La proeza de salvaguardar una ciudad Patrimonio de la Humanidad
El centro protegido de Saint Louis, en Senegal, se encuentra en p¨¦simo estado de conservaci¨®n y se juega su clasificaci¨®n en junio. Su compleja historia y la multitud de actores implicados en su mantenimiento explican su delicada situaci¨®n
Fatima Fall se encontraba por casualidad en Dakar el 3 de diciembre de 2000. Fue all¨ª donde, ojeando el peri¨®dico Le Soleil en un quiosco, se enter¨® de que su ciudad, Saint Louis, hab¨ªa sido inscrita el d¨ªa anterior en la lista Unesco como Patrimonio Mundial de la Humanidad como el Bien Universal n¨²mero 956.
Tras a?os de trabajo de investigaci¨®n junto al equipo del CRDS (Centro de Investigaci¨®n y de Documentaci¨®n de Senegal) que hoy dirige, Fall fue una de las personas que redactaron el dossier de la candidatura presentada por el Ministerio senegal¨¦s de la Cultura, que argumentaba la excepcionalidad de Saint Louis y la necesidad de protegerla como parte de la herencia mundial. La noticia, que previsiblemente cambiar¨ªa la vida de la ciudad, le provoc¨® un gran entusiasmo.
Pero hoy, 18 a?os despu¨¦s, tanto ella como muchas personas clave en el entramado de actores implicados en la protecci¨®n del sitio hacen un balance negativo o, al menos, ¡°mitigado¡± de su estado de conservaci¨®n: basta un paseo por la isla para constatar el deterioro de las otrora elegantes galer¨ªas y balconadas, para percibir el peligro de ventanas que amenazan con caer en cualquier momento o sorprenderse ante la proliferaci¨®n de demoliciones o de edificaciones nuevas que nada tienen que ver con sus vecinas. Bajo la amenaza de entrar en la lista de patrimonio ¡°en peligro¡± de la Unesco desde 2010, solo queda preguntarse: ?qu¨¦ ha provocado la dejadez de la ciudad?
Cuantificar la decadencia
El valor excepcional de Saint Louis es a la a la vez urbano, fluvial y marino: enclavada en la desembocadura del r¨ªo Senegal, la ciudad, situada en una isla, desempe?¨® un papel pol¨ªtico, cultural y econ¨®mico muy importante en toda el ?frica occidental francesa en la ¨¦poca colonial. Su centro hist¨®rico es resaltado por un trazado regular, un sistema de muelles y una arquitectura colonial ¡ªde los siglos XIX y XX¡ª de gran calidad. La propiedad designada cubre toda el ¨¢rea de la Isla de Saint-Louis y el puente Faidherbe.
El Plan de Salvaguarda y Puesta en Valor (PSMV, seg¨²n sus siglas en franc¨¦s), principal herramienta legal de protecci¨®n del sitio aprobado en 2008, identifica 16 monumentos hist¨®ricos protegidos legalmente desde 1975, 238 edificios de gran inter¨¦s arquitectural, 486 de inter¨¦s medio y m¨¢s de la mitad sin inter¨¦s particular, pero muchos de los cuales participan a la coherencia urban¨ªstica. De las 1.344 edificaciones censadas en la isla, m¨¢s de la mitad deber¨ªan preservarse.
De las 1.344 edificaciones censadas en la isla, m¨¢s de la mitad deber¨ªan preservarse
A parte de las construcciones, el PSMV protege el skyline de la ciudad, los puntos de visi¨®n, el trazado de las calles y extiende el per¨ªmetro de protecci¨®n a una ¡°zona tamp¨®n¡± que incluye los barrios de la Langue de Barbarie y la parte fluvial de Sor.
Pese a que desde estos primeros documentos exhaustivos (sobre todo el Inventario realizado en 2005) se se?ala el avanzado estado de degradaci¨®n de algunas unidades arquitecturales, el Comit¨¦ de Seguimiento de la Unesco no expres¨® su preocupaci¨®n por este tema hasta 2010. Fue debido a la insuficiente aplicaci¨®n de las normas del PSMV, la d¨¦bil capacidad de de las m¨²ltiples? estructuras de gesti¨®n y la ausencia de especialistas en arquitectura y gesti¨®n urbana.
