Si se habla de Psicosis, hay una escena clave que todo el mundo tiene en mente: esa que implica una ducha, una sombra tras la cortina, un cuchillo afilado y la partitura de Bernard Herrmann. Pero adem¨¢s de indagar en el terror que son capaces de producir elementos cotidianos como la alcachofa de ducha o el retrete (primera aparici¨®n de un inodoro en una pel¨ªcula), Hitchcock emple¨® tambi¨¦n otros m¨¢s recargados y llenos de simbolismo, como las aves disecadas que colecciona Norman o la mecedora en la que descansa la se?ora Bates.
En lugar de la cl¨¢sica imagen de la paz dom¨¦stica que representa una anciana meci¨¦ndose tranquilamente en el porche mientras hace punto, aqu¨ª la mecedora tiene un intrincado dise?o y se convierte, proyectada en forma de sombra sobre la pared, en una amenaza. No responde a ning¨²n modelo concreto que se haya comercializado: es m¨¢s bien una mecedora popular, f¨¢cilmente reconocible por el espectador, cuyos calados remiten en todo caso a la Peakock chair de Hans J. Wegner, de 1947, hist¨®ricamente incluida en la categor¨ªa de sillas Windsor.
A¨²n as¨ª, consciente de su simbolismo, Hitchcock la emple¨® para la genial campa?a promocional de la pel¨ªcula, fotografi¨¢ndola junto a los actores como un elemento de atrezzo con ¡ªterror¨ªfica¡ª vida propia (algo emulado recientemente por la serie Bates Motel).
A?os despu¨¦s, la pel¨ªcula Al final de la escalera har¨ªa lo mismo con una silla de ruedas, convirti¨¦ndola en un elemento central que aparec¨ªa hasta en el poster.