La caza amenaza con dejar las selvas en silencio
La mitad de los bosques tropicales ya sufren una 'defaunaci¨®n' severa de medianos y grandes mam¨ªferos
Ya hay selvas donde los animales m¨¢s grandes han desaparecido por culpa de la caza. Practicada por los humanos desde su origen para subsistir, la expansi¨®n humana ha ido arrinconando a las dem¨¢s especies. Ahora, un estudio muestra que los cazadores est¨¢n llegando hasta los ¨²ltimos refugios: La mitad de las selvas y sabanas tropicales ya han perdido buena parte de sus poblaciones de mam¨ªferos, en especial los m¨¢s grandes. Cada vez ser¨¢ m¨¢s habitual o¨ªr hablar del concepto y la palabra defaunaci¨®n.
La tala, el avance de la agricultura, la expansi¨®n urbana y de infraestructuras han reducido la extensi¨®n de las selvas, las ha cuarteado y aislado. Gracias a las nuevas tecnolog¨ªas satelitales y las modernas t¨¦cnicas de teledetecci¨®n, casi se pueden contar los ¨¢rboles que quedan. Pero con los animales la cosa se complica. Hay que estar sobre el terreno para contarlos y hacerlo de forma peri¨®dica. Y hay muchas selvas que controlar. Determinar el impacto de los cazadores sobre la vida es a¨²n m¨¢s complicado. En las regiones tropicales, la caza a¨²n es una necesidad, est¨¢ escasamente regulada, mal controlada y la demanda no deja de alimentar al furtivismo.
Los mam¨ªferos m¨¢s cazados son los grandes herb¨ªvoros y grandes carn¨ªvoros
"Los sat¨¦lites te dicen la deforestaci¨®n que hay, pero el impacto de la caza es muy dif¨ªcil de cuantificar", recuerda la investigadora de la Estaci¨®n Biol¨®gica de Do?ana (CSIC) y principal autora del estudio estando en la Universidad Radboud, de Nimega (Pa¨ªses Bajos), Ana Ben¨ªtez. En 2017, la investigadora public¨® otro trabajo en el que mostraba que, all¨ª donde llegaban los cazadores, la abundancia de vida animal se hab¨ªa reducido hasta en un 90%. Ahora han extendido el estudio a las casi 4.00 especies de mam¨ªferos que habitan en.los 14 millones de kil¨®metros cuadrados de selvas y sabanas tropicales que quedan.
El trabajo, publicado en PLoS Biology, estima que el 13% de las especies incluidas en el an¨¢lisis, han reducido sus poblaciones por culpa de la caza. "Pero la mayor¨ªa de los peque?os mam¨ªferos o no se cazan o se reproducen tan r¨¢pido que apenas les afecta, lo que distorsiona la media", aclara Ben¨ªtez. En efecto, si se clasifican los mam¨ªferos por tama?o, los resultados son dram¨¢ticamente diferentes: los animales de tama?o medio (entre un kilogramo y 20 kg) han visto mermadas sus poblaciones hasta en un 27%. Mientras, en los de mayor masa corporal (por encima de los 20 kg), el porcentaje sube hasta el 40%. "Adem¨¢s de que son los m¨¢s rentables para los cazadores, tienen tiempos de reproducci¨®n mayores y menos cr¨ªa por evento reproductivo", explica la investigadora.
Los factores que m¨¢s afectan a presi¨®n cazadora son, por este orden, la distancia hasta el pueblo o infraestructura humana m¨¢s cercana (las carreteras, por ejemplo), la masa corporal de la especie o la densidad de poblaci¨®n humana en la regi¨®n. Como refleja el estudio, el 60% de las selvas tropicales est¨¢n a menos de 10 kil¨®metros de un asentamiento humano, porcentaje que aumenta hasta el 80% si se aumenta la distancia a los 20 km. Puede que para un cazador en Europa o EE UU sean grandes distancias, pero son las habituales para un cazador que lo hace para alimentarse o vender la carne del animal.
Por ¨¢rea, aproximadamente el 47% de lo que queda de selva tropical est¨¢ siendo defaunada en mayor o menor medida. Donde las p¨¦rdidas son mayores, superiores al 70% de la vida animal, es en el ?frica occidental (las selvas de Camer¨²n, Gambia o Ghana) y amplias regiones del sudeste asi¨¢tico (Tailandia, Banglad¨¦s, Indonesia...). Las zonas menos afectadas por la caza son la regi¨®n de las Guayanas y las selvas amaz¨®nicas m¨¢s escondidas. "Son ¨¢reas donde solo se puede llegar con helic¨®ptero o con densidades de poblaci¨®n muy bajas", recuerda Ben¨ªtez.
Las consecuencias a¨²n est¨¢n por determinar, aunque ya se van atisbando. Al cebarse con los animales m¨¢s grandes, en especial carn¨ªvoros y herb¨ªvoros, los cazadores est¨¢n trastocando ecosistemas completos. "El 90% de las especies vegetales necesitan de los animales para la dispersi¨®n de sus semillas y solo los grandes herb¨ªvoros pueden dispersar los frutos y semillas m¨¢s grandes", recuerda Ben¨ªtez. A largo plazo, la ausencia de estos animales modificar¨¢ la propia composici¨®n vegetal de la selva. Por otro lado, la dr¨¢stica disminuci¨®n de grandes carn¨ªvoros podr¨ªa favorecer una explosi¨®n de herb¨ªvoros y, por tanto, una presi¨®n extra sobre los recursos vegetales.
El estudio lleva en su t¨ªtulo la siguiente pregunta: ?Selvas intactas, pero vac¨ªas? Y esa es la principal conclusi¨®n de este trabajo. Existe el riesgo real de que muchas selvas pierdan a la mayor parte de sus mam¨ªferos grandes y medianos, con el efecto cascada que esto puede iniciar. Y con los bosques tropicales cada vez m¨¢s vac¨ªos, "el paisaje sonoro de la selva se empobrecer¨¢", se lamenta Ben¨ªtez.
El 60% de las selvas que quedan est¨¢n a menos de 10 kil¨®metros de un asentamiento humano
El investigador Gerardo Ceballos, del Instituto de Ecolog¨ªa de la Universidad Nacional Aut¨®noma de M¨¦xico, no cree positivo demonizar la caza como categor¨ªa. "La cacer¨ªa legal es una actividad econ¨®mica que ha tenido un enorme impacto positivo en mantener especies en muchas regiones del mundo, con casos de ¨¦xito en Estados Unidos, Espa?a, M¨¦xico o diversos pa¨ªses de ?frica", dice. Pone como ejemplo las muchas especies de patos y gansos que, estando al borde de la extinci¨®n, acabaron recuper¨¢ndose gracias a la caza regulada en EE UU. "Lo mismo sucede con venados y borregos cimarrones en M¨¦xico y especies como el elefante en muchos pa¨ªses de ?frica. La prohibici¨®n unilateral de la cacer¨ªa legal generalmente causa deterioro e incita a la cacer¨ªa ilegal", a?ade este ec¨®logo no relacionado con el estudio.
Sin embargo, coincide con los resultados del trabajo y se?ala a la caza y al tr¨¢fico ilegal como "una de las causas de la sexta extinci¨®n masiva". Ceballos, que lleva a?os investigando y alertando de que este evento global ya est¨¢ sucediendo, tambi¨¦n se?ala a la caza de subsistencia y comercializaci¨®n en mercados locales de la fauna silvestre como parte de esta sexta extinci¨®n.
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