De nuevo, a trav¨¦s de la prensa se canalizaron las informaciones: en 2016 los saintlouisiens conocieron la intenci¨®n del Comit¨¦ de inscribir el bien de Saint Louis en la lista de patrimonio en peligro si no se remediaban los puntos se?alados.
¡°Las ventas de la prensa se multiplican cuando hay una noticia sobre el patrimonio: la clasificaci¨®n es un orgullo¡±, comenta Alioune Diakhat¨¦, quiosquero de la isla. ¡°Incluso los que no hacen nada por mantener sus casas o infringen flagrantemente las normas ¡ªentre ellos, hombres de negocio e incluso del Gobierno, que levantan sus edificios m¨¢s pisos de los permitidos¡ª juzgan esta insinuaci¨®n como inaceptable¡±, completa Fatima Fall.
Seg¨²n los estudios realizados por Suzanne Hirschi, arquitecta experta en Patrimonio e implicada en diferentes proyectos de salvaguarda de la ciudad desde su clasificaci¨®n, en diez a?os se ha perdido un 35% del valor patrimonial de la ciudad (250 sobre 700 unidades arquitecturales): 160 inmuebles fueron transformados de manera irreversible, 80 se hallan en estado de degradaci¨®n avanzado o incluso en peligro y otros ocho han sido completamente arrasados y solo han quedado parcelas vac¨ªas. La altura m¨¢xima de las edificaciones tambi¨¦n es sobrepasada en numerosas ocasiones, rompiendo el paisaje visual, sujeto igualmente a protecci¨®n. ¡°La evoluci¨®n general de la degradaci¨®n es lenta, pero hay un 26% de casas que en 2005 estaban en buen estado que ahora son prioritarias para su rehabilitaci¨®n¡±, precisa la arquitecta.
Seg¨²n este documento, que data de 2016, solo 28 edificios hab¨ªan sido restaurados seg¨²n las recomendaciones del PSMV, y una cincuentena de casas se manten¨ªan correctamente.
Las explicaciones a esta realidad son de diferente ¨ªndole: Malick Diakhat¨¦, responsable de Patrimonio del Ayuntamiento de Saint Louis, se?ala dos razones: la falta de conocimiento entre la poblaci¨®n de la legislaci¨®n y las disputas entre herederos, muchos de ellos residentes en Dakar o en otro lugar. Fatima Fall alude a la laxitud de los castigos ante las acciones inadecuadas contra los edificios. Los habitantes se?alan la cuesti¨®n econ¨®mica: ¡°Las casas son viejas y se caen. Nadie nos ha dado nunca ninguna ayuda as¨ª que las mantenemos como podemos¡±, afirman varios de los consultados.
La aceptaci¨®n de las herencias
Adem¨¢s de estas razones, Hirschi destaca una que hasta hace poco era tab¨²: la descripci¨®n del bien, basada en los criterios (ii) y (iv) de la Convenci¨®n Unesco. Estos reconocen a Saint Louis como ¡°ejemplo notable de una ciudad colonial¡± que ¡°responde a la visi¨®n del gobernador Faidherbe¡±, en referencia a Louis L¨¦on C¨¦sar Faidherbe, gobernador del Senegal franc¨¦s entre 1854 y 1865, y fundador del imperio colonial de Francia en ?frica. Ambos pueden ser elementos a cuestionar en la apreciaci¨®n general del patrimonio.
En el ¡°discurso patrimonial¡± que se transmitir no se mencionan los valores inmateriales ancestrales ligados a este territorio, como que es la antigua zona de repoblaci¨®n de Senegal y lugar donde prosperaron diversos reinos entre los siglos XI y XV. Tambi¨¦n, a menudo se obvia la presencia de pueblos pescadores ya antes de la llegada de los franceses. Seg¨²n esta tesis, la arquitectura colonial ser¨ªa solo un parte marginal del prestigio y la atracci¨®n que Ndar (nombre en wolof de la isla) ejerce en los habitantes de la regi¨®n, s¨ªmbolo de ¡°muchas herencias¡±.
