C¨®mo es ser padre en el resto de Europa

Yago Pico de Coa?a pudo por fin dedicarse a investigar cuando se mud¨® a Suecia. Hace siete a?os tuvo la oportunidad de empezar a estudiar c¨®mo estimular al sistema inmune para que elimine el c¨¢ncer en el prestigioso Instituto Karolinska. A finales del a?o pasado este investigador espa?ol constat¨® que la experiencia m¨¢s gratificante que el pa¨ªs escandinavo le hab¨ªa brindado no era la laboral sino la paternidad. Actualmente tiene una hija de cinco meses y se sorprende cada d¨ªa de las prestaciones y el apoyo que el Estado destina a las familias.

No puede decir lo mismo Julio Fortis, padre de un ni?o de cuatro a?os en Italia. El d¨ªa que naci¨® su hijo, este ingeniero inform¨¢tico solo tuvo un permiso de dos d¨ªas. Su mujer tuvo que pasar unos d¨ªas en el hospital tras un parto por ces¨¢rea y la ¨²nica manera de acompa?arla fue pidiendo vacaciones. Fortis describe el complicado d¨ªa a d¨ªa de un padre en Italia, donde percibe que a¨²n se espera que sea la madre la que se encargue de la crianza de los hijos.

La percepci¨®n de David Tom¨¢s Escalera es que en Francia primero va el trabajo y luego van los hijos. Este padre de una ni?a de dos a?os valora las ayudas para la paternidad y el cuidado que recibe su familia. Sin la financiaci¨®n de la asistente maternal, no les ser¨ªa posible poder trabajar. Sin embargo, considera que la conciliaci¨®n todav¨ªa es una tarea pendiente en el sistema franc¨¦s.

El periodista y padre de una ni?a de dos a?os Andreu Jerez, est¨¢ encantado de ser padre en Alemania. Emple¨® ocho meses de permiso de paternidad y disfruta de una asignaci¨®n mensual por hijo, de una subvenci¨®n para la guarder¨ªa y de sanidad y educaci¨®n gratuita para su hija. Para Jerez en Espa?a hay mucho apoyo familiar, pero en Alemania hay Estado.

Y casi igual de feliz con su paternidad o incluso m¨¢s, est¨¢ Alberto Vicente G¨®mez que es padre de mellizos en Austria. Este recepcionista de hotel se ha acogido, junto a su pareja, al m¨¢ximo de tiempo que permite el sistema austr¨ªaco: 35 meses de permiso. Adem¨¢s de las m¨²ltiples ayudas estatales que recibe su familia G¨®mez observa que en Austria la implicaci¨®n de los padres en la crianza de los hijos no solo est¨¢ bien vista sino que est¨¢ promovida por el conjunto de los agentes sociales.