Por qu¨¦ te vas a arrepentir de haberte gastado un dineral en quitar el gotel¨¦ de las paredes
Una nueva generaci¨®n que no conoci¨® el sof¨¢ de terciopelo se aproxima con curiosidad a estos ocho elementos que odiar¨¢s si naciste en los ochenta. Resultado: terciopelo, pav¨¦s o moqueta vuelven a tu casa, quieras o no
Nunca digas de esta agua no beber¨¦, ni en mi casa no entrar¨¢ un sof¨¢ de terciopelo. O un coj¨ªn de leopardo. El interiorismo es una disciplina viva: nace, crece, evoluciona y, m¨¢s que morir, se aletarga hasta que algo la devuelve al mundo de los vivos. As¨ª se explican, por ejemplo, el retorno del gotel¨¦, el auge del animal print o la recuperaci¨®n de la moqueta. "Hubo una generaci¨®n que convivi¨® con ello en casa de sus padres o de la abuela y que les parece horrible. Ahora llega una nueva generaci¨®n, m¨¢s joven, que siente curiosidad por aquellos materiales y se acercan sin prejuicios", se?alan Juan Mart¨ªnez y David Moya, de Almac¨¦n Alqui¨¢n H¨®ptimo. Tambi¨¦n implica una madurez estil¨ªstica. "Por un lado, un ansia de experimentaci¨®n, de transgresi¨®n, de cuestionar y usar lo proscrito. Por otro, es una reafirmaci¨®n de personalidad. Nadie puede imponerte lo que es bonito o no en tu propia casa", asegura el interiorista Rodrigo Izquierdo. Prep¨¢rate para resucitar a tus bestias negras.
Moqueta
Hubo tiempos de aspiraciones palaciegas donde el poder¨ªo familiar u hotelero se med¨ªa por los metros cuadrados de moqueta que cubr¨ªan el parqu¨¦. Era elegante, confortable y ayudaba mantener el calor del hogar. Luego llegaron los suelos radiantes y la guerra contra el ¨¢caro, y la moqueta pas¨® a mejor vida. Hasta ahora. "Hay un regreso, en especial, en espacios p¨²blicos, como boutiques y hoteles. Son moquetas de alta calidad cuyo uso proporciona una sensaci¨®n de lujo al espacio", se?ala la interiorista Elena Mora. "No creo, no obstante, que estemos ante un revival masivo en cocinas o cuartos de ba?o, por motivos higi¨¦nicos. Mezclar la moqueta con otros materiales aporta una atm¨®sfera muy confortable y una sensaci¨®n de clasicismo, sin caer en lo demasiado barroco".
Su apuesta son moquetas finas, en tonos neutros y luminosos. Y de poco espesor (low pile, no superior a 0,6 cent¨ªmetros): m¨¢s f¨¢ciles de limpiar, incluso con robot aspirador, e inmunes a las antiest¨¦ticas marcas de las patas de elementos m¨®viles, como las sillas. "A menudo la vemos combinada con otros tipos de suelo, como terrazo o madera. Me inclino a apostar por esta nueva tendencia, m¨¢s localizada y sin llegar a cubrir todo el suelo". M¨¢s minoritarios son los proyectos maximalistas, muy al gusto brit¨¢nico o de mansiones de Los ?ngeles como la de Orli Ben-Dor, presidente de marketing de los estudios Disney, decorada por ¨¦l mismo con ayuda de Brooke Gardner.
Para estos proyectos sin complejos van como anillo al dedo las moquetas de Bowloom y Alternative Flooring, con motivos florales, geom¨¦tricos, paisleys y animal print. Entre los materiales en alza, el sisal, de origen vegetal ¡ªprocede del agave sisalana¡ª, y apto por tanto para quienes huyen de las fibras animales. Los hay incluso con imprimaci¨®n ign¨ªfuga y antimanchas.
