Patra?as sobre inmigraci¨®n
No estamos siendo invadidos ni rodeados. Lo que no queremos es decir que vivimos una crisis humanitaria de dimensiones ¨¦picas
Para cualquier gobierno, la gesti¨®n de la inmigraci¨®n supone un banco de pruebas: fracasar en ello significa fracasar en todo lo dem¨¢s. De los m¨¢s de 500 millones de habitantes de la Uni¨®n Europea, solo el 7% son inmigrantes. Eso quiere decir que el 93% de la poblaci¨®n es aut¨®ctona. La ruta mar¨ªtima clandestina ha sido el resultado de una decisi¨®n pol¨ªtica, la de cerrar toda posibilidad de concesi¨®n de visados de trabajo para Europa a los pa¨ªses africanos. Pero cerrar los accesos legales significa abrir decenas de accesos ilegales. ?Somos como un asilo de ancianos frente a un jard¨ªn de infancia?, as¨ª ha definido Emma Bonino la Europa que mira hacia ?frica. An¨¢lisis que ha sido rechazado a menudo como mera aspiraci¨®n del ?mundo rico? en relaci¨®n con el ?mundo pobre?, la de obtener mano de obra barata, y es precisamente aqu¨ª donde se crea el cortocircuito.
Tomemos como ejemplo el caso de Italia: para 2025, el n¨²mero de italianos disminuir¨¢ en un mill¨®n ochocientas mil personas a causa de la baja tasa de natalidad y de la emigraci¨®n; para garantizar la capacidad productiva actual y el modelo de bienestar social del pa¨ªs, ser¨ªa necesario que llegaran en los pr¨®ximos a?os al menos un mill¨®n seiscientos mil inmigrantes, circunstancia que, merece la pena repetirlo, no pondr¨ªa en peligro la estabilidad social y democr¨¢tica del pa¨ªs. Pero los inmigrantes sirven a la pol¨ªtica por otra raz¨®n, no del todo noble y en absoluto ¨²til para la comunidad: sirven para ganar las elecciones. ?C¨®mo? Hay muchas mentiras sobre los inmigrantes que se vuelven virales y el m¨¦todo es siempre el mismo: partir de una informaci¨®n veros¨ªmil ¡ªno necesariamente verdadera, casi siempre falsa¡ª y usarla contra el ?enemigo? que, cuando trata de defenderse, termina propagando la mentira. La negative campaigning es una t¨¦cnica perfecta que no deja escapatoria a la v¨ªctima, puesto que se basa en el estudio de los temores y en la facilidad para instrumentalizarlos. La iluminaci¨®n que la alimenta es la siguiente: para ganar las elecciones, ?qu¨¦ sentido tiene ocuparse de las causas de los miedos y tratar de resolverlos, cuando es infinitamente m¨¢s f¨¢cil crearlos y alimentarlos?
Al principio, el adversario era pol¨ªtico, en Italia, en Hungr¨ªa, en Gran Breta?a. M¨¢s tarde, dispersada la competencia, se hizo necesario encontrar un enemigo eterno y universal capaz de movilizar al electorado y asustarlo. Ya no era suficiente con decir: hemos derrotado a nuestros adversarios pol¨ªticos, porque el riesgo hubiera sido una falta progresiva de inter¨¦s en los asuntos p¨²blicos. Lo que hac¨ªa falta era el temor a un peligro (la invasi¨®n del extranjero) para forzar a las personas a estar siempre listas para la movilizaci¨®n.
As¨ª naci¨® el inmigrante invasor, el inmigrante posible terrorista, las ONG que favorecen esa invasi¨®n y los financiadores ocultos de las ONG que trabajan para debilitar a Europa, para empobrecerla con hordas de b¨¢rbaros y someterla a continuaci¨®n. Se trata de una reconstrucci¨®n que roza el absurdo pero que, sin embargo, ha condicionado las pol¨ªticas en materia de inmigraci¨®n de much¨ªsimos gobiernos europeos.
