Viggo Mortensen, el h¨¦roe discreto unido a Espa?a por Ariadna Gil

Viggo Mortensen es una mezcla ex¨®tica de los pa¨ªses en los que ha vivido, Estados Unidos, Dinamarca, Venezuela, Argentina y Espa?a. Tambi¨¦n el producto de los intereses que conforman su personalidad, un tanto alejada del est¨¢ndar de estrella de Hollywood al uso. Con 60 a?os reci¨¦n cumplidos, tiene claro lo que quiere y lo que no, y entre las cosas que no le interesan est¨¢n los personajes sencillos y publicitarse continuamente.

Que es actor lo lleva en el ADN, aunque en su ¨¦xito tambi¨¦n jug¨® la insistencia de terceros. Porque Mortensen estaba decidido a rechazar el papel de Aragorn, el heredero del trono de Gondor de la trilog¨ªa El se?or de los anillos que le catapult¨® a la fama internacional. El responsable de que aceptara el papel fue su hijo Henry Blake, que entonces ten¨ªa 11 a?os y no pod¨ªa entender que su padre rechazase el personaje de uno de los h¨¦roes que llenaban sus fantas¨ªas juveniles. Precisamente Henry, que ya tiene 31 a?os, le acompa?¨® en la fotograf¨ªa de la alfombra roja de la ceremonia de los Oscar que se celebr¨® este domingo. Mortensen estaba flanqueado por Henry y por la actriz espa?ola Ariadna Gil, los dos pilares sentimentales de su discreta vida buscada.

Henry Blake forma parte de su presente, porque padre e hijo est¨¢n muy unidos, pero tambi¨¦n de una ¨¦poca pasada, la que Viggo Mortensen vivi¨® junto a Exene Cervenka, fundadora de la banda X, pionera del punk americano, y con quien estuvo casado hasta 1997. Ariadna Gil es su presente, la mujer con quien comparte vida en Madrid y con quien pasea por el barrio de Chueca con una forma de estar tan normal que hasta los paparazi han dejado de hacer guardia a su puerta. Lo dijo ¨¦l mismo en 2015 en una entrevista con El Pa¨ªs Semanal: ¡°No les doy mucho alimento, ya no encuentran interesante lo que hago, salir a comprar el pan, al veterinario¡­ Es molesto que se entrometan en tu vida, pero si es obvio que no te importa tanto o no haces una performance para ellos, acaban cans¨¢ndose y te dejan en paz¡±.

Establecido en esta tranquilidad pasea como un transe¨²nte m¨¢s por Madrid, aunque su f¨ªsico y su fama sigan provocando dram¨¢ticos giros de cuello. Desde ah¨ª planifica una carrera que le hace viajar de un lado a otro del mundo persiguiendo los proyectos cinematogr¨¢ficos que le interesan (apuesta m¨¢s por el cine independiente que por los grandes estudios). Y desde ah¨ª vive su historia de amor con Ariadna Gil, la actriz espa?ola que se cruz¨® en su camino en 2006 rodando Alatriste y que provoc¨® un giro en la vida de ambos. Ella se separ¨® del director y escritor David Trueba, con quien tiene dos hijos, Violeta y Leo. ?l estableci¨® su residencia en Espa?a. Ambos han mostrado su complicidad y la solidez de su relaci¨®n durante los casi 13 a?os que han pasado y este domingo se han dejado ver por primera vez juntos en la alfombra roja de los Oscar. Ser candidato a Mejor Actor por su interpretaci¨®n en Green Book, premiada como Mejor Pel¨ªcula, merec¨ªa el esfuerzo aunque Mortensen no haya regresado a Espa?a con la estatuilla.

Tampoco los premios son una prioridad en la vida de este actor al que si le dieran a elegir probablemente preferir¨ªa un triunfo rotundo del club de f¨²tbol de sus amores: el club bonaerense San Lorenzo de Almagro, presente ya como una broma en todas sus entrevistas y citas importantes. Tampoco falt¨® en la ceremonia por excelencia del cine y en cuanto vino a cuento, Mortensen abri¨® su chaqueta mientras posaba en la alfombra roja del Dolby Theatre y mostr¨® el escudo de su equipo bien visible en el chaleco que llevaba debajo de su look de gala.

A su lado, Ariadna Gil le daba la mano orgullosa, vestida con un elegante dise?o de la firma espa?ola Cortana. Sin artificios, como es la vida de la pareja. Y cuando pase el hurac¨¢n medi¨¢tico Gil volver¨¢ a sus proyectos de teatro y cine, y Mortensen seguir¨¢ volcado en la cultura. El cine es solo la parte m¨¢s visible de sus inquietudes. Tras el brillo de las pel¨ªculas est¨¢ su pasi¨®n por la pintura, la fotograf¨ªa y la poes¨ªa, tanto en su faceta de escritor como de editor. Y en 2019 llegar¨¢ su estreno como director y guionista en Falling, un proyecto muy personal que gira en torno a un hombre que debe cuidar de su padre a pesar del abismo ideol¨®gico que les separa.

Precisamente las ideolog¨ªas han sido el ¨²nico tropiezo que se ha encontrado Viggo Mortensen en Espa?a, porque el pasado a?o el actor se hizo socio de ?mnium Cultural, la plataforma c¨ªvica que se fund¨® para preservar la cultura catalana y en la ¨²ltima d¨¦cada se ha unido a los movimientos separatistas catalanes. Unos afirman que se trata de un gesto de apoyo a su familia pol¨ªtica (el padre y hermanos de Ariadna Gil tienen v¨ªnculos hist¨®ricos con la vida cultural y pol¨ªtica catalana). Otros se decantan m¨¢s por resaltar el esp¨ªritu libre de Mortensen que en el encuentro que tuvo con El Pa¨ªs Semanal hace ya m¨¢s de tres a?os dej¨® clara su postura: ¡°Me preocupa la calcificaci¨®n ideol¨®gica que desprende el actual discurso pol¨ªtico (¡­) Tanto los periodistas como la gente con sus ordenadores van a lo f¨¢cil, buscan puntos de vista con los que retroalimentarse¡±. Contra eso ¨¦l afirm¨® que se vacuna ¡°leyendo de todo. Escucho y leo y busco lo que necesito, pero tambi¨¦n tomo peque?as dosis de eso que no me gusta para enterarme¡±. Palabra de Viggo.

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