No perdamos la cordura
Lo que se propaga en estos autobuses de Hazte O¨ªr rebasa l¨ªneas infranqueables desde el punto de vista de la coherencia. Los mismos que insisten en dejar a Franco en su mausoleo de Estado porque es innecesario resucitar traumas del pasado no tienen problema para evocar al se?or Adolf Hitler. Es alarmante que a d¨ªa de hoy todav¨ªa exista el af¨¢n de desprestigiar una conquista de esta envergadura. Un intento particularmente penoso, no solo por la comparativa desorbitada, sino porque se dirigen quiz¨¢s a unas mal denominadas feminazisque, en cualquier caso, son una minor¨ªa. Puedes creer que la lucha acab¨® con Clara Campoamor o Victoria Kent o que queda mucho por hacer con vistas al futuro. Puedes estar a favor de la ley vigente del aborto o querer retroceder hacia la ley de supuestos de 1985. El feminismo, como la pol¨ªtica, puede entenderse desde muchos ¨¢ngulos, pero, por favor, no perdamos la cordura.
Andrea Saiz L¨®pez. Valencia
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