¡°Ahora nosotras queremos tambi¨¦n la tierra¡±
Fatimatou Sall es fundadora de la Asociaci¨®n de Mujeres para la Solidaridad y el Desarrollo de Nord, a la que pertenecen alrededor de 2.000 agricultoras de toda edad
Con un vestido rosa suave, pero potente y brillante, y una sonrisa m¨¢s deslumbrante a¨²n, la agricultora Fatimatou Sall se pasea por su huerto con parsimonia, coge el agua del pozo, va dejando el rastro de sus pasos en la tierra f¨¦rtil y muestra, cari?osa, sus tomates, pimientos, berenjenas, mangos, limones y mandarinas que crecen en su terreno del barrio de Bango, en Saint Louis. "Todo sin fertilizantes", dice r¨¢pido. Ya su familia trabajaba en el campo cultivando cacahuetes y cuenta que ella se ha criado entre ra¨ªces y frutos que se multiplican sin cesar. "Mi padre siempre me dec¨ªa: La primera cosa que tienes que tener es paciencia. Nada es f¨¢cil, pero lo m¨¢s f¨¢cil es la agricultura, si plantas uno salen cinco", recuerda. Sall es la fundadora y presidenta de la Asociaci¨®n de las mujeres para la solidaridad y el desarrollo de Nord (AFSDN), creada en a?o 2000 y a la que pertenecen alrededor de 2.000 agricultoras mayores y j¨®venes de la regi¨®n del norte de Senegal. "La uni¨®n hace la fuerza, es m¨¢s pr¨¢ctico. Al principio, cada una iba por su lado y con asociaci¨®n estamos todas juntas ", se?ala Sall, reconocida en la villa por su lucha contra la pobreza y la desigualdad.
Esta saintlouisienne de 63 a?os trabaja para que las mujeres consigan tener tambi¨¦n las posesiones de las tierras. "Los hombres tienen la costumbre de poseer los mayores terrenos. Pero ahora los queremos nosotras tambi¨¦n", reclama. "Adem¨¢s, necesitamos material para las zonas rurales. La tierra es muy dif¨ªcil; si el a?o es malo, pierdes. Pero si eres valiente y tienes paciencia, puedes lograr un buen resultado", repite en una zona donde el cambio clim¨¢tico incide de manera m¨¢s dram¨¢tica que en latitudes altas, sin ser ah¨ª donde se produce la mayor¨ªa de emisiones. "Querr¨ªamos sistemas de goteo, mejores accesos para que puedan entrar los camiones y maquinaria para la recolecci¨®n... M¨¦todos para que no estemos tan cansadas. No tenemos medios apropiados para cultivar y vender, para crear una buena cadena de valor", explica sin atisbo de s¨²plica.
¡°La uni¨®n hace la fuerza, es m¨¢s pr¨¢ctico. Al principio, cada una iba por su lado y con la asociaci¨®n estamos todas juntas¡±
Se declara amante de la agricultura y cree con firmeza que en la trasformaci¨®n de los productos est¨¢ el valor a?adido. "Si recolectas lo vendes pero, si quieres m¨¢s, tienes que transformar con calidad. Y hay que cuidar el proceso como a las personas", detalla en un div¨¢n corrido que circunda el sal¨®n de su casa, junto a sus terrenos. Sall cre¨® Grupo de Inter¨¦s Econ¨®mico (GIE), una figura asociativa, para comercializar la transformaci¨®n del arroz, del tomate y de otros productos. De una carpeta saca pegatinas de promoci¨®n con alguno de ellos: sirope a base de bouye (el fruto del ¨¢rbol de baobab) y bissap (hibisco), y sirope con tamarindo. Son folletos con la informaci¨®n clara y precisa para el consumidor: valores nutricionales, modo de empleo, tel¨¦fono de contacto y un sello en el que se lee "100% natural". "Los vendemos en Par¨ªs, en Dakar, en Saint Louis, en los comercios, restaurantes, el mercado..", enumera.
Para Sall, la formaci¨®n de las mujeres y de los j¨®venes es clave. Ella ha cursado decenas de capacitaciones. De una carpeta comienza a sacar t¨ªtulos de estudios sobre c¨®mo promover el emprendimiento femenino en Senegal: higiene y trazabilidad alimentaria, presupuestos y movilizaci¨®n de recursos, descentralizaci¨®n en Senegal, planificaci¨®n de desarrollo local, embalaje, tablas nutricionales y c¨®digo de barras y m¨¢rquetin, entre otros. "Nos centramos en la formaci¨®n de las j¨®venes", a?ade, sin dejar de se?alar que su asociaci¨®n tiene un proyecto para proteger a los talib¨¦s, los ni?os mendigos que viven en escuelas cor¨¢nicas. Ha lanzado el proyecto Una mujer, una daara, para que se incluya un plan de escolarizaci¨®n y social para estos chicos. "Les facilitamos los estudios y la comida. Incluso tenemos a uno que ha conseguido ir al instituto y a estudiar a Par¨ªs. Ha sido muy emocionante recibir una carta suya para agradecernos todo lo que hab¨ªamos hecho por ¨¦l en franc¨¦s; muy emocionante", dice plena y complacida.
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