Por qu¨¦ Dylan, novio y mejor amigo de toda una generaci¨®n, sobrevivir¨¢ a Luke Perry
El actor ha muerto a los 52 a?os tras no superar un derrame cerebral. Para siempre estar¨¢ asociado al personaje de 'Sensaci¨®n de vivir' que le dio la fama y que tiene mucha m¨¢s enjundia de lo que nos pareci¨®
La primera vez que vimos a Dylan (interpretado por Luke Perry, que falleci¨® ayer a los 52 a?os) en Sensaci¨®n de vivir fue pronunciando la palabra ¡°tragedia¡±. Su frase de debut en la serie (episodio tres, emitido el 18 de octubre de 1990) es ¨¢cida y prof¨¦tica, digna de una serie mucho mejor de la que recordamos: ¡°La gran tragedia de este pa¨ªs es que gentuza como t¨² acaba gobern¨¢ndolo¡±. Se la dice a unos matones que est¨¢n acosando a un compa?ero nerd antes de espantarlos de forma agresiva, pero suave: ¡°Dejadme deciros una cosa: hoy no estoy de buen humor¡±.
Dylan no nos conquist¨® tanto por tener las mejores l¨ªneas de di¨¢logo de la serie y por su belleza obvia y cl¨¢sica, sino por dinamitar el concepto del tiempo y la edad
La segunda vez que lo vimos estaba leyendo un libro a solas en las escaleras del instituto. Cuando el protagonista, Brandon, se acerca a ¨¦l para felicitarle por la actuaci¨®n de su escena anterior, ¨¦l le responde: ¡°No creo en ganar a trav¨¦s de la intimidaci¨®n. A menos que el intimidante sea yo¡±. ?Qui¨¦n demonios era ese chico con una cicatriz en la ceja que hablaba todo el rato con aforismos? En los tres episodios que se hab¨ªan emitido de Sensaci¨®n de vivir hasta entonces, los espectadores hab¨ªamos visto una representaci¨®n de todos los mitos adolescentes del cine: Brandon era una especie de Troy Donahue, Brenda una Elizabeth Taylor para la generaci¨®n X y Kelly una Debbie Reynolds pasada por el filtro de Bret Easton Ellis. Pero faltaba el ¨ªdolo definitivo: James Dean. Ah¨ª lo ten¨ªamos.
El rebelde (sin causa primero, con causa m¨¢s tarde) Dylan no nos conquist¨® tanto por tener las mejores l¨ªneas de di¨¢logo de la serie y por su belleza obvia y cl¨¢sica, sino por dinamitar el concepto del tiempo y la edad. Dylan iba al instituto, pero viv¨ªa solo en una casa enorme entre r¨²stica y colonial, con mucha madera y coloridas mantas. Era un adolescente, pero ya era alcoh¨®lico en recuperaci¨®n. Tambi¨¦n conduc¨ªa un Porsche vintage y en ¨¦l le¨ªa a Lord Byron.
Pero sobre todo, Dylan no juzgaba a nadie. En una serie de ni?os blancos privilegiados que siempre daban lecciones morales en cada episodio, Dylan solo se condenaba a s¨ª mismo, lo cual lo hac¨ªa irresistible a ojos de las mujeres (que lo quer¨ªan como amante) y de los hombres (que lo quer¨ªan como amigo). En ambos casos, quer¨ªan salvarlo: ad¨²ltero en la segunda temporada, hu¨¦rfano en la tercera, estafado en la cuarta, drogadicto en la quinta, viudo en la sexta. A una edad en la que algunos espa?oles est¨¢n pensando en terminar la universidad o tener una pareja m¨¢s o menos estable, Dylan hab¨ªa vivido m¨¢s que todos nosotros juntos y mantenido inalterable su peinado quiff a lo James Dean y sus citas literarias.
Probablemente por eso su muerte, prematura e injusta, se nos antoja extra?a adem¨¢s de triste, porque ese personaje al que interpret¨® ya lo hab¨ªa vivido todo. Luke Perry dej¨® la serie en la sexta temporada para buscar el ¨¦xito en el cine, pero siempre se le resisti¨®. Lo m¨¢s cerca que estuvo de conseguirlo fue en Normal Life, de John McNaughton, en la que interpret¨® a un hombre perdidamente enamorado (de Ashley Judd) que robaba bancos. Se llev¨® buenas cr¨ªticas, pero fue un fracaso en taquilla. Tendr¨ªa m¨¢s suerte en televisi¨®n: Oz (2000) y Riverdale (2017) lo presentaron a nuevos telespectadores y le dieron el favor de la cr¨ªtica.
Pero siempre ser¨¢ Dylan. ¡°Estar¨¦ asociado a Dylan hasta que muera, pero est¨¢ bien¡±, declar¨® el pasado septiembre. Luke se ha ido, pero Dylan permanece.
Revisionado y repensado, es posible que si conquist¨® a toda una generaci¨®n fue porque todas esas cosas inveros¨ªmiles que le ocurr¨ªan de forma veloz e incomprensible y que le her¨ªan por dentro mientras le obligaban a mantener una coraza de chico ind¨®mito por fuera son, al fin y al cabo, una bonita par¨¢bola de lo que es tener 17 a?os.
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