La alta relojer¨ªa se adapta a los tiempos

En su vig¨¦simonovena edici¨®n, el Sal¨®n Internacional de la Alta Relojer¨ªa de Ginebra (SIHH, por sus siglas en franc¨¦s) despleg¨® todos sus encantos para dar a conocer las nuevas piezas y el savoir faire de algunas de las casas relojeras m¨¢s prestigiosas del planeta. ?Continuidad? ?Evoluci¨®n? ?Tendencias? El convulso mercado de los ¨²ltimos a?os ha obligado a esta industria a hacer un ejercicio de autodiagn¨®stico para adaptarse, encontrar su nicho y no sucumbir a las diversas crisis que llevan a?os atacando al sector: recesi¨®n global, descenso del consumo chino, inestabilidad pol¨ªtica¡­

Ya en la pasada edici¨®n se percibi¨® cierta aversi¨®n al riesgo, traducida en colecciones m¨¢s reducidas (adi¨®s a los cat¨¢logos con referencias interminables) y esfuerzos por limitar la distribuci¨®n (adi¨®s a los puntos de venta hasta en la joyer¨ªa m¨¢s rec¨®ndita). Contenci¨®n y al grano. Esta es la m¨¢xima. Otro de los riesgos que amenazan a este exclusivo mundo formado por una constelaci¨®n de grandes firmas y peque?as manufacturas son los smartwatches: esos artefactos que miden las constantes vitales, avisan de las citas en el calendario, env¨ªan y reciben mensajes y cualquier moderno lleva en su mu?eca (por no hablar de ejecutivos y runners).

Pero no hay miedo entre la mayor¨ªa de los l¨ªderes de las firmas tradicionales de alta relojer¨ªa. Insisten en que no son incompatibles. Que quien quiere un smartwatch, tambi¨¦n ama y desea un reloj mec¨¢nico, tradicional, con su bagaje hist¨®rico y su maquinaria, fruto del trabajo de manos expertas. Cada uno tiene su misi¨®n y su momento en la vida.

Y, por supuesto, su est¨¦tica: no es lo mismo mirar una silenciosa pantalla digital que deleitarse con el tictac de una maquinaria mec¨¢nica y una esfera delicadamente confeccionada por alguno de los maestros relojeros que trabajan en una manufactura en los valles suizos. Una profesi¨®n altamente especializada que, en muchos casos, se transmite de generaci¨®n en generaci¨®n. En 2018 el SIHH tuvo 20.000 visitantes. Este a?o asistieron 3.000 m¨¢s. Aqu¨ª explicamos las tendencias que se vieron...

Vuelve lo simple

La alta relojer¨ªa va a la caza de los millennials: al fin y al cabo ya no son el futuro, sino el presente. Los relojes han rejuvenecido su est¨¦tica (m¨¢s sencilla, limpia y clara). Y tambi¨¦n se han reducido sus precios, algo no tan f¨¢cil como parece, pero posible a pesar de todo: basta darse cuenta de la riada que se avecina de modelos en acero.

De nuevo cl¨¢sico

Recuperar modelos m¨ªticos es una tendencia s¨®lida desde hace a?os. Cartier, por ejemplo, recurre al Santos, todo un icono del planeta relojero que vuelve en nuevos formatos y dimensiones. A. Lange & S?hne tambi¨¦n reinterpreta uno de sus mitos, el Datograph (una leyenda reciente, eso s¨ª: fue introducido en 1999). Incluso Piaget ha vestido su Altiplano, el reloj ultrafino m¨¢s c¨¦lebre desde su nacimiento en los a?os sesenta. La edici¨®n Meteorite tiene una esfera hecha, literalmente, con un meteorito (se cumplen 50 a?os de la primera visita a la Luna y aquello se merec¨ªa un homenaje especial y espacial. Algo que tambi¨¦n ha hecho Herm¨¨s, por cierto).

Esferas en disminuci¨®n

Han reducido sus dimensiones, sin volver a aquellos a?os cincuenta en los que hab¨ªa que mirar la hora con lupa, pero con tama?os m¨¢s acordes con estos tiempos de recobrada elegancia. ?Si hasta Panerai, maestro en grandes tama?os, lo ha hecho!

Manda la piel

Si hablamos de pulseras y brazaletes, los eslabones de metal retroceden. El cuero y las pieles ex¨®ticas ganan terreno, quiz¨¢s por esa moda vintage que lo inunda todo (a excepci¨®n del caucho, m¨¢s enfocado a los modelos sumergibles y deportivos).

Alta tecnolog¨ªa

Aunque las firmas del SIHH suelen decantarse por el oro, el acero o el platino, cada vez se introducen materiales m¨¢s avanzados, ligeros y resistentes. Y futuristas, como la aleaci¨®n Ceratanium (¨®xido de circonio con otros ¨®xidos met¨¢licos) del Top Gun, con caja negro mate, de IWC; la combinaci¨®n de titanio y caucho en la caja y esfera del Hurac¨¢n Performante de Roger Dubuis; el titanio en las cajas de los Freak de Ulysse Nardin, que cuentan con un tratamiento en DLC negro, el Carbonium en el Freak X Carbonium, o el Carbotech que Panerai utiliza en la caja del Submersible Marina Militare Carbotech. Pero no se confunda. El SIHH no se mueve en el frenes¨ª cambiante de las tendencias. Y no lo pretende. Aqu¨ª hablamos de sastrer¨ªa: impecable y atemporal.