Encrucijada fiscal
Los partidos han de explicar si recortan el gasto p¨²blico o suben impuestos
La pol¨ªtica econ¨®mica espa?ola se encuentra en una encrucijada tributaria central cuya elecci¨®n es de urgente explicaci¨®n por los partidos pol¨ªticos en sus programas electorales y en las declaraciones de sus responsables, sin los disimulos ni las reservas mentales expuestas hasta ahora. No hay ning¨²n otro punto en esos programas en el que se plantee con tanta determinaci¨®n una pol¨ªtica (bajar los impuestos) o la contraria (subirlos) como soluci¨®n a los mismos problemas, lo que muestra cu¨¢nto hay de ideolog¨ªa en los asuntos relacionados con las finanzas p¨²blicas.
Estas habr¨¢n de afrontar pr¨®ximamente un ajuste presupuestario de entre 10.000 y 12.000 millones si se quieren cumplir las obligaciones adquiridas previamente con la Uni¨®n Europea. La decisi¨®n pol¨ªtica crucial es, b¨¢sicamente, si ese ajuste se va a conseguir con m¨¢s recortes del gasto p¨²blico, lo que equivale en la pr¨¢ctica a disminuir la inversi¨®n p¨²blica y reducir todav¨ªa m¨¢s la sanidad y la educaci¨®n, o si ser¨¢ posible practicar ese ajuste, este a?o y los siguientes, aplicando un aumento de la presi¨®n fiscal de car¨¢cter gradual y repartida entre los diversos tributos existentes y niveles de renta, y creando otros relacionados con la econom¨ªa verde. M¨¢s la necesaria lucha contra el fraude y la econom¨ªa sumergida. Esta y no otra es la cuesti¨®n decisiva en la pol¨ªtica tributaria y, por lo tanto, hay que exigir que la opci¨®n de cada partido sea clara y vaya acompa?ada de una memoria econ¨®mica realista, no ut¨®pica, lo que implica un compromiso de gobierno.
Editoriales anteriores
Los partidos que proponen una reducci¨®n de impuestos optan indirectamente, pero sin ambages, por una pol¨ªtica presupuestaria de recorte del gasto p¨²blico. Por ejemplo, el PP ha presentado un programa que incluye una rebaja fiscal de 16.100 millones, aplicada sobre todo en los impuestos directos; Ciudadanos, por su parte, presenta un recorte de un punto en el tramo superior del IRPF y sostiene que en el futuro inmediato podr¨ªan reducirse adem¨¢s los tipos en las diferentes escalas del impuesto. Mientras sugiere un descenso de la tributaci¨®n para las rentas m¨¢s altas, entiende que se pueden aplicar ayudas fiscales a las familias, con un coste estimado de 2.400 millones.
Estas propuestas provocan incredulidad. No es un ejercicio pol¨ªtico coherente perseguir el objetivo prioritario de descenso del d¨¦ficit con pol¨ªticas de recortes tributarios, aplicadas adem¨¢s en un sistema fiscal que est¨¢ casi ocho puntos por debajo de la presi¨®n tributaria media europea. El argumento de que la menor recaudaci¨®n se compensar¨¢ con supresiones de organismos p¨²blicos obsoletos o ineficientes, da de s¨ª lo que da de s¨ª. En todo caso, se cambia una decisi¨®n inmediata y ejecutiva por otra voluntarista que, en el mejor de los casos, se cumplir¨ªa a muy largo plazo.
Los partidos que, como el PSOE o Podemos, proponen, cada uno con una graduaci¨®n y formulaciones distintas, una subida de la presi¨®n fiscal precisan articular ese alza en una reforma fiscal arm¨®nica y completa, y a continuaci¨®n explicar con detalle la finalidad de ese incremento fiscal y sus l¨ªmites: hasta d¨®nde. El m¨¦rito no est¨¢ en subir sin m¨¢s los ingresos, sino acercar la presi¨®n fiscal espa?ola a la media europea, logrando la convergencia.
El Estado de bienestar espa?ol, menor con relaci¨®n al de los pa¨ªses de nuestro entorno, no soportar¨ªa otro ajuste del gasto p¨²blico m¨¢s, a?adido al perpetrado por los Gobiernos de Rajoy. No se ha demostrado en parte alguna, m¨¢s bien todo lo contrario, que una rebaja de impuestos provoque una subida de la recaudaci¨®n. En el l¨ªmite, ello ser¨ªa te¨®ricamente posible solo en un escenario en el que los salarios aumentan de forma sostenida, lo que no es ni mucho menos el caso. Por esa raz¨®n, quienes defienden las rebajas de impuestos han de acompa?ar en una columna paralela qu¨¦ partidas presupuestarias anular¨¢n, qu¨¦ parte del gasto social recortar¨¢n, y qu¨¦ inversi¨®n p¨²blica no se har¨¢. Teniendo en cuenta que en materia tributaria, m¨¢s que en ninguna otra, no hay reformas paretianas (milagrosas) y que lo que dejan de pagar unos lo han de pagar los otros, en forma de m¨¢s impuestos o menos protecci¨®n.
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