Historias an¨®nimas de h¨¦roes y hero¨ªnas en Jordania
Por mucho que se le quiera denostar, el turismo sigue siendo una fuente de ingresos crucial para muchas regiones del mundo. Y bien gestionado, permite a las comunidades locales generar ingresos sin perder su cultura. Estos cuatro casos de tenacidad en Jordania son un ejemplo
Jordania es un pa¨ªs bello y seguro. Pero tiene alg¨²n vecino problem¨¢tico. Por eso muchos viajeros tienen a¨²n cierta ¡ªe injustificada¡ª prevenci¨®n para visitarlo. Sin embargo, el turismo es parte fundamental de su econom¨ªa (casi el 18% del PIB) y la ¨²nica forma de sustento de amplias capas de la poblaci¨®n. La semana pasada se celebr¨® en Aqaba la tercera edici¨®n del AdventureNEXT, un congreso de referencia mundial en el sector del turismo activo y de aventura que ayuda a destinos emergentes a mostrar su oferta. Estos son cuatro ejemplos con nombre y apellido vistos en el AdventureNEXT de gente sencilla que triunfa en Jordania y mejora la vida de los suyos gracias al turismo.
Hussein Al Ammarin: no todos los directores de hotel llevan traje
Hussein Al Ammarin tiene 41 a?os, 30 camellos, un hijo de 12 a?os, una mujer centroeuropea y una enorme sortija con una piedra azul en el me?ique de la mano izquierda que le regalo su padre, Suleman Mosa, y que nunca se quita porque le recuerda a ¨¦l. Hussein Al Ammarin es beduino, no fue a la escuela y creci¨® en un campamento de jaimas rodeado de ganado. Pero hoy dirige con dotes de showman el campamento Ammarin, un alojamiento tradicional beduino en Beidha, a 10 kil¨®metros al norte de Petra y a apenas 200 metros de la entrada de Little Petra (Siq Albarid). El campamento se levanta en un precioso valle, el Wadi Al-Amti, con un fondo de arena blanca y rodeado de monta?as en forma de anfiteatro. Un escenario de pel¨ªcula.
¡°Esta tierra es nuestro hogar, nacimos aqu¨ª y crecimos aqu¨ª¡±, asegura. Beidha es desde hace m¨¢s de un siglo el hogar de los beduinos Ammarin, pastores de camellos y cabras. Un territorio que ha soportado siglos y siglos de vida n¨®mada, declarado hoy ¨¢rea protegida por el Gobierno jordano (reserva Beidha) y en el que hasta principios del siglo XX se pod¨ªan ver caravanas de cientos camellos.
Pero los tiempos cambian. Y las caravanas ya no dejan dinero. El futuro es el turismo. Hace ya 20 a?os que los Ammarin decidieron abrir un campamento tur¨ªstico en sus tierras para fomentar la cultura beduina y proporcionar a la tribu otra v¨ªa de ingresos sostenibles.
¡°Involucrar a la gente local en el trabajo que genera el campamento siempre fue una prioridad¡±, comenta Hussein, que dirige la empresa tribal desde julio 2018. ¡°Este campamento es vital para la sostenibilidad y el desarrollo de la comunidad, la preservaci¨®n de la cultura beduina y el entorno natural". En Jordania, el 5% de la poblaci¨®n es beduina y n¨®mada. Todo el personal del campamento, tanto masculino como femenino, pertenece a la tribu Ammarin y se dedica a cocinar platos tradicionales para los hu¨¦spedes, guiar a los excursionistas o mostrar aspectos de identidad cultural como una forma adicional de mantener viva su cultura. Entre sus ofertas est¨¢n el dormir en una tienda tejida artesanalmente con lana de cabras y camellos; ser pastor por un d¨ªa, pastoreando y orde?ando las cabras con las beduinas; aprender a hacer shirac, el pan t¨ªpico beduino, o participar en la ceremonia del caf¨¦. Y hacer marchas a pie por el desierto.
¡°Soy feliz porque ayudo a mi comunidad. Vamos a empezar con un proyecto de reciclaje y compost. Queremos ser naturales y salvar el medioambiente¡±, cuenta con su m¨¢s que aceptable ingl¨¦s y sus ademanes de encantador de serpientes. ¡°Solo con una sonrisa puedes sentir la bienvenida y la acogida¡±.
Por cierto: aunque al campamento Ammarin no llega internet, tienen perfil en Instagram: @ammarinbedouincamp. Son beduinos, pero viven en el siglo XXI.
Seham Bani Mostafa y la cooperativa de mujeres ecologistas
Cuando Trajano gestionaba un imperio, la ciudad greco-romana de Jerash ten¨ªa casi 20.000 habitantes y un poder¨ªo famoso en todo el Mediterr¨¢neo. Hoy los turistas se pasean a¨²n por su Cardo M¨¢ximo, pavimentado con enormes piedras pulidas, y admiran los imponentes restos de teatros y templos. Pero la zona que rodea Jerash, al noroeste de Jordania, es pobre, con pocos recursos y alto ¨ªndice de desempleo. Una zona rural donde un colectivo lo tiene a¨²n peor para entrar en el mercado laboral: las mujeres, y m¨¢s si tienen que cuidar de media docena de hijos.
