El meteorito no mat¨® a los dinosaurios
El an¨¢lisis geol¨®gico de los restos de grandes erupciones volc¨¢nicas en India tratan de precisar la secuencia de cataclismos que acab¨® con m¨¢s del 75% de la vida terrestre
Cada cierto tiempo, en la Tierra se produce un gigantesco holocausto que suele ser tambi¨¦n un cambio de r¨¦gimen. Hace 2.800 millones de a?os, un grupo nuevo de microorganismos, las cianobacterias, comenzaron a producir ox¨ªgeno al hacer la fotos¨ªntesis. Transformaron el mundo e hicieron posible la vida como la conocemos, pero aniquilaron a los organismos que hab¨ªan dominado hasta entonces el planeta porque para ellos el ox¨ªgeno era t¨®xico. Como resume uno de los l¨ªderes de la revoluci¨®n ultraconservadora relatada en El cuento de la criada, de Margaret Atwood, ¡°mejor nunca significa mejor para todos, siempre significa peor para algunos¡±. Y lo que es v¨¢lido para las revoluciones pol¨ªticas, tambi¨¦n lo es para las biol¨®gicas.
De las cinco grandes extinciones que llegaron despu¨¦s, la m¨¢s letal sucedi¨® hace 252 millones de a?os, al final del P¨¦rmico. Entonces, una erupci¨®n descomunal en Siberia inund¨® la atm¨®sfera de CO2 y produjo un intenso efecto invernadero que agrav¨® la actividad de algunos microbios productores de metano. Los oc¨¦anos se volvieron m¨¢s ¨¢cidos y perdieron ox¨ªgeno y la destrucci¨®n parcial de la capa de ozono permiti¨® que la radiaci¨®n ultravioleta arrasase la superficie terrestre. Se calcula que el 96% de las especies que habitaban la Tierra perecieron en menos de un mill¨®n de a?os, un tiempo breve si se consideran las escalas geol¨®gicas.
Una gigantesca erupci¨®n en Siberia est¨¢ en el origen de la mayor extinci¨®n de la historia de la Tierra
Pese a aniquilar la vida casi por completo, la gran mortandad, como se conoce a esta extinci¨®n masiva, no es la m¨¢s conocida de todas. Ese honor le corresponde a la sucedida a finales del Cret¨¢cico, hace unos 66 millones de a?os, el cataclismo que se llev¨® por delante a uno de los grupos de animales m¨¢s fascinantes que jam¨¢s pisaron la Tierra. Cuando horadan el suelo en busca de f¨®siles con los que reconstruir el pasado, los cient¨ªficos observan que en ese momento desaparecen la mayor¨ªa de los dinosaurios y pr¨¢cticamente el 75% de los seres vivos de la ¨¦poca. En ese estrato, Luis ?lvarez y su hijo Walter descubrieron en los ochenta una gran cantidad de iridio, un material muy raro en nuestro planeta pero abundante en meteoritos y asteroides. A partir del iridio calcularon que una roca de 10 kil¨®metros de di¨¢metro procedente del espacio fue, probablemente, la culpable de aquella hecatombe. Poco despu¨¦s, la teor¨ªa se afianz¨® cuando se encontr¨® un cr¨¢ter en la pen¨ªnsula mexicana de Yucat¨¢n que se identific¨® con el lugar del impacto.
Pero la vida no se tambalea a escala planetaria por un solo golpe, por fuerte que sea, y desde hace tiempo se defiende que una serie de erupciones volc¨¢nicas a lo largo de cientos de miles de a?os, como ha sucedido en eventos similares a lo largo de la historia del planeta, fueron cambiando el clima y las condiciones atmosf¨¦ricas de la Tierra preparando el terreno para la extinci¨®n del Cret¨¢cico. El lugar de estas erupciones son las escaleras del Dec¨¢n, una de las mayores regiones volc¨¢nicas del planeta situada en la India. Hoy, dos equipos de cient¨ªficos publican en la revista Science mediciones de alta precisi¨®n de la zona para tratar de reconstruir el curso de los acontecimientos que acabaron con los dinosaurios.
Por un lado, un equipo liderado por Blair Schoene, de la Universidad de Princeton (EE UU), emple¨® un m¨¦todo de dataci¨®n que toma como referencia el ritmo al que el uranio se va desintegrando radiactivamente para convertirse en plomo. As¨ª calcularon que las erupciones del Dec¨¢n comenzaron decenas de miles de a?os antes del gran asteroide. Las grandes cantidades de metano, di¨®xido de carbono y di¨®xido de azufre lanzadas a la atm¨®sfera por los volcanes habr¨ªan provocado unos trastornos planetarios capaces de extinguir gran parte de la vida terrestre mucho antes de la llegada del asteroide.
Es probable que los dinosaurios tardasen decenas de miles de a?os en sucumbir a los cataclismos que les aniquilaron
En un segundo estudio, liderado por Courtney Sprain, de la Universidad de California en Berkeley (EE UU), se emplea arg¨®n radiactivo para calcular el momento en que se produjeron las erupciones. Aunque los resultados no son muy diferentes, s¨ª que hay interpretaciones distintas de los datos y se plantea que el choque en M¨¦xico, pr¨¢cticamente en las ant¨ªpodas de la India, aceler¨® las erupciones y produjo una emisi¨®n de gases responsables en parte de las extinciones.
La cat¨¢strofe, que facilit¨® la llegada de los mam¨ªferos y a la postre de nuestro linaje, quiz¨¢ no se deba imaginar como suelen hacerlo las pel¨ªculas hollywoodienses, con un impacto inminente que acabar¨¢ con la vida en la Tierra en pocos d¨ªas. ¡°Es muy dif¨ªcil decir cu¨¢l fue la escala temporal exacta de la extinci¨®n¡±, reconoce Paul Renne, investigador de Berkeley y coautor de uno de los estudios. ¡°De hecho, es probable que fuese variable para diferentes animales y plantas, dependiendo de su posici¨®n en la red alimentaria. Parece claro que el plancton marino fue el m¨¢s r¨¢pido en desaparecer, probablemente en menos de 10.000 a?os. Para otros animales, especialmente los terrestres, como los dinosaurios, pudo tomar m¨¢s tiempo, pero es algo muy controvertido¡±, asevera. Y concluye: ¡°Algo es cierto, la extinci¨®n no sucedi¨® en un instante como en las pel¨ªculas¡±.
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