Conflicto irresponsable

El f¨²tbol espa?ol es una actividad pr¨®spera, que proporciona un ocio satisfactorio a muchos ciudadanos y alegr¨ªas deportivas a los clubs y a los seguidores. Pero en los ¨²ltimos meses el enfrentamiento del presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol, Luis Rubiales, y el presidente de LaLiga, Javier Tebas, amenaza con arruinar las posibilidades de desarrollo estable del deporte con m¨¢s seguidores en Espa?a y en Europa. Rubiales y Tebas est¨¢n alimentando un conflicto de competencias con descalificaciones p¨²blicas y tensiones entre los organismos futbol¨ªsticos que podr¨ªa haberse resuelto con un par de conversaciones en las que demostraran voluntad de entendimiento, pero que, por la falta de sintonia entre sus protagonistas, est¨¢ desestabilizando las bases del ¨¦xito del f¨²tbol espa?ol.

Esta guerra interna ha cruzado peligrosamente el grado de disenso y ha saltado a los tribunales de Justicia. LaLiga ha anunciado que recurrir¨¢ las decisiones de la Federaci¨®n que cambiaron los modelos de Copa del rey y de Supercopa y propusieron una una nueva estructura de la Liga femenina. Los dos dirigentes no parecen ser conscientes de los da?os que est¨¢ causando esa ¡°guerra de competencias¡± entre los aficionados al f¨²tbol y entre los propios clubs. Introduce confusi¨®n en un ¨¢mbito como el futbol¨ªstico que necesita de estabilidad y predecibilidad para que socios y seguidores sepan a que atenerse.

Mientras los dos organismos se ponen zancadillas, hay problemas graves en el f¨²tbol que dejan de recibir la atenci¨®n preferente que merecen. El m¨¢s importante, porque ata?e a la imagen c¨ªvica del deporte, es el racismo y la invitaci¨®n a la violencia que empiezan a ser frecuentes en los estadios espa?oles. En lugar de discutir, LaLiga y la Federacion deber¨ªan impulsar una acci¨®n concertada en colaboraci¨®n con las autoridades deportivas para acabar con los gritos y s¨ªmbolos racistas en los campos, los insultos amenazadores a los entrenadores, a los jugadores rivales y a los ¨¢rbitros y las ri?as tumultuarias en los partidos de categor¨ªas inferiores e incluso infantiles. Ambos tienen, adem¨¢s, que concluir el plan de reducci¨®n de la importante deuda de los clubs e intensificar el avance del f¨²tbol femenino.

Las instituciones que representan Tebas y Rubiales exigen un m¨ªnimo de coordinaci¨®n entre ellas. Hasta ahora, est¨¢n demostrando una nula capacidad de negociaci¨®n y entendimiento. El tiempo se agota en junio, fecha l¨ªmite para que ambos presenten su convenio de coordinaci¨®n ante el Consejo Superior de Deportes. Si no rectifican a tiempo, deber¨ªan dejar paso a dirigientes que s¨ª sean capaces de entenderse.