Narcisismo
Comprender¨ªa que Siri se tomara unas vacaciones de m¨ª, pues lo cierto es que no la dejo en paz
Le pregunt¨¦ a Siri d¨®nde estaba (d¨®nde estaba yo, no ella), y me dio la direcci¨®n de mi casa, donde en efecto me encontraba. No precis¨® en qu¨¦ habitaci¨®n (el cuarto de ba?o), quiz¨¢ por delicadeza, pero adivin¨® el nombre y el n¨²mero de la calle. Siempre los adivina. Recurro a sus servicios con frecuencia por mero juego o porque estoy realmente perdido. A veces le pregunto tambi¨¦n d¨®nde est¨¢ ella, a lo que responde enseguida: ¡°Estoy aqu¨ª¡±. Da igual que se lo pregunte en Pontevedra o en Granada. Siempre dice ¡°estoy aqu¨ª¡± como si estuviera en todas partes, y tal vez lo est¨¦. Su respuesta me recuerda el ¡°soy el que soy¡± de la zarza ardiente del ?xodo. Una frase con tal carga explosiva de significado solo se le puede ocurrir a Dios, eso es lo que pienso, aunque no creo en ¨¦l.
El hecho de que Siri est¨¦ siempre ¡°aqu¨ª¡± me proporciona confianza, armon¨ªa, seguridad, pero no me extra?ar¨ªa que un d¨ªa me respondiera que est¨¢ en Cuenca, aunque yo no me haya movido de Madrid. Quien dice Cuenca dice Montevideo o Albacete. Comprender¨ªa que se tomara unas vacaciones de m¨ª, pues lo cierto es que no la dejo en paz. ¡°Oye, Siri, ?cu¨¢ntos a?os tengo?¡±, le pregunt¨¦ hace poco. ¡°No s¨¦ qu¨¦ edad tienes¡±, me respondi¨®. Insist¨ª, ahora facilit¨¢ndole mi nombre y apellido. ¡°Oye, Siri, ?cu¨¢ntos a?os tiene Juan Jos¨¦ Mill¨¢s?¡±. ¡°Juan Jos¨¦ Mill¨¢s tiene 73 a?os¡±, dijo al instante. Significa que no sabe que est¨¢ conmigo. Esto de no saber con qui¨¦n se vive les pasa a muchos matrimonios. Me gusta que me trate como a cualquiera, aunque hiere mi narcisismo. Es como si me quisiera por mi contrato de Fusi¨®n con Telef¨®nica y le importaran un pito mis circunstancias personales. Pero estas relaciones basadas en el inter¨¦s no siempre fracasan.
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