?La ¨²ltima osad¨ªa? El patchwork o dise?o modular aplicado al enmoquetado: los azulejos de alfombra son la gran aportaci¨®n de Flor Squares. Solo para incondicionales del mix & match. Disponibles en todas las alturas.
Terciopelo
Aporta calidez, refinamiento, y, a poco que te descuides, un barroquismo desmedido. El decorador Erico Navazo cree que este material "regresa para quedarse. Al menos durante una larga temporada. El terciopelo es siempre un acierto. Podemos tenerlo en sof¨¢s, cortinas, incluso en pantallas de l¨¢mparas, en paredes o en muebles antiguos revestidos con terciopelos originales. La clave est¨¢ en lograr un equilibrio en la composici¨®n final. No lo pondr¨ªa a la vez en todos los lugares posibles. Prefiero el contraste. Por ejemplo, un tejido muy rico como el terciopelo queda perfecto sobre una pared encalada. O mezclado con texturas de lino u otros tejidos de gramaje gordo".
Entre sus proveedores favoritos destaca a los cl¨¢sicos "Gancedo, Gast¨®n y Daniela o Coordon¨¦. Y m¨¢s recientemente nos ha encantado la portuguesa Aldec¨®". ?Algo de lo que huir? "Del d¨²o, seda-terciopelo. Y de las imitaciones o los tejidos de baja calidad. El terciopelo debe sugerir siempre lujo. Me encantan los terciopelos de calidad y avejentados. Cuentan historias". En cuanto a los colores, "nada de ocres o beiges. Siempre colores potentes y arriesgados. Es un estilo al que hay que ir con personalidad, no ser t¨ªmidos".
Gotel¨¦
Se encumbr¨® en la Espa?a de los sesenta, esa nacida al auspicio del boom urban¨ªstico, fruto del Plan de Estabilizaci¨®n de 1958. La t¨¦cnica era simple: pintura al temple y mucho grano para disimular unas paredes carentes de l¨ªneas rectas fruto de una construcci¨®n mala y apresurada. En su peor vertiente, evoca casas abigarradas, con pa?os de ganchillo y la flamenca sobre el viejo televisor.En su mejor, la lujosa sobriedad a?os sesenta.
Frente al abuso de anta?o, el decorador Guille Garc¨ªa-Hoz no lo descarta para ponderar un espacio concreto. "A lo mejor no para habitaciones enteras, sino d¨¢ndole una importancia concreta a un rinc¨®n. Incluso en distintos colores, dejando la pared como un cuadro de Pollock visto desde el cielo". El interiorista Erico Navazo reconoce que ya usa, si no gotel¨¦, s¨ª pastas para crear texturas en las paredes. Pero a voluntad, "no para tapar lo mediocre. Las cosas mediocres espero que no vuelvan".
En esa l¨ªnea trabajan en el estudio La Casa Sueca. "No se llevan las paredes con un liso perfecto. La tendencia es a buscar textura, cierto nivel de imperfecci¨®n. Un efecto vitrocemento, de pinturas a la cal o incluso esas paredes rayadas o peinadas de los a?os setenta, acabados que sugieren un tratamiento final m¨¢s manual. Pero el gotel¨¦ como tal, el de la m¨¢quina que lanzaba los grumos contra la pared, m¨¢s all¨¢ de alguna intervenci¨®n art¨ªstica, no hemos encontrado clientes que lo quieran para su casa. Ahora que lo mismo de aqu¨ª en cinco a?os te digo lo contrario", sentencia Eva Torrecillas, una de las socias fundadoras del estudio.
Terrazo
Por la puerta grande y esgrimiendo poderosas razones para recuperar su lugar. As¨ª ha regresado el terrazo. "Es un material de buena calidad. Lo vemos en esos palacios burgueses de Mil¨¢n o en las casas italianas de los a?os cuarenta o cincuenta. Es un material muy resistente al paso del tiempo. Y los juegos geom¨¦tricos crean una est¨¦tica maravillosa", destaca ??igo Arag¨®n, director creativo de Casa Josephine.
