El r¨¦quiem de Brasil
La masacre en la escuela expone a un pa¨ªs enfermo por el odio
Cuando Jair Bolsonaro firm¨® el decreto facilitando la posesi¨®n de armas en Brasil, la profesora Marilena Umezu escribi¨® en una red social: ¡°Estamos a favor del porte de libros, ya que la mejor arma para salvar a los ciudadanos es la educaci¨®n¡±. El 13 de marzo se convirti¨® en un cuerpo acribillado en el suelo. Marilena estaba entre los siete muertos de la escuela estatal Professor Raul Brasil, en Suzano, en la regi¨®n de S?o Paulo. Dos exalumnos entraron en el edificio disparando y despu¨¦s se suicidaron.
El presidente no es el responsable directo de la masacre. No apret¨® el gatillo y nunca hay solo una causa. Pero Bolsonaro debe responsabilizarse del gatillo que aprieta todos los d¨ªas con sus palabras y actos hacia m¨¢s de 200 millones de brasile?os. Su gesto de campa?a era simular un arma con los dedos. Disparando. Electo, sigui¨® con su discurso de odio. Gobierna mediante un mensaje: las armas son la soluci¨®n.
Poco antes de la tragedia, afirm¨® que dorm¨ªa con un arma junto a su cama. Asiduo de Twitter, tard¨® seis horas en manifestarse sobre los asesinatos. Su compa?ero de partido, el senador Mayor Ol¨ªmpio, se adelant¨® con una ¡°soluci¨®n¡±: si los profesores estuvieran armados, se podr¨ªa haber evitado la tragedia. El mismo d¨ªa de la masacre, el hijo mayor de Bolsonaro, senador electo, present¨® su primer proyecto de ley: la autorizaci¨®n para instalar f¨¢bricas civiles de armas y munici¨®n.
Las escuelas, que deber¨ªan ser un reducto en un pa¨ªs donde faltan espacios culturales, han sido acusadas por el presidente y sus seguidores de ser antros de org¨ªas, depravaciones y un invento llamado ¡°ideolog¨ªa de g¨¦nero¡±. Antes de los disparos reales de Suzano, ya bombardeaban diariamente a escuelas y profesores con fake news. En un pa¨ªs famoso por los problemas de su educaci¨®n p¨²blica, el bolsonarismo ya hab¨ªa conseguido transformar la escuela y los profesores mal pagados en enemigos.
Brasil convive con el genocidio de la juventud negra y de los pueblos ind¨ªgenas. Estas muertes se tratan como parte del d¨ªa a d¨ªa. Los generales han vuelto al poder con Bolsonaro en un pa¨ªs donde m¨¢s de 200 v¨ªctimas de la dictadura militar siguen desaparecidas. Los asesinos y torturadores del r¨¦gimen de excepci¨®n siguen sin castigo. Bolsonaro es el s¨ªntoma de esta democracia deformada que convive con la barbarie producida por el propio Estado.
El mundo empieza a presenciar c¨®mo un pa¨ªs con casi 64.000 asesinatos al a?o reacciona al ser gobernado por un hombre que arma a la poblaci¨®n y defiende el exterminio de los opositores. En los foros que frecuentaban los asesinos suicidas, tratados como h¨¦roes en la dark web, el lema es: ¡°m¨¢tate, pero ll¨¦vate tambi¨¦n al ganado¡±. Amenazados de muerte, un pol¨ªtico gay y dos feministas ya han dejado el pa¨ªs. Brasil est¨¢ de luto. Tambi¨¦n por s¨ª mismo.
Traducci¨®n de Meritxell Almarza
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