Vi mucha sangre
A fin de mes llegar¨¢n las pruebas documentales y periciales. Mientras, intenten que su convicci¨®n constitucionalista o su fe indepe no malee su capacidad de escuchar
Nunca lo hubiese imaginado. Jam¨¢s vi algo as¨ª. Estaban en actitud violenta desde el primer momento. Nos daban patadas. Sent¨ª miedo.
Estas frases se oyeron este martes en el sal¨®n de plenos del Tribunal Supremo. Las pronunciaron varios testigos de la defensa.
Eran ciudadanos que votaron en el refer¨¦ndum ilegal del 1-O de 2017, o cargos municipales de Esquerra Republicana involucrados en colegios donde hubo palizas policiales, enfrentamientos, o ambas cosas.
Id¨¦nticas expresiones literales las deletrearon guardias civiles y polic¨ªas nacionales en el mismo sal¨®n, del 19 de marzo al 23 de abril.
La ¨²nica diferencia era su destinatario. Los uniformados culpaban a los votantes. Y estos a los polic¨ªas. Todo igual, solo que a la inversa.
Sin advertirles antes, los guardias civiles empezaron a actuar, ¡°a dar pu?etazos por la espalda, a m¨ª una patada que me hizo caer y me rompi¨® las gafas¡±, jur¨® el exalcalde de Sabadell, Juli Fern¨¢ndez. Asegur¨® que ellos iban en son de paz.
¡ªNo nos hablaron. De repente nos apalearon, nos pegaban en la cabeza, nos pinchaban en la barriga, en el h¨ªgado. Vi mucha sangre ¡ªa?adi¨® el vecino de Sant Carles de la R¨¤pita, Joan Pau Salvad¨®.
Los guardias dieron su versi¨®n, opuesta, el 3 y el 9 de abril:
¡ªA mi segundo le tiran del cintur¨®n, le agarran de la pistola, intentan retir¨¢rsela, entre amenazas de muerte ¡ªrelat¨® el capit¨¢n R67502P, sobre el mismo episodio.
Su colega 98467N dijo que solo llegar la comitiva encargada de retirar las urnas ¡°nos lanzaron objetos, botellas de agua, a m¨ª una moneda me impact¨® en la cara, cerca del ojo derecho, me hizo una hinchaz¨®n y una peque?a herida¡±, declar¨®. ¡°All¨ª, sin revolverse no hab¨ªa nadie¡±, asegur¨® a la abogada Marina Roig.
Relatos inversos parecidos surgieron de otros lugares, como Dosrius: ¡°Nos golpeaban de arriba abajo¡±, denunci¨® el vecino Ferran Soler, que neg¨® provocaciones. ¡°En la primera fila levantaban las manos, desde la segunda nos daban patadas por debajo¡±, hab¨ªa proclamado el guardia 11483E el 3 de abril.
Incluso descontando porcentajes sensatos de impostaci¨®n o exageraci¨®n, por obediencia jer¨¢rquica o por lealtad pol¨ªtica, ambas narraciones no casan ni por asomo.
Quiz¨¢ cada una lleve parte de verdad, pero ?cu¨¢nta? No desesperen los ecu¨¢nimes metodol¨®gicos: a fin de mes llegar¨¢n las pruebas documentales y periciales. Mientras, intenten que su convicci¨®n constitucionalista, o su fe indepe, no malee su capacidad de escuchar.
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