Una conspiraci¨®n c¨®smica contra los dinosaurios
La historia del asteroide fat¨ªdico es solo la mitad de la historia. La org¨ªa volc¨¢nica empez¨® mucho antes
El ¡°relato¡± no es exclusivo de la pol¨ªtica. Tambi¨¦n la ciencia usa y abusa del relato. Arqu¨ªmedes se mete en el ba?o y grita eureka. Una manzana le cae en Newton en todo lo alto de la cabeza y all¨ª emerge de pronto la ley de la gravedad. Einstein ve por la ventana caer a un obrero desde el tejado de la casa de enfrente y se saca de la manga la relatividad general que rige la cosmolog¨ªa moderna. Y s¨ª, cae un meteorito en la pen¨ªnsula mexicana de Yucat¨¢n y barre a los dinosaurios de la faz de la Tierra. Esta ¨²ltima narraci¨®n, en particular, ha penetrado en el pensamiento cient¨ªfico y en la imaginaci¨®n de todo un planeta. Los dinosaurios dominan la Tierra, les cae un asteroide en todo lo alto de cabeza y se extinguen en pocos a?os por su incapacidad de adaptar ese corpach¨®n que tienen a las exigencias de una crisis c¨®smica, gracias a lo cual empezamos a medrar los mam¨ªferos. Un bonito relato que, como puedes leer en Materia, va necesitando alguna revisi¨®n. De las gordas, probablemente.
El volcanismo empez¨® decenas de miles de a?os antes de que cayera el asteroide, con la potencia necesaria para extinguir a cualquier bicho que dependiera de una atm¨®sfera limpia
Y es una l¨¢stima, porque ese relato es uno de los m¨¢s cautivadores de la ciencia contempor¨¢nea. Los ge¨®logos conocen desde el siglo XIX las cinco extinciones masivas que han condicionado la historia de la evoluci¨®n animal en nuestro planeta. El repertorio de formas animales es razonablemente invariante en tiempos de paz, pero cambia dr¨¢sticamente de una era geol¨®gica a la siguiente (como del cret¨¢cico al terciario). De hecho, el repertorio de f¨®siles de un estrato es el criterio cl¨¢sico para distinguir esas eras geol¨®gicas. Los dinosaurios no estuvieron solos en su fatalidad. Junto a ellos desapareci¨® el 75% de las especies que poblaban la Tierra. Y, de pronto, en un rasgo de buena investigaci¨®n y genio interpretativo, Luis ?lvarez y su hijo mostraron que, coincidiendo con esa fecha fatal, hab¨ªa ca¨ªdo un enorme meteorito sobre nuestro pobre planeta. Una historia perfecta, que se ha usado a menudo ¡ªStephen Jay Gould fue un campe¨®n en esto¡ª para realzar el car¨¢cter contingente de nuestra existencia. Sin asteroide, no hay extinci¨®n de los dinosaurios ni emergencia de nuestra estirpe mam¨ªfera. El destino solo est¨¢ escrito en las estrellas.
Pero f¨ªjate en que una mera correlaci¨®n temporal no tiene valor demostrativo. En tiempos recientes ha quedado claro que hay otra correlaci¨®n temporal igual de elocuente, si no m¨¢s: una org¨ªa volc¨¢nica ocurrida en India. Los ¨²ltimos resultados, con dataciones mucho m¨¢s precisas que cualquier cosa que conoci¨¦ramos hasta ahora, demuestran que el volcanismo de India empez¨® decenas de miles de a?os antes de que cayera el asteroide. Las emisiones de gases de aquellos brutales volcanes tienen la potencia necesaria para extinguir a cualquier bicho que dependiera hasta entonces de una atm¨®sfera limpia y bien oxigenada. El meteorito fue el remate, aunque el volcanismo sigui¨®, e incluso se increment¨®, despu¨¦s del impacto. Suena como una conspiraci¨®n c¨®smica ¡ªy geol¨®gica¡ª contra los dinosaurios, pero es lo que dicen los datos.
No est¨¢ en la naturaleza cient¨ªfica, sin embargo, creer en conspiraciones ni en casualidades. Toda aquella acumulaci¨®n de desgracias debe tener alguna explicaci¨®n, o un origen com¨²n. Estamos muy lejos de llegar a ella, pero a los geof¨ªsicos no se les ha escapado que los volcanes de India est¨¢n cerca de las ant¨ªpodas del cr¨¢ter de Yucat¨¢n en M¨¦xico. Est¨¢n considerando la hip¨®tesis de que el impacto del asteroide acelerara, en el lado opuesto de la Tierra, una crisis volc¨¢nica que ya estaba en marcha antes. El relato del meteorito no funciona por s¨ª solo. La historia real, como siempre, es mucho m¨¢s compleja e interesante.
* LA CIENCIA DE LA SEMANA es un espacio en el que Javier Sampedro analiza la actualidad cient¨ªfica. Suscr¨ªbete a la newsletter de Materia y lo recibir¨¢s cada s¨¢bado en tu correo, junto con una selecci¨®n de nuestras mejores noticias de la semana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.