Los ¡®pepos¡¯ no son bienvenidos
Diferentes campa?as promueven una modificaci¨®n legal para que los perros de protecci¨®n que acompa?an a v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero no sean vetados en espacios p¨²blicos
¡°No me dejaba vivir, ten¨ªa mucho miedo¡±, cuenta una v¨ªctima de violencia de g¨¦nero que pas¨® una parte de su vida soportando las continuas amenazas de su agresor. Su d¨ªa a d¨ªa consist¨ªa en estar encerrada en casa. Hasta que lleg¨® Lord, un perro del Proyecto Pepo. Este aliado peludo y fiel es ahora el que no se separa de su lado.
Los pepos son perros de protecci¨®n que han sido entrenados para acompa?ar en todo momento a mujeres v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero y para repeler cualquier posible acercamiento de sus agresores. Tienen un papel muy importante en la vida diaria de las v¨ªctimas. No solo previenen el da?o f¨ªsico, tambi¨¦n ayudan a recuperar la confianza y la seguridad que hab¨ªan perdido por culpa de su maltratador. Un beneficio terap¨¦utico que puede llegar a ser m¨¢s importante incluso que la protecci¨®n. Con ellos, las mujeres comienzan a relacionarse y vuelven a sentirse libres.
Pero a diferencia de lo que ocurre con los perros gu¨ªa que ayudan a personas invidentes, la ley no permite actualmente que los perros de protecci¨®n puedan entrar a todos los lugares p¨²blicos. Esto es un problema para ellas, ya que deben dejar al animal en su casa o en el coche, quedando temporalmente indefensas frente a su agresor. ¡°No nos sirve de nada que nos pongan una protecci¨®n si no podemos usarla¡±, lamenta una v¨ªctima. Los responsables del Proyecto Pepo trabajan para revertir esta situaci¨®n e impulsar una modificaci¨®n legal que permita que estas mujeres maltratadas puedan acceder, permanecer y desplazarse con su perro en cualquier lugar o transporte p¨²blico.
En Madrid ya hay algunos sitios a los que pueden acceder, aunque siempre dependiendo de la voluntad de los due?os del establecimiento. Eso fue lo que impuls¨® a Jos¨¦ Caballero, que trabaja con algunas mujeres acompa?adas por pepos, a lanzar una petici¨®n en la plataforma de Change.org para modificar la ley en la Comunidad. Ya la han firmado m¨¢s de 50.000 personas.
'Proyecto Pepo'
El Proyecto Pepo es una iniciativa de la Fundaci¨®n Mariscal, que dona perros de protecci¨®n y ofrece cursos gratuitos a mujeres v¨ªctimas de violencia de g¨¦nero. La fundaci¨®n, sin ¨¢nimo de lucro, fue creada en 2009 por ?ngel Mariscal D¨ªaz, propietario de la empresa Security Dogs. Cuenta con un programa de adiestramiento especialmente dise?ado para devolver la seguridad y la confianza a las v¨ªctimas.
No son perros de seguridad, sino de protecci¨®n. ¡°El perro de protecci¨®n est¨¢ entrenado para repeler agresiones a la propia usuaria, no para atacar al agresor, que es lo que demanda el instinto de protecci¨®n¡±, explica Mariscal. Tambi¨¦n llevan un bozal espec¨ªfico para no causar heridas graves al maltratador.
Los pepos deben reunir unas caracter¨ªsticas particulares. Por un lado, son perros de razas grandes para generar un efecto disuasorio y, por otro, son muy sociables y tienen un desarrollado instinto de protecci¨®n. Hay tres formas de activarles y solo act¨²an si la mujer lo requiere.
Existe un comando verbal; si la v¨ªctima dice cu¨ªdame o estoy insegura, el perro identifica inmediatamente el peligro. Tambi¨¦n hay un movimiento mec¨¢nico del arn¨¦s, con un tir¨®n, que impulsa al animal a abalanzarse sobre el sujeto y lograr as¨ª que no se acerque a la usuaria. Por ¨²ltimo, est¨¢ el llamado bloqueo. El perro est¨¢ entrenado para detectar cu¨¢ndo la mujer se queda paralizada y protegerla.
Para poder acceder a un pepo?las mujeres deben recibir una formaci¨®n gratuita de cerca de 240 horas. El adiestramiento se divide en tres cursos. El primero las prepara para llevar perros de seguridad, el segundo las habilita como adiestradoras y les permite recibir su perro de protecci¨®n. Finalmente, deben hacer un curso espec¨ªfico sobre violencia de g¨¦nero. Durante este tiempo se crear¨¢ un v¨ªnculo entre la mujer y el pepo que har¨¢ aflorar un instinto de protecci¨®n como el de Lord, que ha contribuido a devolver algo de tranquilidad a la vida cotidiana de su compa?era.
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