®ticos.
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