Los abejorros expuestos a un moderno pesticida no pueden con sus alas
Vuelan un tercio de la distancia y durante la cuarta parte del tiempo que los insectos no contaminados
Los abejorros expuestos a un moderno pesticida vuelan mucho menos tiempo y recorren una distancia menor que los no expuestos. En un experimento controlado, los cient¨ªficos comprobaron que, como si estuvieran dopados, los insectos volaban muy r¨¢pido al principio para dejar de hacerlo ya exhaustos tras unos centenares de metros. En un entorno real, un vuelo tan corto no permitir¨ªa al abejorro regresar a la colmena con la misi¨®n cumplida.
Los neonicotinoides son una categor¨ªa de insecticidas relacionados con la nicotina que afectan al sistema nervioso central de los insectos. Por su aplicaci¨®n y presencia en las plantas tratadas, act¨²a sobre todo sobre los chupadores y comedores de hojas. Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os se han acumulado los estudios que los relacionan con el declive de las abejas. En abril del a?o pasado, las autoridades europeas prohibieron el uso de los tres principales neonicotinoides (imidacloprid, clotianidina y tiametoxam) en cultivos al aire libre. Solo en situaciones de emergencia y bajo autorizaci¨®n pueden usarse.
Ahora, un experimento pionero a?ade argumentos a la prohibici¨®n. Investigadores de Reino Unido, Alemania e Italia han estudiado en el laboratorio c¨®mo afecta uno de estos insecticidas, el imidacloprid, al vuelo de los abejorros, uno de los principales insectos polinizadores. A diferencia de las abejas, estos ¨¢pidos recorren distancias mucho m¨¢s cortas y siempre vuelven a las mismas flores. La fragmentaci¨®n del paisaje, troceado por la agricultura ya les estaba complicando la existencia. De ah¨ª la importancia de averiguar el impacto de los modernos insecticidas en su vuelo.
Los abejorros expuestos al insecticida volaban m¨¢s r¨¢pido al principio pero se deten¨ªan mucho antes
Como es casi imposible rastrear a uno de estos insectos en pleno vuelo y, menos a¨²n, a decenas de ellos, diferenciando a los expuestos al insecticida de los que no, los cient¨ªficos crearon una especie de cinta andadora, pero a¨¦rea, donde daban vueltas y vueltas. Para evitar que la fricci¨®n distorsionara los resultados, jugaron con dos imanes opuestos para suspenderla en el aire. Colocaron entonces una peque?a placa de hierro sobre el t¨®rax de un centenar de obreras de tres colmenas diferentes de Bombus terrestris audax, el abejorro com¨²n de las islas brit¨¢nicas. Con un tercer im¨¢n de neodimio, el m¨¢s potente de todos, obligaban a los abejorros a permanecer suspendidos. Tras darle a la mitad de ellos una soluci¨®n de sacarosa y agua con una concentraci¨®n realista de imidacloprid y a la otra mitad sin el insecticida, los echaron a volar.
Los resultados, publicados en la revista especializada Ecology and Evolution, revelan que los dos grupos mostraron una propensi¨®n a iniciar el vuelo similar, pero aqu¨ª se acabaron las similitudes. Las obreras de abejorro expuestas al neurot¨®xico recorrieron una distancia media de 659,1 metros frente a los 1.833,9 metros recorridos por los abejorros del grupo de control. Adem¨¢s, volaron durante mucho menos tiempo, una media de 822 segundos por los 2.852, casi una cuarta parte, de los no expuestos.
"Con nuestro estudio no podemos determinar de forma definitiva cu¨¢l es la causa espec¨ªfica [de estos resultados]", comenta en un correo el investigador del Imperial College London y coautor del estudio,?Richard Gill. "Pero vimos una conducta llamativa relacionada con la velocidad. Comprobamos que los abejorros expuestos al pesticida volaban m¨¢s r¨¢pido en la parte inicial de sus vuelos y es probable que estos insectos se agotaran m¨¢s r¨¢pidamente que los no expuestos", a?ade. En efecto, al principio los contaminados volaban hasta un 25% m¨¢s r¨¢pidos. Pero tras unos centenares de metros bajaban el ritmo hasta que dejaban de volar.
Daniel Kenna, primer autor del estudio y tambi¨¦n del Imperial College London, dice en una nota de prensa de la universidad: "Los neonicotinoides se parecen a la nicotina en la forma en que estimulan las neuronas, por lo que tiene sentido este subid¨®n o estallido de hiperactividad. Sin embargo, nuestros resultados apuntan que este r¨¢pido vuelo inicial puede tener un coste, quiz¨¢ mediante un mayor gasto de energ¨ªa o falta de motivaci¨®n, en forma de un menor rendimiento del vuelo".
Estudios anteriores, de este mismo grupo y otros, han relacionado los neonicotinoides con la alteraci¨®n del metabolismo energ¨¦tico de las abejas. En abejorros, el imidacloprid parece alterar los procesos respiratorios y otro experimento mostr¨® que rebajaba la temperatura del t¨®rax hasta en 2?, lo que podr¨ªa afectar al rendimiento de sus m¨²sculos tor¨¢cicos, los que transmiten toda su fuerza a las alas. Pero los autores creen obligado m¨¢s estudios y en condiciones m¨¢s naturales.
En todo caso, los n¨²meros est¨¢n en contra de estos insectos. El rango estimado de la distancia que se alejan de la colmena en busca de polen y n¨¦ctar de los abejorros comunes var¨ªa entre los 340 metros y los 2.200 metros. Pero el vuelo es de ida y vuelta, as¨ª que ha que multiplicar por dos. De reproducirse los resultados del estudio fuera del laboratorio muy pocos de los abejorros expuestos al insecticida tendr¨ªan fuerzas para regresar. La alternativa adaptativa posible ser¨ªa que redujeran la distancia de sus vuelos. Los c¨¢lculos apuntan a que tendr¨ªan que rebajar su ¨¢rea de recolecci¨®n en un 87% y por tanto las flores disponibles.
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