Por eso Seham Bani Mostafa, junto a otras siete mujeres de Souf, una aldea pr¨®xima a Jerash, decidieron en 2016 pasar a la acci¨®n y crear Bait Khayrat Souf, una plataforma para que las mujeres locales tuvieran oportunidades de trabajo promoviendo los productos de sus cultivos y manufactur¨¢ndolos de forma ecol¨®gica y natural, sin conservantes ni aditivos. Para ello montaron un restaurante y una tienda en la que los visitantes pueden desayunar, almorzar y cenar. El proyecto est¨¢ administrado por la Asociaci¨®n Alnoor Almouben, en la que hoy ya participan 20 mujeres, casadas y solteras.
La casa donde est¨¢ su restaurante tiene su propia historia. Fue construida en 1881 como residencia por el clan Al - Batarseh y a¨²n mantiene el legado hist¨®rico y cultural de la familia. M¨¢s adelante se convirti¨® en iglesia y escuela ortodoxa cristiana, una instituci¨®n querida y que hizo mucho bien a la comunidad. En 2015 la casa fue donada a la asociaci¨®n Alnoor Almouben gracias a la ayuda y apoyo de la Fundaci¨®n Princesa Alia (PAF) para empoderar a este grupo de mujeres, madres y esposas y la ambiciosa iniciativa que servir¨ªa a la comunidad. La rehabilitaci¨®n y reforma (de agradable gusto local) de la casa la financi¨® la Embajada de Holanda en Jordania.
Cuando el viajero entra a Bait Khayrat (bait significa ¡°casa¡± y khayrat, ¡°los productos de la tierra¡±) le sorprende un ambiente natural al aire libre, en el que puede sentarse debajo de grandes higueras y rodeado de flores fragantes. Los manjares que sirven son ¨²nicos, elaboradas por ellas mismas con productos de proximidad y acompa?ados de pan de trigo natural hecho a mano. Una exquisita combinaci¨®n de mermeladas, encurtidos, aceite de oliva, vinagre, melaza, queso Labanih (de oveja), mansaf, kabseh, tabouleh y una extensa variedad de hierbas curativas, desde romero a salvia, tomillo y otras plantas nativas de la zona visten la mesa. En la casa est¨¢ tambi¨¦n ubicada la tienda, en la que se pueden adquirir los productos naturales caseros elaborados por las mujeres del proyecto.
En Bait Khayrat los turistas tambi¨¦n pueden vivir la experiencia de cosechar y procesar los productos; por ejemplo, hacer mermeladas. Han desarrollado adem¨¢s una ruta de senderismo y bicicleta de 10 kil¨®metros. Y ofrecen bicicletas para alquilar.
Seham Bani Mostafa, tiene 49 a?os y est¨¢ soltera. Adem¨¢s de fundadora, es la relaciones p¨²blicas de la asociaci¨®n. ¡°El papel de la mujer l¨ªder en Jordania se respeta y se apoya¡±, asegura. ¡°Y nuestro caso no es el ¨²nico, hay m¨¢s asociaciones como esta en Jordania. De la nuestra viven hoy 20 familias, con un promedio de 7 miembros cada una¡±.
Y ya est¨¢n trabajando para restaurar antiguas casas de la poblaci¨®n y convertirlas en alojamientos tur¨ªsticos.
Gaith Bahdoosheh, de librero ambulante a bibliotecario hipster
Gaith Bahdoosheh tiene 28 a?os y es cristiano en un pa¨ªs de mayor¨ªa musulmana. Calza zapatillas All Stars y viste al estilo hipster. Su trabajo en una compa?¨ªa de seguros le deprim¨ªa hasta el extremo por lo que en 2015 decidi¨® dejar la seguridad de un sueldo fijo y lanzarse a hacer lo que verdaderamente le gustaba: difundir la pasi¨®n por los libros y fomentar la lectura en Jordania. Llen¨® de gasolina el dep¨®sito de su viejo Mercedes del 74, lo carg¨® de libros usados que ten¨ªa en casa y se fue a recorrer el pa¨ªs como vendedor ambulante. Fue la primera (y quiz¨¢ ¨²ltima) librer¨ªa rodante del pa¨ªs.
El techo y el cap¨® del Mercedes le serv¨ªan de escaparate para exponer su mercanc¨ªa. Su carisma y buen rollo hicieron el resto. Durante casi un a?o visit¨® todos los rincones del pa¨ªs con su iniciativa sobre cuatro ruedas a la que puso el nombre de Books of the Road. Recibi¨® apoyo de mucha gente y le llegaron donaciones de libros de todas partes de Jordania. As¨ª consigui¨® los fondos para cumplir su sue?o: abrir una librer¨ªa de verdad en su pueblo, Madaba.
