La mejor lecci¨®n de ¡®Juego de tronos¡¯ (m¨¢s all¨¢ del caf¨¦)

Podemos rompernos la cabeza para entender c¨®mo un vaso de Starbucks se col¨® esta semana en la fantas¨ªa medieval que nos atrapa desde hace muchos a?os, pero lo importante de los ¨²ltimos cap¨ªtulos de Juego de tronos, como de toda la serie al completo, es el mensaje que el inteligente Tyrion Lannister nos deja en una de sus elucubraciones: hay que ganar esta guerra antes de reanudar la que libramos entre nosotros.

Dos ficciones compiten estos d¨ªas por engullirnos por un rato y llevarnos a mejores escenarios que la vida misma. Ambas tienen millones y millones de seguidores en todo el mundo, en muchas ocasiones frikis de ambas a la vez, porque ninguna es incompatible entre s¨ª. Es raro encontrar a gente que no est¨¦ hablando en este momento sobre la suerte de la Viuda Negra o de Tony Stark, por mencionar el magnetismo de Vengadores: Endgame. O que no haga quinielas sobre qui¨¦n alcanzar¨¢ el Trono de Hierro con la dur¨ªsima certeza de que solo uno o una puede hacerlo. Pero los superh¨¦roes de Marvel y las criaturas creadas por George R.?R.?Martin afrontan la batalla de dos modos contrapuestos, en realidad: en el primer caso solo hay buenos y malos. Los buenos pueden estar tristes, sufrir penalidades y p¨¦rdidas, pero saben sobreponerse y aplastar al enemigo. Podemos confiar en que lo har¨¢n.

En el segundo caso, sin embargo, en Juego de tronos, puede haber malos mal¨ªsimos, s¨ª, pero todo bueno lleva impl¨ªcito tener contraindicaciones para sus rivales. No todos pueden ganar, esa es la base. En general, todos van a morir. Y solo uno puede ocupar el Trono excluyendo a todos los dem¨¢s, por m¨¢s que nos hayamos enamorado de varios. Es la mayor lecci¨®n de Juego de tronos, la que m¨¢s acerca esta impresionante ficci¨®n a la verdad, adem¨¢s de la muerte. Hoy ocurre entre los independentistas de Catalu?a, entre superpotencias como China y EE?UU, entre partidarios y contrarios al Brexit y, sobre todo, entre los dirigentes del PP, que parecen haber entrado en su invierno sin acertar a identificar al enemigo. Como en la serie, la guerra se libra ante el enemigo exterior para sobrevivir. Pero, una vez se gane y si no tambi¨¦n, la guerra se concentra en el enemigo interior. Qu¨¦ flaco favor. ?Nadie puede trabajar para que todos podamos, si no compartir, al menos convivir en el Trono? Algunos supieron hacerlo.