Trump vs. Cuba
La respuesta a la aplicaci¨®n de la Ley Helms-Burton debe ser europea
La activaci¨®n del t¨ªtulo III de la Ley Helms-Burton, ignorado sabiamente por las Administraciones de Clinton, Bush y Obama, ha endurecido las relaciones de Estados Unidos con Cuba, por supuesto, pero tambi¨¦n ha involucrado en un enfrentamiento judicial a las empresas extranjeras instaladas en Cuba y, en especial, a los intereses espa?oles en la isla. El t¨ªtulo III faculta a empresas y ciudadanos estadounidenses a iniciar reclamaciones judiciales por los bienes y activos que les fueron expropiados y nacionalizados en 1959. El da?o que causar¨¢ esta decisi¨®n en la evoluci¨®n econ¨®mica de la isla es casi tan grande como el tama?o del disparate que supone reclamar ahora ante los tribunales estadounidenses una reparaci¨®n por decisiones tomadas 60 a?os atr¨¢s.
Es in¨²til pedir a la Administraci¨®n de Trump un c¨¢lculo correcto de las decisiones que toma; buena parte de su estrategia negociadora consiste en sembrar el miedo en sus interlocutores por encima de los costes, propios y ajenos de esa estrategia. El t¨ªtulo III desestabiliza la econom¨ªa de Cuba desde el momento en que introduce un factor indeseado m¨¢s de incertidumbre entre los inversores presentes y futuros. Ahora mismo ninguna empresa sabe si en el futuro ser¨¢ asaltada por una reclamaci¨®n judicial con la que dif¨ªcilmente pudo contar en el momento de invertir; y tampoco est¨¢ en disposici¨®n de asegurar que la Administraci¨®n estadounidense no tomar¨¢ medidas de represalia para su dinero o sus productos.
Editoriales anteriores
La maniobra de Washington parte de la presunci¨®n abusiva de que los tribunales norteamericanos pueden extender su jurisdicci¨®n fuera de sus fronteras. Las reclamaciones deber¨ªan plantearse si acaso ante un tribunal internacional o arbitraje independiente.
Las empresas espa?olas est¨¢n implicadas en este conflicto inesperado. Tienen que disponer de cuantiosos recursos econ¨®micos para hacer frente a litigios que, en su origen, son de naturaleza pol¨ªtica. La ministra de Industria, Reyes Maroto, ha enfatizado que el Gobierno est¨¢ dispuesto a defender los intereses espa?oles con medidas propias y, por supuesto, con todas las que pueda aplicar un miembro de la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria. La econom¨ªa espa?ola se juega mucho en Cuba. Para empezar, sus posiciones privilegiadas en el mercado hotelero; para el futuro, las oportunidades de inversi¨®n sobre todo en energ¨ªas renovables, autom¨®vil y transporte, donde la experiencia empresarial espa?ola es superior a la de sus competidores.
La Administraci¨®n de Trump no juega a una sola carta; utiliza los tribunales como un arma de coacci¨®n para amedrentar las inversiones del resto del mundo en Cuba. La respuesta adecuada debe ser supranacional y calculada. La prudencia elemental aconseja graduar la respuesta oficial al oportunismo de la Helms-Burton de acuerdo con la evoluci¨®n de los acontecimientos. Pero el hecho es que las primeras reclamaciones ya se han presentado en Estados Unidos. Una primera respuesta ser¨ªa una reclamaci¨®n europea en la Organizaci¨®n Mundial de Comercio, ese organismo multilateral de mediaci¨®n que Trump y su equipo est¨¢n empe?ados en liquidar. Las autoridades europeas deber¨ªan tener preparado, como m¨ªnimo, el mecanismo de bloqueo de inversiones y productos estadounidenses en Europa, previsto en la legislaci¨®n comunitaria.
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