Polvor¨ªn venezolano
Espa?a siempre ha sido partidaria de una salida pac¨ªfica a la crisis venezolana y de la convocatoria inmediata de elecciones presidenciales libres
El desarrollo de los acontecimientos en Venezuela supone un lamentable nuevo paso en la degradaci¨®n de la situaci¨®n social e institucional que vive el pa¨ªs sudamericano que se acerca cada vez m¨¢s a un choque civil a gran escala de consecuencias imprevisibles. El intento el martes del presidente encargado, Juan Guaid¨®, de desalojar del poder a Nicol¨¢s Maduro mediante una masiva marcha ciudadana apoyada por el Ej¨¦rcito parece no haber dado resultado inmediato. Al mismo tiempo, la liberaci¨®n del arresto domiciliario que sufr¨ªa del l¨ªder opositor Leopoldo L¨®pez por parte de militares leales a Guaid¨® ha terminado con L¨®pez y su familia refugiados en la Embajada de Espa?a. El r¨¦gimen de Maduro ha mantenido de su parte a la mayor parte de las Fuerzas Armadas y los incidentes en las calles de Caracas se saldaron en la primera jornada con un muerto, cifra menor que en otras jornadas de represi¨®n.
Pero esto no resta gravedad a un nuevo episodio de una situaci¨®n convertida en un polvor¨ªn ante el que la comunidad internacional parece inexplicablemente haberse acostumbrado. Desde que el pasado 23 de enero el presidente de la Asamblea Nacional se proclam¨® ¡°presidente encargado¡± de Venezuela, y fue reconocido como la figura necesaria para pilotar una transici¨®n a la democracia por las naciones m¨¢s importantes tanto de Am¨¦rica ¡ªcon la notable excepci¨®n de M¨¦xico¡ª como de Europa, se ha perdido un tiempo precioso en la b¨²squeda de una soluci¨®n pac¨ªfica y viable a una situaci¨®n que puede desembocar en un ba?o de sangre en cualquier momento. Las referencias de Trump a una intervenci¨®n militar han sido una constante mientras el r¨¦gimen de Caracas ha contestado con su habitual ret¨®rica belicista. Entretanto, no ha habido un solo progreso con visos de una salida pac¨ªfica. Todo lo contrario. Los momentos de tensi¨®n, como el bloqueo a la ayuda humanitaria en febrero o los enfrentamientos de ayer, se han ido acumulando sin que se concrete un mecanismo que permita una normalizaci¨®n: una parte de la poblaci¨®n venezolana sigue padeciendo hambre y falta de los bienes primarios m¨¢s necesarios. Nadie podr¨¢ decir que no se ha enterado de ello..
Particular atenci¨®n merece la situaci¨®n de Leopoldo L¨®pez. Quien ha sido uno de los presos pol¨ªticos m¨¢s castigados por el Gobierno de Maduro se ha amparado en territorio espa?ol colocando al Gobierno de S¨¢nchez en una in¨¦dita posici¨®n en la crisis venezolana. Espa?a siempre ha sido partidaria de una salida pac¨ªfica a la crisis y de la convocatoria inmediata de elecciones presidenciales libres, transparentes y verificables por la comunidad internacional. Y en l¨ªnea con la UE ha reconocido a Guaid¨®. No hay motivo para variar esta posici¨®n pero quiz¨¢s s¨ª para adoptar un papel m¨¢s activo en la b¨²squeda de una soluci¨®n pac¨ªfica.
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