La tendencia lo ha impregnado todo: desde platos, p¨®sters como los de Paper collective, moquetas plastificadas, alfombras como estas de Toulemonde Bochard, mobiliario como las mesas de caf¨¦ Terra de Normann Copenhagen, accesorios, estampados en vestidos y hasta manicura.
Puestos a elegir, volviendo a los suelos, lo primero es mirar el presupuesto. "El terrazo continuo in situ es m¨¢s caro que una baldosa porque su instalaci¨®n es m¨¢s costosa". Tambi¨¦n aporta posibilidades creativas casi ilimitadas, dada su maleabilidad. Y no solo para el pavimento. En el espacio creado por Pepe Leal y Terraconti para Casa Decor ¡ªel Sistema Terracon Elements¡ª se reinterpreta el terrazo en clave de nuevas est¨¦ticas y formas, como una ba?era, pelda?os y paneles de pared. Todo realizado de forma artesanal. "El terrazo encaja bien con todo lo que d¨¦ un toque urbano y burgu¨¦s", se?ala Arag¨®n. "Por ejemplo, un continuo combinado con baldosa hidr¨¢ulica. O incorporar un borde latonado. No lo veo, por ejemplo, dentro de una atm¨®sfera ¨¦tnica".
Radiadores de fundici¨®n y fallebas
A?os despu¨¦s de los suelos radiantes y los radiadores de acero, y de los tiradores modernos, los interioristas reivindican los radiadores de fundici¨®n y las fallebas de las ventanas de casa de la abuela. "Son joyas que hay que conservar. Cuando nos las encontramos, las tratamos con chorro de arena para eliminar la pintura y dejar el hierro desnudo. Si es necesario para que vuelvan a funcionar, se reparan o reemplazan las v¨¢lvulas. En ?baton la consigna es respetar la preexistencia", declara Ant¨®n P¨¦rez Panizo, director de comunicaci¨®n.
?C¨®mo integrarlos en una casa del siglo XXI? "Respet¨¢ndolos cuando han envejecido bien. La modernidad a veces es fea. El paso del tiempo, cuando es honroso, es un valor. Solo hay que saber crear espacios para que esos elementos respiren". Aunque existen opciones, como el modernista ?poca, de Baxi, o el sobrio modelo cl¨¢sico, no se muestra partidario de incorporar radiadores contempor¨¢neos que imitan el estilo de hace un siglo.
"Trabajamos con diversos proveedores de derribos. Son aut¨¦nticos recuperadores de joyas de otros tiempos. Incluso nosotros mismos al acometer una reforma, si no utilizamos alg¨²n elemento porque no tiene cabida en ese proyecto, lo almacenamos con vistas a otro futuro, y muchas veces traemos elementos antiguos de ferias. Eso es siempre m¨¢s veraz que uno de fabricaci¨®n nueva".
Animal print
Los cojines y las tapicer¨ªas con estampado de guepardo regresaron en los noventa con el revival del estilo lounge. Pasado ese tiempo se asociaron al g¨¦nero hortera, a una versi¨®n chusca y pretenciosa de Memorias de ?frica. Acostumbrado a trabajar para dise?adores de moda opulenta, como Roberto Cavalli, al interiorista Rodrigo Izquierdo le divierte este comeback. "Hay una neotransgresi¨®n. El arte tiene mucho de pendular. Ahora asistimos a esta recuperaci¨®n del estampado animal, pero no se trata de clonar lo de los 90 sin m¨¢s. Hay una reinterpretaci¨®n: si antes hab¨ªa mucho de reivindicaci¨®n, de saltarse las leyes bienpensantes, ahora tiene m¨¢s de nostalgia".