En diez a?os se ha perdido un 35% del valor patrimonial de la ciudad
Entre estas destaca la del religioso Cheikh Amadou Bamba, fundador de la cofrad¨ªa mouride, cuyos seguidores reclaman un reconocimiento suyo en la ciudad donde esta se enfrent¨® a las autoridades coloniales. En numerosas ocasiones, los mourides han vestido a la estatua de Faidherbe con telas blancas para evocar su figura.
Suzanne Hirschi compara la situaci¨®n de Saint Louis con la de la isla de Gor¨¦e, clasificada 22 a?os antes en la Unesco y en buen estado de conservaci¨®n. ¡°La diferencia es que el patrimonio de esta isla, situada enfrente de Dakar, sirve de decorado para explicar una historia que ha sido asumida por los habitantes¡±, comenta en referencia a la trata de esclavos en el marco del comercio triangular entre ?frica, Europa y Am¨¦rica hasta bien entrado el siglo XX .
¡°En Saint Louis el patrimonio no cuenta la historia que se quiere contar de la ciudad¡±, analiza la experta. Este fen¨®meno se llama ¡°despatrimonializaci¨®n¡± y alude al libre derecho de la persona que hereda de no querer recibir esa herencia. ¡°Es como cuando recibes un anillo de tu abuela y lo vendes¡±, explica Hirschi. ¡°Demuestra que no hay un v¨ªnculo identitario, que no hay inter¨¦s en legarlo a futuras generaciones¡±.
?Luz al final del t¨²nel?
Ante lo que la arquitecta polaca califica de ¡°lenta hemorragia¡±, queda lugar para la esperanza: alrededor de la salvaguarda del patrimonio se siguen movilizando diferentes actores interesados como la Oficina de Turismo, el Sindicato de Iniciativas, la secci¨®n Icomos de Saint Louis o asociaciones locales como Arcas, Ndart, o Les Amis du Patrimoine, que realizan acciones durante todo el a?o para sensibilizar y movilizar a la poblaci¨®n, sobre todo a estudiantes. ¡°Lo que m¨¢s interesa son cuestiones inmateriales, como la elegancia de la mujer de Saint Louis, el uso de inciensos u otras tradiciones locales¡±, explica Marie Caroline Camara, de la asociaci¨®n Entre¡¯vues.
¡°El Estado ha reaccionado tambi¨¦n designando a un gestor del sitio, un comit¨¦ de salvaguarda en la que interviene una unidad de gendarmer¨ªa para casos de infracci¨®n y aprobando un plan de acci¨®n trianual (2018-2020) con un presupuesto de 1,5 millones de euros en el que se prioriza la rehabilitaci¨®n de establecimientos escolares¡±, explica Diakhat¨¦. Este identifica la rama dedicada al patrimonio del Programa de Desarrollo Tur¨ªstico (PDT) como ¡°una oportunidad ¨²nica¡± para la ciudad. ¡°La novedad de esta iniciativa es que, por primera vez, se va a invertir en viviendas privadas, la gran demanda de los habitantes¡±, opina.
En el marco de este programa, dotado de 22,5 millones de euros financiados por la Agencia Francesa de Desarrollo en forma de pr¨¦stamo al Estado senegal¨¦s, se rehabilitar¨¢n 117 edificaciones privadas en peligro o en mal estado, y se ejecutar¨¢n grandes obras de restauraci¨®n como la Catedral y la Place Faidherbe (ya en curso) o la Avenida Jean Mermoz. La Gran Mezquita est¨¢ siendo rehabilitada por la Presidencia del Estado.
Otra se?al esperanzadora es que varios inversores privados, en particular el fundador del grupo ISM-Dakar y del Forum Saint Louis, Amadou Diaw, tambi¨¦n se est¨¢n movilizando por la causa e invirtiendo en la recuperaci¨®n de edificios privados, como los que componen el Museo de la Fotograf¨ªa o el Quai des Arts, de factura impecable. ¡°Mi reto, viniendo del ¨¢mbito de la educaci¨®n, es dotar a esas casas rehabilitadas de cultura¡± dice Diaw, el mayor mecenas de la ciudad.
En junio, fecha de la pr¨®xima misi¨®n de la Unesco, sabremos si estas medidas han sido suficientes para salvar Saint Louis de entrar en la lista de patrimonio en peligro.
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