El an¨¢lisis de c¨®mo nace la patra?a de las ONG como ?taxis marinos? resulta interesante porque muestra c¨®mo la Europa que los soberanistas aspiran a derrocar el pr¨®ximo 26 de mayo, en realidad ya no existe, si es que alguna vez ha existido realmente.
El copyright ?taxi marino? no pertenece a Italia, fue en otro sitio donde naci¨® y se propag¨® la teor¨ªa de la invasi¨®n de Europa, de las ONG financiadas por George Soros que act¨²an con fines econ¨®micos junto con los traficantes de seres humanos. Entre los primeros en insinuar dudas sobre las actividades de las ONG est¨¢ la fundaci¨®n holandesa GEFIRA, que el 16 de noviembre de 2016 publica un art¨ªculo en el que b¨¢sicamente afirma no estar convencida de los objetivos filantr¨®picos de las operaciones de rescate de las ONG en el mar Mediterr¨¢neo sugiriendo motivaciones econ¨®micas (?Their motive can be money?), aunque admite que ?las operaciones est¨¢n coordinadas por la Guardia Costera Italiana?. El art¨ªculo se cierra as¨ª: a causa de las ONG, los migrantes ?terminan? en las calles de las ciudades europeas ?incrementando el caos, amenazando la seguridad y elevando el nivel de las tensiones sociales en el continente?. La idea del asedio, de la invasi¨®n empieza as¨ª a deslizarse en el debate p¨²blico, identificando a las ONG como las responsables de la cat¨¢strofe, como chivos expiatorios.
Para obtener una imagen m¨¢s clara de qui¨¦nes inspiraron a los youtuber soberanistas e identitarios, as¨ª como a los pol¨ªticos europeos e italianos de todas las formaciones, en su violento ataque a las ONG, vale la pena leer las tesis de GEFIRA tal como se recogieron el 2 de agosto de 2017 en la p¨¢gina openmigration.org: ?El multiculturalismo no es solo la posibilidad de una alimentaci¨®n ¨¦tnica: es tambi¨¦n educaci¨®n, ra¨ªces, valores de base. Aqu¨ª sabemos cu¨¢les son los derechos fundamentales de las personas, los hemos inventado nosotros. Si te traes, en cambio, a todos los africanos a Europa, lo que obtendr¨¢s ser¨¢ ?frica. Y eso no es lo que quieren los europeos? y luego insiste: ?La inmigraci¨®n no es un problema si seguimos al mando, pero es solo cuesti¨®n de tiempo el que la situaci¨®n acabe fuera de control?.
Conocemos los n¨²meros, sabemos cu¨¢ntos inmigrantes hay en Europa, as¨ª pues, ?c¨®mo es posible dar cr¨¦dito a estas teor¨ªas?
Barbara Spinelli, eurodiputada, hija de Altiero Spinelli, padre fundador de la Uni¨®n Europea, en su pr¨®logo al estudio Muerte por rescate: los letales efectos de las pol¨ªticas mar¨ªtimas de no asistencia de la UE escribe: ?En este contexto, no debe olvidarse la mentira que circula entre los pa¨ªses de la Uni¨®n acerca de los refugiados. Se habla de una invasi¨®n, de un ¨¦xodo b¨ªblico hacia Europa, cuando basta con estudiar las cifras para descubrir la evidencia: de los 60 millones de refugiados en todo el mundo, solo un mill¨®n ha llegado hasta ahora a los pa¨ªses de la Uni¨®n. Apenas el 1,2 % de su poblaci¨®n. La mayor parte de los refugiados sirios viven ahora en el L¨ªbano, Jordania y Turqu¨ªa?.
No estamos siendo invadidos, no estamos rodeados, hablamos de la crisis de inmigrantes, para no decir que se trata de una crisis humanitaria de dimensiones ¨¦picas y para no decir que Europa est¨¢ perdiendo miserablemente el desaf¨ªo m¨¢s importante desde su creaci¨®n.
