Ante el precipicio. 365 d¨ªas del clima

La RAE define finitud como cualidad de lo finito, de lo que tiene l¨ªmite, t¨¦rmino, fin. S¨ª, el planeta es finito, en tanto que tiene recursos limitados. Y el cambio clim¨¢tico, acelerado de forma agitada, veloz y profunda por la acci¨®n humana y el desarrollo sist¨¦mico est¨¢ modificando el clima de forma extrema e incontrolable. There is no Planet B; No hay planeta B. Lo dec¨ªamos miles de personas como activistas en 2009 a las puertas de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Clim¨¢tico de Copenhague. Y avanzados los a?os de cuenta atr¨¢s, la demanda continua vigente como lo manifiestan cada viernes por las calles de todo el mundo millones de j¨®venes que piden presente y futuro para sus vidas, para el clima y para el planeta. Es importante repetirlo, que la sociedad y los poderes p¨²blicos lo asuman de una vez: el equilibrio para la existencia y pervivencia de la vida es delicado. Y est¨¢ en riesgo.

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Los estragos del cambio clim¨¢tico en Espa?a

Las pruebas del cambio clim¨¢tico en Espa?a

A este respecto, nuestro lugar como ciudadanos tiene que ser el del compromiso inequ¨ªvoco con la vida y el planeta. Y la posici¨®n de las personas que nos dedicamos a la vida p¨²blica y la acci¨®n legislativa tiene que ser frontal contra la barbarie negacionista. La situaci¨®n, que da se?ales cada d¨ªa, es alarmante. Cambios que necesitan miles de a?os para hacerse realidad est¨¢n sucediendo con una celeridad que no se corresponde con los ciclos naturales del planeta. Y es que el calentamiento global ya est¨¢ aqu¨ª. Con efectos palpables a nivel mundial. El aumento de la temperatura media del planeta desde la ¨¦poca preindustrial (poniendo como frontera el a?o 1880) supera los 1,5 grados cent¨ªgrados, y la reacci¨®n en cadena es evidente: aumento del nivel del mar, acidificaci¨®n de los oc¨¦anos, incremento en la frecuencia de fen¨®menos extremos y desastres naturales como huracanes, incendios e inundaciones. Consecuencias clim¨¢ticas con derivadas en la vida en el planeta, como la destrucci¨®n de la flora y la fauna o la creciente e insoportable realidad de los refugiados clim¨¢ticos.

Pero no es solo el sur global el que sale perjudicado en el camino hacia el precipicio. Espa?a es el pa¨ªs m¨¢s ¨¢rido de Europa y su temperatura media ha subido 1,6 grados en los ¨²ltimos cincuenta a?os, es decir, el doble que en el resto del mundo. El 74% del suelo espa?ol est¨¢ en proceso de desertizaci¨®n y llegar¨¢ a ser el 94% en medio siglo. Los grandes incendios, que aumentaron un 200% en el a?o 2017, cada vez son m¨¢s devastadores e incontrolables. Si el derretimiento de los polos eleva el nivel del mar en tres metros de aqu¨ª al 2100 ¡ªlo que es una posibilidad real¡ª, buena parte de ciudades como Barcelona, M¨¢laga, A Coru?a y Santander, entre otras, se ver¨¢n completamente anegadas. Reservas ecol¨®gicas como Do?ana o el Delta del Ebro y ecosistemas como las R¨ªas Baixas gallegas desaparecer¨¢n. O desaparecer¨ªan. A¨²n estamos a tiempo de actuar.

Dejemos de hablar del cambio clim¨¢tico. Detengamos el camino hacia el precipicio. Hay un planeta y un futuro que salvar

Quienes defendemos un proyecto pol¨ªtico basado en la justicia social y ambiental, partiendo desde una propuesta de solidaridad entre territorios en un marco de Estado plurinacional, pensamos el presente y el futuro legislativo y de gobernanza sobre dos objetivos: nuevo modelo productivo como oportunidad y cumplimiento de compromisos clim¨¢ticos como necesidad ante el precipicio. Sin demoras, sin excusas, con recursos. La sociedad lo demanda. El planeta lo necesita.

Nuestra mano est¨¢ tendida. Nuestro compromiso con la sociedad lo es a un tiempo con el planeta. Dejemos de hablar del cambio clim¨¢tico. Detengamos el camino hacia el precipicio. Hay un planeta y un futuro que salvar.

Ant¨®n G¨®mez-Reino es diputado en el Congreso, secretario general de Podemos Galicia y candidato de En Com¨²n Podemos.