La revoluci¨®n de las mujeres del pueblo

¡°Esto no va a ser una asociaci¨®n para hacer punto¡±, advirti¨® Mercedes Colunga all¨¢ por 1999. Lo de ella y otras 200 mujeres era, directamente, una rebeli¨®n en pleno Zahara de la Sierra, un pueblecito gaditano de apenas 1.400 habitantes. Fue la guerra contra exabruptos ¡ª¡°¨¦stas durar¨¢n dos d¨ªas¡±, ¡°vienen a quitarnos el trabajo a los hombres¡±¡ª, amenazas y boicots de familiares, amigos o vecinos. Pero, en la Sierra de C¨¢diz, revoluci¨®n era feminista o no iba a ser y la asociaci¨®n Zaharilla ya suma cinco empresas y proyectos con los que generan hasta medio centenar de empleos femeninos.

¡°Ha sido duro, pero la lucha merece la pena¡±, reconoce Colunga, a punto de celebrar el 20 aniversario de la entidad. Hoy, el poder¨ªo de Zaharilla salpica el mapa de este bello pueblo colgado de una monta?a de la serran¨ªa gaditana. La asociaci¨®n gestiona la piscina municipal, la playa de un lago cercano, un asador de pollos del centro, una escuela de verano y un catering para guarder¨ªas y centros de mayores que ya alimenta a 200 personas al d¨ªa en seis pueblos de su entorno. En total, la entidad crea 50 puestos de trabajo en los meses estivales y una decena en invierno, todos de mujeres.

¡°El empleo femenino es igual a la independencia econ¨®mica y eso, a su vez, se traduce en independencia social¡±. Esa es la formulaci¨®n con la que Colunga, licenciada en turismo y directora de un hotel de la localidad, y las suyas han conseguido abrir los ojos del patriarcado rural. Todo un logro en una provincia en la que, los ya de por s¨ª abultados porcentajes de paro, empeoran en el caso de las mujeres. A finales de 2018, frente al 27,2% de gaditanos desempleados, hab¨ªa un 36,2% de trabajadoras sin empleo, seg¨²n los ¨²ltimos datos de la EPA.

Aunque no existan cifras actualizadas, en las zonas rurales y de la serran¨ªa gaditana, ¡°esa situaci¨®n es a¨²n peor¡±, asegura Colunga, tambi¨¦n presidenta de la Federaci¨®n de Asociaciones de Mujeres Sierra de C¨¢diz (FEMSICA). Y este agravio era todav¨ªa m¨¢s acusado en 1999. ¡°Al analizar las necesidades sociales, nos dimos cuenta que el problema era el empleo¡±, explica la responsable de Zaharilla sobre unos inicios en los que solo eran 14 asociadas. En 2001 les lleg¨® la primera oportunidad con la explotaci¨®n del bar de la piscina municipal, que a¨²n hoy regentan y tambi¨¦n es sede de su empresa Natural Catering.

Luego fueron llegando m¨¢s explotaciones, empresas y planes de empleo que, con la temporada alta, alcanzan su cenit. ¡°En verano, pr¨¢cticamente, no hay paro femenino¡±, explica Colunga. Los requisitos para acceder a un empleo con la entidad son sencillos: estar asociadas y acudir a las reuniones y las iniciativas formativas. As¨ª fue como ?ngeles Barrera, de 33 a?os, consigui¨® un trabajo en el verano de 2013. Hoy es repartidora en el catering y dependienta del asador durante los fines de semana. ¡°Es dif¨ªcil encontrar un trabajo en tu pueblo. Es una gran ayuda¡±, asegura orgullosa la joven.

Los d¨ªas entre semana Barrera va y viene a Ubrique, Espera, Arcos, Villamart¨ªn, El Bosque y Zahara repartiendo la comida que el catering elabora para seis guarder¨ªas, un centro de mayores y un ambulatorio. ¡°Nos estamos haciendo famosas en el entorno porque elaboramos guisos t¨ªpicos y naturales con productos de aqu¨ª¡±, a?ade Colunga. En total, el catering ¡ªcreado en 2013¡ª ya genera siete puestos de trabajo fijos. A esos se suman los otros cuatro del asador, que abre los fines de semana.

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Desde el mostrador de este local, Barrera ha visto claudicar a hombres que llegaron a vetar cualquier negocio de Zaharilla y ahora son clientes. ¡°Nadie es profeta en su tierra y lo hemos pasado mal, pero ahora parece que la cosa ha cambiado¡±, explica Barrera. Colunga confirma la dificultad que ha supuesto revertir algunas de las conductas machistas del pueblo: ¡°Hemos molestado mucho y tenido muchos enemigos, pero hemos conseguido empoderar a las mujeres gracias al empleo¡±.

En estos 20 a?os la asociaci¨®n tambi¨¦n ha cambiado la oposici¨®n que buena parte de sus 200 asociadas ten¨ªa asumida de forma inconsciente. ¡°He visto a mujeres j¨®venes que, al principio, ni sal¨ªan de casa si no era con sus maridos y, con el trabajo, se han hecho independientes, han tejido relaciones sociales y les ha cambiado la vida¡±, explica Colunga. La cocinera Pilar G¨¢lvez, en un descanso entre fogones, lo deja claro: ¡°Esto es trabajo, pero tambi¨¦n es una terapia para todas¡±.

Hoy en Zahara han dado la vuelta a la tendencia del paro femenino de la provincia. M¨¢s all¨¢ del casi pleno veraniego, en 2017 hab¨ªa 43 desempleadas en el pueblo, frente a los 86 masculinos, y 1.177 contratos de trabajadoras, en oposici¨®n a los 941 firmados por ellos, seg¨²n datos del Instituto de Estad¨ªstica de Andaluc¨ªa. Con todo, Zaharilla sigue siendo una rara avis en su entorno, donde las entidades mayoritarias son asociaciones de mujeres mayores dedicadas a la cultura o las actividades sociales.

Por eso, Colunga tiene dos sue?os, ampliar el catering para dar trabajo a m¨¢s gaditanas de la Sierra y ser capaz de ¡°extrapolar el modelo de creaci¨®n de empleo a otras asociaciones cercanas¡±. De momento, Zaharilla ya suma seis premios andaluces y regionales, mientras que la Universidad de C¨¢diz o localidades vecinas, como Ronda, ya se han puesto en contacto con ellas para averiguar la f¨®rmula de su ¨¦xito. La zahare?a Isabel Seller, tambi¨¦n trabajadora del catering, lo resume en pocas palabras: ¡°Que la gente se acostumbre a que nosotras tambi¨¦n somos emprendedoras. Que la mujer es libre¡±.