El 15 de diciembre de 2016, el Financial Times anticipa el contenido de algunos informes confidenciales de Frontex, la agencia de control de las fronteras externas de la Uni¨®n Europea, seg¨²n la cual los emigrantes reciben supuestamente instrucciones precisas, antes de salir de Libia, sobre c¨®mo llegar hasta las embarcaciones de las ONG. El 27 de febrero de 2017, el director de Frontex, Fabrice Leggeri, en las columnas de Die Welt, afirmaba que las ONG se acercan demasiado a las costas de Libia y que, por este motivo, las embarcaciones utilizadas por los traficantes son menos estables. La acusaci¨®n que se hace a las ONG es la de poner en riesgo la vida de los inmigrantes.
Todos estos razonamientos parten del supuesto de que quienes escuchan y leen carecen de memoria: los traficantes utilizan medios de transporte m¨¢s econ¨®micos y menos estables que los barcos de madera y hierro porque estos fueron destruidos en una campa?a de la operaci¨®n EUNAVFOR MED Sophia en 2015. Recuerdo bien que en ese momento fuimos muchos los que pensamos que las muertes en el mar aumentar¨ªan a causa de embarcaciones m¨¢s inestables. Y al mismo tiempo, acusar a las ONG de actuar como factor de atracci¨®n es solo una forma de evitar que se realicen rescates en el mar; la misi¨®n Mare Nostrum fue cancelada por el mismo supuesto.
Pero incluso antes de que el fango salpicara con abundancia a las ONG y a las actividades de b¨²squeda y rescate en el mar, Barbara Spinelli denunci¨® la falta de intervenci¨®n de los medios de Frontex, que hac¨ªan caso omiso de las solicitudes de auxilio. Mientras las autoridades italianas, de conformidad con las leyes internacionales y la ley del mar, continuaron interviniendo para prestar ayuda a los botes inflables llenos de inmigrantes, Frontex (y por lo tanto, Europa) empez¨® a moverse en otra direcci¨®n. ?2016 ser¨¢ recordado? escribe Barbara Spinelli, ?como el a?o en el que la Uni¨®n Europea rompi¨® definitivamente el pacto de civilizaci¨®n sobre el que se fue fundada despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial?.
Lo que ha allanado el camino a las nuevas derechas xen¨®fobas ha sido en buena medida la incapacidad de las inadecuadas viejas izquierdas para afrontar el mayor problema al que se enfrenta hoy el mundo rico: un envejecimiento irreversible y sin precedentes de la sociedad. Una sociedad demogr¨¢ficamente vieja es tambi¨¦n, y sobre todo, una sociedad cerrada, que no se concibe en el futuro y que, no por casualidad, mira con recelo a Greta Thunberg y con respeto a quienes temen las invasiones extranjeras e invitan a armarse para hacerse ?justicia? por sus propios medios. Una sociedad demogr¨¢ficamente vieja no se conf¨ªa a los n¨²meros y a los hechos, sino a los sentimientos y a los miedos.
En este escenario, resulta a¨²n m¨¢s evidente lo infame que fue la conducta de aquellos que insinuaron dudas sobre el trabajo de las ONG y lo irresponsable que ha sido alejarlos de ese tramo de mar donde su presencia llenaba el vac¨ªo dejado por Europa.
Las acusaron de ser traficantes de hombres, de actuar como un factor de atracci¨®n, de ser buenistas por dinero, por intereses, pero la verdad es que, si Europa hubiera cumplido con su deber, las ONG no hubieran sido necesarias. Es m¨¢s, el ¨²nico aut¨¦ntico factor de atracci¨®n nunca han sido las ONG, sino Europa, un El Dorado a pocas millas del infierno.
Traducci¨®n de Carlos Gumpert
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