Kawon es la primera (y ¨²nica) librer¨ªa de esta localidad en la que los turistas paran para ver sus famosos mosaicos bizantinos. ¡°Significa universo en ¨¢rabe¡±, dice orgulloso Gaith, "porque los libros son el universo y cuando entras en la librer¨ªa es como entrar en el universo". Los viajeros que deambulan hoy por Madaba encuentran en Kawon un espacio con un encanto ¨²nico, donde tomar un caf¨¦ y disfrutar del ambiente m¨¢s literario y cultural de la localidad. La tienda es preciosa y est¨¢ repleta de libros. Libros de todos los g¨¦neros, todas las lenguas y todas las tem¨¢ticas.
"Es muy dif¨ªcil alentar a mi gente a entender la lectura como un pasatiempo¡±, reconoc¨ªa Gaith en otra entrevista, ¡°porque es posible que no entiendan la importancia de la lectura. Pero la visualizaci¨®n de los libros ayuda, los libros en s¨ª mismos atra¨ªan a las personas al coche y fomentaban la lectura¡±.
La ilusi¨®n de futuro de Gaith Bahdoosheh, el librero hipster de Madaba, es recorrer distancias m¨¢s largas y llevar libros a personas que viven en las ¨¢reas m¨¢s remotas del pa¨ªs. Su perfil en instagram es @kawon_official.
Ramzi Nawafleh: de horse boy a empresario de ¨¦xito
Si eres ni?o, beduino y vives cerca de Petra tu destino casi, casi est¨¢ escrito: ser horse boy. Los encargados de manejar los caballos y camellos que pasean a los turistas por el interior de Petra. Y no es que sea un trabajo ingrato y en semiesclavitud: todo lo contrario. El problema es que ganan tanto dinero de una manera tan f¨¢cil que desincentiva a los j¨®venes (y a sus familias) a ir a la escuela y prepararse para un futuro mejor. Por eso el padre de Ramzi Nawafleh no quer¨ªa ni o¨ªr hablar de los horse boys. Quer¨ªa que su hijo estudiara y le prohibi¨® tan siquiera acercarse por Petra.
La de Ramzi es una familia beduina cl¨¢sica, de la tribu Nawafleh, que cuentan con unos 8.000 miembros. Ellos son una de las 35 tribus que habitan en Wadi Musa, gobernaci¨®n de Ma'an, sur de Jordania. Es el centro administrativo del departamento de Petra y la ciudad m¨¢s cercana al sitio arqueol¨®gico. Ramzi tiene cinco hermanos y seis hermanas y tantos sobrinos que ya perdi¨® la cuenta. Sus padres viv¨ªan en cuevas del desierto primero y m¨¢s tarde, en tiendas de lana de camello. Hasta que finalmente pudieron hacerse una casa de piedra en Wadi Musa, en la que naci¨® Ramzi en 1982.
Pese a vivir tan cerca de la ciudad de piedra nabatea, no la conoci¨® hasta 1993, cuando ten¨ªa once y fue con una excursi¨®n de su escuela. Le produjo una aut¨¦ntica fascinaci¨®n pensar que ten¨ªa esa maravillosa ciudadela a tiro de piedra y se enamorara locamente de Petra. Sus padres le hab¨ªan tenido apartado de ella porque quer¨ªan que se concentrara en sus estudios.
Su vehemencia ¡ªy la intercesi¨®n de su madre¡ª consiguieron que su progenitor le permitiera trabajar como horse boy desde los 12 a?os, pero solo los fines de semana y siempre que no interfiriera en sus estudios. Reconoce que gracias a ese empe?o de su padre tuvo la suerte de ir a la escuela y luego a la Universidad Al-Hussein Bin Talal, a 38 kil¨®metros al este de Petra, donde se gradu¨® en 2004 en Lengua y Literatura Inglesa. Desde peque?o le atrajeron las lenguas, intent¨® estudiar italiano y alem¨¢n pero no lo consigui¨® porque no ten¨ªa d¨®nde. Siempre sinti¨® gran pasi¨®n por el turismo, le interesaba conocer gente nueva y aprender de otras culturas y tradiciones.
Al terminar la universidad trabaj¨® como gu¨ªa, luego en hoteles y touroperadores hasta que emprendi¨® su propio negocio en 2010. Su compa?¨ªa, Jordan Allure Tours & Travel, opera hoy en todo el territorio jordano. Y gan¨® en 2019 el Travel and Hospitality Award Winner como la mejor empresa de tours privados de Jordania.
Hoy, a trav¨¦s de su trabajo intenta transmitir a los turistas historias de los beduinos que han vivido alrededor de Petra durante siglos: sus mitos, leyendas, costumbres, creencias e incluso su comida. Les lleva a visitar las casas locales, oferta clases de cocina beduina, anima a unirse a las familias durante la cosecha de la aceituna o a disfrutar de una charla con pobladores locales, siempre en el marco de un turismo responsable.
Y demuestra con el ejemplo que con empe?o y apoyo, hasta un horse boy puede llegar a lo m¨¢s alto si se lo propone.
S¨ªgueme tambi¨¦n en Instagram y en Twitter. Me puedes escuchar todos los viernes, a las 19.40, con Carles Francino en 'La Ventana', de Cadena SER
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.