Naty Abascal contin¨²a como icono de la moda cuando cumple 76 a?os
La modelo y estilista sigue trabajando como estilista de moda y sigue figurando en los eventos m¨¢s exclusivos de la ¡®jet¡¯ internacional que tienen que ver con este mundo
Incombustible e imparable, as¨ª se muestra la modelo y estilista Naty Abascal a la edad en la que otras personas se dedican a jugar a la petanca o pasear a sus nietos por el parque. Ella, que ha tenido que reinventarse varias veces a lo largo de su vida, contin¨²a al pie del ca?¨®n en un campo que nunca le ha fallado desde que decidi¨® volcarse en ¨¦l: la moda. Su pasi¨®n desde que, cuando ten¨ªa 21 a?os, el modista Elio Berhanyer le propuso presentar su colecci¨®n en Nueva York durante la Exposici¨®n Mundial de 1964.
Utiliza las redes sociales como aliadas para publicitar los trabajos que realiza, los eventos a los que asiste y las producciones de moda que llevan su firma para diferentes publicaciones, entre ellas las revistas Hola! y Telva. Redes en las que da cuenta de su intensa actividad que igual le lleva a Marrakech a disfrutar de unos d¨ªas con amigos en el hotel La Mamounia, uno de los hoteles m¨¢s lujosos de la ciudad marroqu¨ª, que ha postear im¨¢genes de las que se deduce que ha estado presente en todos los desfiles de las colecciones de los dise?adores que tienen algo que decir para la pr¨®xima temporada o a etiquetar con emoticonos que reflejan cu¨¢nto le gusta un sombrero, un collar o uno de los muchos eventos exclusivos a los que acude.
Naty Abascal cumple este martes 76 a?os pero como su gran amigo, el dise?ador Valentino, parece anclada en un tiempo y un lugar por el que los a?os pasan de refil¨®n sin dejar lacras trascendentales. Para muchos su voz aflautada, que conserva el deje sevillano, y su reconocible planta de maniqu¨ª la hacen valedora de la etiqueta de pija de libro. Quienes saben de su trayectoria conocen que trabaja porque le gusta seguir dedic¨¢ndose a la moda y porque necesita hacerlo para mantener su econom¨ªa. Haber estado casada con Rafael Medina y haber llevado el t¨ªtulo de duquesa de Feria no le ha garantizado una vida de div¨¢n brocado, aunque s¨ª es cierto que de esa y de cada una de sus otras etapas ha sabido llevarse siempre algo que vale tanto como el dinero: magn¨ªficas relaciones que la hacen moverse en un mundo exclusivo y de millonarios aunque su cuenta corriente y propiedades sean mucho m¨¢s modestas.
Naty Abascal sabe lo que es estar arriba y abajo en la noria de la vida. Cuando viaj¨® a Nueva York junto a Elio Berhanyer conoci¨® al prestigioso fot¨®grafo Richard Avedon y protagoniz¨® un reportaje en la revista Harper¡¯s Bazaar que inicio su despegue en un mundo que esperaba su saber estar frente a la c¨¢mara. Ha sido musa y amiga de ?scar de la Renta y de Valentino, ha trabajado con Woody Allen para su pel¨ªcula Bananas; Salvador Dal¨ª pint¨® su cuerpo para una anuncio de televisi¨®n, pos¨® desnuda para Playboy y para la revista Interwieu fundada por Andy Warhol.
En 1977 contrajo matrimonio con Rafael Medina, duque de Feria, y lleg¨® su etapa como esposa, madre y anfitriona de lo m¨¢s granado de la sociedad espa?ola de la ¨¦poca. Tambi¨¦n como personaje recurrente de la llamada prensa rosa. Pero la relaci¨®n acab¨® y poco despu¨¦s de su separaci¨®n lleg¨® la etapa m¨¢s negra de la vida de Naty Abascal, aquella en la que su saber estar de siempre tuvo que imponerse por encima de cualquier otra cosa cuando su exmarido fue acusado del rapto de una ni?a de cinco a?os y de tr¨¢fico de drogas y termin¨® en prisi¨®n en marzo de 1993.
Entonces su vida se centr¨® en proteger a sus hijos adolescentes, Rafael y Luis Medina, y alejarles del conflicto haciendo el sacrificio de separarse de ellos y enviarles a estudiar a Estados Unidos, donde vivieron en casa de ?scar de la Renta. Desde entonces si han existido romances, no han sido sonados, y la vida de Naty Abascal ha seguido transcurriendo las ritmo que marcan las colecciones de moda. Sabiamente ha visto venir que sus tiempos de modelo eran otros y que hab¨ªa que subirse a la ola de Internet para seguir siendo musa. As¨ª ha pasado de maniqu¨ª a influencer, de impresionante percha a respetada prescriptora, de vestir un Valentino de alta costura a asistir a una fiesta de alto copete vestida impecablemente de Zara. Y todo sin dejar de ser respetada por los dise?adores con los que se codea de t¨² a t¨² detr¨¢s de los escenarios y por sus compa?eras mileuristas que como ella toman notas a su lado para realizar la cr¨®nica m¨¢s certera de un desfile. Naty Abascal tiene la capacidad de transformaci¨®n de un camale¨®n y los a?os, de momento, solo los nota cuando vuelve algo m¨¢s cansada de lo normal despu¨¦s de un tiempo fuera de casa.
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