Lo que no comprenden los pol¨ªticos
Rectificar es de sabios. Esperemos que lo haga Rivera y que los dem¨¢s tiendan a agruparse en un imprescindible centro plural

Espa?a es un Estado democr¨¢tico con una forma de gobierno parlamentaria. Que sea democr¨¢tico significa que los titulares de sus poderes pol¨ªticos son designados, directa o indirectamente, por el pueblo mediante elecciones libres. Esto es entendido y aceptado por todos. Pero no lo es, en cambio, que la forma de gobierno sea parlamentaria. En concreto, esto es algo que nuestros l¨ªderes pol¨ªticos no acaban de comprender.
En una forma de gobierno parlamentaria, al contrario que la presidencialista, los ciudadanos eligen a los diputados y son ¨¦stos, por mayor¨ªa, quienes eligen a un presidente que, a su vez, designa al Gobierno. Por tanto, las elecciones no s¨®lo tienen por finalidad elegir a los representantes de los ciudadanos sino tambi¨¦n formar gobierno. Y el Gobierno, si quiere ser eficiente y eficaz, en caso de no tener mayor¨ªa absoluta, debe estar sostenido por fuerzas pol¨ªticas afines y pactar un programa pol¨ªtico si pretende ser estable y durar cuatro a?os.
La Espa?a constitucional ha funcionado hasta hace poco con una f¨®rmula de bipartidismo imperfecto: PSOE y PP se repart¨ªan el Gobierno, auxiliados en su caso por partidos de ¨¢mbito auton¨®mico. Pero estamos en una situaci¨®n distinta y el viejo reparto ya no sirve. Se ha visto claro tras la moci¨®n de censura: era imposible que Pedro S¨¢nchez pudiera gobernar apoyado por Podemos y los independentistas catalanes, partidos todos ellos populistas y, por tanto, de naturaleza distinta al PSOE.
Sin embargo, parece que no se ha aprendido la lecci¨®n. El veto de Ciudadanos a colaborar con el PSOE es un grave error porque conduce a dividir el mapa pol¨ªtico en los cl¨¢sicos bloques de derecha e izquierda que no responden a la realidad ni a las necesidades del momento. Para hacer frente a los retos actuales se debe llegar a un acuerdo ¡ª del tipo que sea¡ª entre los partidos centrales (PSOE, Ciudadanos y PP) dejando de lado los extremos populistas y, por supuesto, los que pretenden separarse de Espa?a. Esto lo ha visto claro Manuel Valls, un pol¨ªtico con experiencia europea, que lo expresaba acompa?ado de s¨®lidos argumentos en la carta p¨²blica dirigida a los l¨ªderes de estos tres partidos.
Rectificar es de sabios, ello concierne tambi¨¦n a los pol¨ªticos. Esperemos que lo haga Rivera y que los dem¨¢s tiendan a agruparse en un imprescindible centro plural, y no populista, que pueda gobernar, mediante acuerdos, en los pr¨®ximos a?os. Hay retos muy importantes, tanto internacionales como internos, de car¨¢cter econ¨®mico, pol¨ªtico y social. Que por cortoplacismo electoralista no se tuvieran en cuenta dichos retos ser¨ªa una grave irresponsabilidad cara al futuro con un alto precio a pagar. En las elecciones tambi¨¦n se elige a un Gobierno: es lo que deben comprender
Francesc de Carreras es catedr¨¢tico de Derecho Constitucional y fundador de Ciudadanos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.