Ellas navegan con los pies en el campo

Cuando entr¨® el primer ordenador en su casa, Carmen Cao no sab¨ªa ni encenderlo. Entregada entonces al cuidado de su hija discapacitada y de su madre con Alzheimer en un quinto sin ascensor de A Coru?a, aquel desconcertante aparato fue la soluci¨®n que le dieron los profesores de su ni?a en el colegio San Pedro de Visma para que la cr¨ªa pudiera superar sus problemas de movilidad al escribir. Aquello ocurri¨® hace 20 a?os y el cachivache fue un extra?o para ella hasta 2011. Ahora Carmen, de 62 a?os, se pasea como una reina por las calles de Google, Facebook, Messenger y Whatsapp, ha hecho y recuperado amistades y est¨¢ informada tanto de ¡°lo que pasa en el mundo¡± como de los vecinos del barrio que se despiden en las esquelas. ¡°En el ordenador y el m¨®vil vivo mis aventuras¡±, afirma, divertida. ¡°Lo ¨²nico que no hago es buscar chico por Internet porque estoy muy enamorada de mi marido¡±.

El tard¨ªo pero feliz chapuz¨®n de Carmen en las nuevas tecnolog¨ªas es una de las historias que este viernes se han escuchado en el Hostal dos Reis Cat¨®licos de Santiago, durante la presentaci¨®n del programa Digitalizadas. El proyecto, impulsado por Google.org, la Fundaci¨®n Mujeres y la Fundaci¨®n Cibervoluntarios, se propone formar presencialmente y de forma gratuita a lo largo de este a?o y del que viene a 5.000 de los seis millones de mujeres que viven en la Espa?a rural, a trav¨¦s de talleres de conocimientos b¨¢sicos de Internet, herramientas digitales para emprender un negocio y habilidades para buscar un empleo.

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Carmen cuenta que en aquellos a?os en que las nuevas tecnolog¨ªas eran unas forasteras en su vida, le com¨ªa la curiosidad cuando ve¨ªa a su hija escacharrarse de risa ante la pantalla del ordenador. Su falta de manejo con la escritura la echaba para atr¨¢s. ¡°No me decid¨ªa a apuntarme a un curso de Internet porque me preocupaba mi ortograf¨ªa, a veces no cubr¨ªa ni papeles por eso. Sin embargo, eso no ha sido un problema, siempre me han entendido. Animo a todas las mujeres que est¨¢n como estaba yo a que den el paso¡±, proclama.

En un planeta donde se estima que en solo dos a?os habr¨¢ tres veces m¨¢s dispositivos digitales que personas, Digitalizadas pretende ¡°empoderar¡± tecnol¨®gicamente a mujeres rurales y ayudarlas en su desarrollo profesional, intentando reducir esa brecha digital que sufren por raz¨®n de g¨¦nero y por el territorio que habitan. "Con este programa las mujeres van a pasar de ser beneficiarias a ser protagonistas de su propio cambio social, especialmente a nivel profesional y personal¡±, ha afirmado Yolanda Rueda, presidenta de la Fundaci¨®n Cibervoluntarios, en el acto presidido por la Reina.

Cuando la crisis econ¨®mica la conden¨® al paro, Mar¨ªa Jos¨¦ ?lvarez, vecina de Palomares del R¨ªo (Sevilla) de 39 a?os, cogi¨® el ordenador y se puso ¡°a investigar¡±. Hizo cursos en Google Activate y ahora vende mu?ecos de ganchillo en EE UU, Australia y Singapur. ¡°No es tan dif¨ªcil: con ordenador y conexi¨®n pod¨¦is hacer lo que quer¨¢is¡±. La suya es una historia de supervivencia profesional como la de Maite de Dios, de 24 a?os y residente en T¨¢bara (Zamora), que ha logrado triplicar la clientela del hotel-restaurante que regenta ¡°gracias a la p¨¢gina web y al correo¡±.

Marisa Soleto, vicepresidenta de la Fundaci¨®n Mujeres, ha recordado el ¡°dram¨¢tico¡± problema de despoblaci¨®n que sufre el territorio rural porque ¡°nadie quiere estar donde no tiene oportunidades¡± y ha llamado a ¡°retener el talento de las mujeres¡± de estas zonas con pol¨ªticas de igualdad. Para Francisco Ruiz, director de Pol¨ªticas y Asuntos P¨²blicos de Google, Digitalizadas aportar¨¢ a ¡°oportunidades personales y profesionales, presentes y futuras¡± a las participantes.

Para apuntarse a los talleres hay que lanzarse de cabeza a Internet y acceder a www.digitalizadas.org. ¡°Si alguien quiere contactar conmigo, que me busque en Google¡±, concluy¨® Carmen Cao su testimonio en la presentaci¨®n de Digitalizadas.