Perdidos en el debate competencial

Desde el balc¨®n de su piso el oyente tiene a la vista los balcones de dos pisos al otro lado de la calle. En un balc¨®n lucen dos banderas de Espa?a. En otro, justo encima del anterior, han colgado una bandera estelada. Si los vecinos de esos pisos siguieron la jornada de ayer del proc¨¦s se habr¨¢n reafirmado en sus ideas porque son pocos los que escuchan razones del otro. En sus a?os como cronista judicial el oyente lleg¨® a la conclusi¨®n de que para la inmensa mayor¨ªa de ciudadanos la Justicia es buena si te da la raz¨®n y es corrupta si da la raz¨®n al otro. Con la Polic¨ªa el diagn¨®stico es similar: es buena si casca a los manifestantes de la otra acera; es salvaje si casca en la barricada en la que t¨² est¨¢s. Ese rasero de medir sobrevol¨® en el interrogatorio al se?or Nieto, secretario de Estado de Seguridad cuando ocurrieron los hechos que se juzgan.

Dicen que priorizar la seguridad por encima de la eficacia fue el tranquilizador mensaje que Nieto hab¨ªa dado para la jornada del 1-O. Se lo llev¨® el viento entre cargas policiales de los cuerpos de seguridad del Estado, dimisi¨®n de los mossos, reproches mutuos y la constataci¨®n de que la coordinaci¨®n entre los diversos cuerpos de seguridad sigue siendo un camelo, como lo fue en el pasado. Ll¨¢mese por debate competencial, frase dicha ayer, o por reticencias entre los diversos cuerpos, m¨¢s que colaborar entre si las fuerzas de seguridad, todas, tratan de torpedearse mutuamente. Hay muchas historias divertidas al respecto. Baste recordar una: cuando el gobernador civil de Barcelona se?or Belloch pact¨® con los atracadores a un banco que pudiesen huir en un autom¨®vil acompa?ados de un reh¨¦n el primer detenido fue un polic¨ªa del grupo anti atracos que trato de seguirles en moto. Le detuvieron colegas de otro cuerpo.

Son cosas que pasan cuando hay "debate competencial". Por ejemplo, la funci¨®n que debi¨® asumir el Parlament de Catalu?a en la tramitaci¨®n de las leyes que han llevado a doce personas ante el Tribunal Supremo. Pasma escuchar a un testigo decir que el Tribunal Constitucional no puede ser ¨®rgano censor de lo que decidida el Parlament; pasma que pese a los dict¨¢menes de los letrados del Parlament (no vinculantes ni preceptivos pero si aconsejables) respecto la inconstitucional de lo que aprobaba se siguiese adelante; y pasma tomar un caf¨¦ en la barra de un bar de barrio y percibir que todos los clientes independentistas que opinan se sienten doctores en Derecho Penal y Constitucional. Eran los ¨²nicos en opinar. No escuch¨¦ voces constitucionalistas. ?Miedo? Quiz¨¢s. El abogado Mateo Segu¨ª me dice que detecta miedo incluso en algunos testigos.