Reivindica el estampado como un personaje en s¨ª. "Sucede cuando ves un pattern de cebra y no lo interpretas como algo animal, sino como una mancha en blanco y negro". ?Existen l¨ªmites est¨¦ticos o todo tiene cabida? "La regla es tener seguridad en ti mismo. Que no vengan de fuera a decirte que no puedes poner un coj¨ªn en animal print sobre un sof¨¢ de terciopelo. Es hora de desinhibirse". El patr¨®n de cebra, pero, sobre todo, el Antelope de Stark es uno de los m¨¢s codiciados del momento. v
Aplicando el sentido pr¨¢ctico ¡ªtal vez, no tanto el higi¨¦nico¡ª, Holly Hollingsworth Phillips, la interiorista detr¨¢s de The English Room, en Carolina del Norte (EE.UU.), confiesa ser una rendida fan¨¢tica de los enmoquetados de animal print por lo bien que camuflan la suciedad. Su ¨²ltima pasi¨®n: la colecci¨®n de alfombras de Diane Von Furstenberg para The Rug Company. "Son de lana tibetana tejida a mano. El resultado es glamuroso y sofisticado, a la vez que a?aden profundidad y movimiento al espacio", se?ala.
Madera de ra¨ªz
Las lupias de la madera formando dibujos en forma de ojo de perdiz forman parte del recuerdo de esas casas se?oriales de anta?o, con sus c¨®modas napole¨®nicas recubiertas con hoja de chapa decorada con esos dise?os creados en la madera por una naturaleza caprichosa. El minimalismo (o el hast¨ªo) los barri¨® de un plumazo.
Juan Mart¨ªnez y David Moya, de Almac¨¦n Alqui¨¢n H¨®ptimo creen que no se trata de convertir tu apartamento en un viaje al pasado porque s¨ª. "La madera de ra¨ªz tiene cabida en el siglo XXI siempre que haya un hilo conductor, un equilibrio en la mezcla entre materiales y colores. Mezclar por mezclar no tiene sentido". A diferencia de otros elementos en los que s¨ª hay un resurgimiento asociado a una producci¨®n, la madera de ra¨ªz queda casi circunscrita al circuito de anticuarios. "En Madrid apenas quedan dos carpinter¨ªas buenas, as¨ª que pr¨¢cticamente todo lo que busquemos va a ser de colecci¨®n. Esto limita bastante la capacidad de elegir colores o dise?os".
En galer¨ªas como la de Ram¨®n Portuondo o Art D¨¦co Gallery a¨²n es posible hacerse con mesas de los a?os setenta o vitrinas en nogal de los a?os treinta.
Pav¨¦s y otros cristales con textura
El arquitecto Enrique Ventosa, de Plutarco reivindica el cristal de pav¨¦s "para la divisi¨®n de espacios, no como falso sustituto de ventanas en espacios en los que no las hay. En los a?os 2000 se abus¨® mucho del efecto aguas, que nos espanta. Ahora regresan los vidrios con textura, pero sin aguas. Y siempre para dejar pasar la luminosidad, pero con luz real". Glass Italia tiene puertas que garantizan cierta privacidad, al tiempo que deja pasar la luz de una estancia a otra y hasta aparadores de cristal con diferentes texturas.
Manuel Moreno, arquitecto y decorador en Welcome Design resume as¨ª los motivos de este revival: "El pav¨¦s cumple a la perfecci¨®n tres funciones: aislamiento ac¨²stico y t¨¦rmico y luminosidad. Hay muchos formatos, pero el de 15x15 sigue siendo el rey. En menor medida se est¨¢n usando en forma de hex¨¢gono y pent¨¢gono. En cuanto a los colores, predominan los pasteles, muchas veces, utilizados en escala. Y, sobre todo, los acabados mateados, aunque tambi¨¦n se ven paneles de pav¨¦s irisado".
Entre sus marcas favoritas, Vitroland. A los motivos previamente citados, este fabricante a?ade otros dos: el pav¨¦s es muy resistente al fuego y evita las fugas de gas y act¨²a como cristal antibalas por su resistencia a armas de fuego de gran calibre.
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