El posado feminista en lencer¨ªa de Waris Dirie 20 a?os despu¨¦s
La modelo y activista somal¨ª, que sufri¨® una ablaci¨®n genital, a los cinco a?os regresa a su oficio con fines ben¨¦ficos: ¡°La moda tiene que jugar un papel en los derechos de la mujer¡±
Para Waris Dirie, de 54 a?os, posar frente al objetivo de un fot¨®grafo es como montar en bicicleta, una de esas cosas que nunca se olvidan. ¡°Estoy mas c¨®moda delante de la c¨¢mara que en cualquier otro sitio. Este era mi trabajo, s¨¦ c¨®mo funciona. Y me siento a gusto conmigo misma y con mi cuerpo¡±, explica a EL PA?S. La activista somal¨ª por los derechos humanos lleva los ¨²ltimos 20 a?os consagrada en exclusiva a la lucha contra la Mutilaci¨®n Genital Femenina (MGF), una pr¨¢ctica brutal que causa graves problemas f¨ªsicos y psicol¨®gicos ¡ªcuando no la muerte¡ª y a la que han sido sometidas, seg¨²n la OMS, 200 millones de chicas y ni?as en todo el mundo. Pero en la d¨¦cada de los 90, Waris fue una cotizada modelo que fich¨® por Revlon, desfil¨® para Galliano, pos¨® para Chanel y apareci¨® en revistas como Vogue. El mundo la descubri¨® gracias al fot¨®grafo Terence Donovan, que la eligi¨® para la portada del calendario Pirelli de 1987. Y ahora ha sido otro brit¨¢nico, Rankin, el encargado de retratarla con prendas de la colecci¨®n Icons de la firma de lencer¨ªa y juguetes sexuales Coco de Mer.
Su CEO, Lucy Litwack, se puso en contacto con la fundaci¨®n de Dirie, Desert Flower, para proponerle una colaboraci¨®n que ayudara a propagar su mensaje a un nuevo p¨²blico. Adem¨¢s, parte de los beneficios de las ventas se destinar¨¢n a apoyar la cruzada de la somal¨ª, que fue sometida a una ablaci¨®n con cinco a?os y que, a los 13, se escap¨® de casa para evitar un matrimonio forzoso con un hombre que le cuadriplicaba la edad. ¡°Coco de Mer siempre ha representado el empoderamiento femenino y la importancia del placer ¡ªafirma Litwack¡ª. Y la mutilaci¨®n genital femenina (MGF) busca quitarle a las mujeres el control y el poder sobre su cuerpo y su sexualidad¡±.
Waris Dirie se despidi¨® de la moda igual que hab¨ªa irrumpido en ella: posando para el calendario Pirelli en 1997. Le bast¨® una d¨¦cada para comprender que ese trabajo nunca iba a resultarle suficientemente gratificante, y a¨²n mira a la industria con suspicacia: ¡°La moda tiene un papel importante que jugar en lo que se refiere a los derechos de la mujer; ejerce una gran influencia sobre las chicas j¨®venes, pero puede ser un sitio peligroso porque te adulan, y no sabes qu¨¦ es real y qu¨¦ no¡±, asegura. ¡°Hay cosas que est¨¢n cambiando. En la pasarela se ven m¨¢s razas y tipos de mujer, pero sigue faltando diversidad. Apenas hay dise?adores negros; la gente blanca hace su ropa y espera que a todo el mundo le guste¡±.
En 2020 su autobiograf¨ªa superventas, Flor del desierto ¡ªque se llev¨® al cine en 2009 protagonizada por la tambi¨¦n modelo Liya Kebede¡ª, se estrenar¨¢ como musical en Suiza. Un proyecto del que habla con cierta ambivalencia: ¡°Es muy emocionante. Pero, ?sabes qu¨¦ siento? Que mi historia nunca me va a dejar en paz, que va a perseguirme para siempre. Si ayuda a alguien, si puede dar fuerza a otra chica, entonces est¨¢ bien, que sigan. Pero estoy cansada de esta historia¡±. Dice que est¨¢ planeando un nuevo libro, esta vez sobre la belleza: ¡°Pero sobre lo que significa realmente. Porque la belleza son millones de cosas, no una sola¡±.
En 1987 consigui¨® un peque?o papel en una pel¨ªcula de James Bond, 007: Alta tensi¨®n, y le hubiera gustado seguir explorando la interpretaci¨®n. Tampoco lo hizo. ¡°Sent¨ªa que ?frica me necesitaba m¨¢s que ninguna otra cosa, incluso que yo misma. Porque yo no necesito mucho, no soy el tipo de persona que busca fama y fortuna¡±. Ahora, por primera vez, cree que el final de su misi¨®n podr¨ªa estar pr¨®ximo y, con ello, la posibilidad de probar cosas nuevas: ¡°Soy muy creativa. Pinto, escribo y me encantar¨ªa dirigir; tengo buena visi¨®n y un ojo r¨¢pido. Tambi¨¦n quiero dise?ar. Estoy muy cerca de poder hacerlo, aunque tambi¨¦n disfruto mucho ayudando a los dem¨¢s. El d¨ªa que no hago sonre¨ªr a alguien no me siento bien, es como si me faltara algo¡±.
Para que la MGF acabe siendo erradicada por completo, Dirie considera indispensable la educaci¨®n de las ni?as: ¡°El conocimiento es poder. ?frica no cambiar¨¢ mientras la mujer africana est¨¦ privada de educaci¨®n. Mi propia madre no ten¨ªa ni idea de las cosas terribles que le hizo a sus hijas durante toda su vida; pensaba que estaba haciendo un trabajo incre¨ªble, y hasta hace poco no ha entendido que en realidad nos hab¨ªa da?ado y desfigurado¡±. Por eso, la principal labor de su fundaci¨®n es crear escuelas; han comenzado en Sierra Leona (donde nueve de cada 10 ni?as son mutiladas, aunque desde enero la pr¨¢ctica ya no es legal) y quieren seguir con el resto de ?frica, para lo que utilizar¨¢ el mill¨®n de d¨®lares con el que est¨¢ dotado el premio Sunhak de la Paz que acaba de recibir en Corea del Sur.
Entre 1997 y 2003, Dirie ejerci¨® de embajadora especial de la ONU para la eliminaci¨®n de la MGF, pero hoy no tiene buenas palabras para la organizaci¨®n: ¡°En mi fundaci¨®n estamos haciendo lo que se supone que deber¨ªan hacer ellos. La verdad es que no estoy nada contenta con la ONU, no creo que se tomen en serio los problemas de las mujeres¡±.
Dirie vive en Viena y es madre de dos hijos de 22 y 10 a?os a los que educa en el feminismo. ¡°Respeto y amor son dos palabras que no dejan de o¨ªr¡±, cuenta. Pero tambi¨¦n tiene sus reservas sobre las manifestaciones del D¨ªa Internacional de la Mujer: ¡°Pero, ?por qu¨¦ han tardado tanto? Est¨¢ bien alzarse, unirse, manifestarse, pero tenemos que hacerlo las 24 horas, todos los d¨ªas, hasta que nos escuchen. No parar, no dormir. No hacerlo hoy porque es el d¨ªa de la mujer, y ma?ana de vuelta a la mierda. Eso no tiene sentido¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.