?Salid de los tratados, est¨²pidos!
Si hace falta un renacimiento en Europa, es el de la soberan¨ªa del pueblo, el de la Ilustraci¨®n contra el oscurantismo del dinero y las pasiones religiosas adversas
?Un llamamiento del presidente franc¨¦s a los europeos? Pues bien, existe otra voz en Francia. El inter¨¦s general de los seres humanos del viejo continente merece algo mejor que su diluci¨®n en la estrategia de palabrer¨ªa y artificio de Emmanuel Macron. En Europa ha llegado la hora de hablar la ¨²nica lengua verdaderamente internacional, capaz de impulsar la acci¨®n com¨²n de pueblos tan distintos en su historia, sus lenguas y sus culturas. La lengua de los bienes comunes que debemos defender y extender. La de los proyectos comunes de vida. La de los derechos sociales y los servicios p¨²blicos, que hay que reconstruir despu¨¦s del destrozo de 30 a?os de libre competencia sin limitaciones. La lengua de la paz, ante los delirios belicosos contra los rusos y las provocaciones guerreras de la OTAN.
Es urgente. Porque estamos todos amenazados por un sistema productivo y comercial que destruye la tierra y a los seres humanos. ?No es ya hora de imponer unos reflejos solidarios capaces de salvarnos en esta cat¨¢strofe ecol¨®gica en marcha? El monstruo financiero ya est¨¢ suficientemente cebado, en detrimento de las peque?as y sencillas alegr¨ªas de la vida. Si hace falta un renacimiento en Europa, es el de la soberan¨ªa del pueblo, el de la Ilustraci¨®n, contra el oscurantismo del dinero y las pasiones religiosas adversas. Si Francia puede ser ¨²til para todos, que lo sea por proponer las herc¨²leas tareas que debemos realizar con urgencia. Los pueblos de Europa pueden obligarse a respetar, de aqu¨ª a 20 a?os, la Regla Verde en todas partes, dejar de quitar a la naturaleza m¨¢s de lo que ella puede reconstituir.
?Qu¨¦ lecci¨®n de democracia puede dar Macron cuando la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Consejo de Europa y el Parlamento Europeo han expresado su preocupaci¨®n por la violencia policial en Francia?
Nuestros pueblos pueden renunciar ya al uso de pesticidas, que asesinan la biodiversidad. Pueden decidir erradicar la pobreza en el viejo continente, garantizar un salario decente a todo el mundo, limitar la brecha salarial para detener la epidemia interminable de las desigualdades. Podemos extender a todo el continente mundo la cl¨¢usula de la ley europea m¨¢s favorable para las mujeres. Podemos detener a los evasores fiscales, que desv¨ªan cada a?o mil millones de euros. En otras palabras, es posible comenzar una nueva era de la civilizaci¨®n humana. Es posible hacerlo aqu¨ª, en el continente m¨¢s rico y m¨¢s educado. Si Europa asume un proteccionismo negociado con el mundo, convertir¨¢ sus normas humanistas en un nuevo horizonte com¨²n para miles de millones de personas.
De modo que no nos preocupemos por esa falsa pareja franco-alemana, ese condominio pretencioso y controlado por la CDU, que humilla a los otros 26 Estados y a¨ªsla a los franceses de sus familiares naturales, los pa¨ªses del sur. No nos preocupemos por el miedo a los rusos, que son nuestros socios. Si la democracia est¨¢ en peligro, es m¨¢s por la tiran¨ªa de las finanzas y los m¨¦todos brutales de gobierno, que son los que han martirizado Grecia, perseguido a los opositores en Polonia, en Hungr¨ªa... y en Francia, donde la amenaza contra nuestra democracia no viene de Mosc¨², sino de Par¨ªs, con este presidente que desde hace 17 semanas est¨¢ reprimiendo de forma feroz la movilizaci¨®n de los chalecos amarillos. ?Qu¨¦ lecci¨®n de democracia puede dar Macron cuando la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Consejo de Europa y el Parlamento Europeo han expresado su preocupaci¨®n por la violencia policial en Francia?
Los pueblos europeos necesitan con urgencia un cambio de rumbo. Emmanuel Macron y Angela Merkel encarnan las viejas recetas enfermizas
Y qu¨¦ insoportable es la violencia del enga?o de una Europa fortaleza, a salvo de los refugiados econ¨®micos y medioambientales porque se ahogan en el Mediterr¨¢neo. El hecho de que Viktor Orb¨¢n apruebe el llamamiento de Macron deber¨ªa inquietarnos. Frente a estas brutalidades hace falta una pol¨ªtica inmediata contra las causas de los exilios forzosos: guerras, cambio clim¨¢tico, saqueo econ¨®mico.
Todas estas miserias sociales tienen su origen en el contenido de los tratados europeos, que han solidificado todas las pol¨ªticas econ¨®micas con arreglo al absurdo dogma del ordoliberalismo, tan apreciado por el Gobierno de Merkel. La condici¨®n indispensable para que haya cooperaci¨®n en Europa es retirarse de esos tratados. Los pueblos europeos necesitan con urgencia un cambio de rumbo. Emmanuel Macron y Angela Merkel encarnan las viejas recetas enfermizas. El renacimiento que necesita Europa es el de los derechos pol¨ªticos de sus pueblos. Si Francia puede servir para algo, ser¨¢ para eso, a condici¨®n de que se presente como socio, y no para dar lecciones.
Jean-Luc M¨¦lenchon es presidente del grupo Francia Insumisa en la Asamblea Nacional
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia
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