Alifante
Con Isabel D¨ªaz Ayuso, Aznar y Casado encontraron el elemento imprescindible para liquidar el PP
Seg¨²n P¨ªo Baroja, y por este orden, los campesinos navarros sent¨ªan en tiempos un temor desmesurado a algunos fen¨®menos: ¡°tres cosas hay en la vida que me causan el espante, tirremoto, vendaval y alifante¡±. Que es, m¨¢s o menos, lo que le ha sucedido al PP. Ha sido tambi¨¦n por orden, de m¨¢s a menos calamitoso, pero en los tres casos con una capacidad devastadora digna de cualquier cat¨¢strofe natural registrada en los Estados Unidos de Am¨¦rica, independientemente de que mande o no alguien como Donald Trump.
Empez¨® todo con el nombramiento de Pablo Casado como sucesor de Mariano Rajoy. Una decisi¨®n que fue tomada democr¨¢ticamente por el partido, pero en la que tuvo mucho que ver Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y en la que se dio un gran protagonismo a FAES, la fundaci¨®n que provee de pensamiento a los populares.
Y Aznar y FAES decidieron que era mucho mejor darle a su partido un repentizador de ideas, de proyectos y de personas, en lugar de alguna buena idea. En el PSOE y en Ciudadanos hab¨ªa miedo, todo hay que decirlo, hasta que Pablo Casado comenz¨® a hablar y a tomar decisiones. Entonces, los estados mayores enemigos respiraron tranquilos. En el PP se hab¨ªa producido un ¡°tirremoto¡± de proporciones b¨ªblicas.
A eso le sigui¨® un nombramiento. El de Adolfo Su¨¢rez como n¨²mero dos. Casi no hay palabras para describir el entusiasmo que provoc¨® en las formaciones rivales. La sabidur¨ªa de Su¨¢rez en lo que se refiere a los neandertales y las leyes neoyorquinas causaron estragos. M¨¢s que si Faemino y Cansado fueran los encargados de esos asuntos. Casado buscaba un soplo de aire freso intelectual, y se encontr¨® con un vendaval.
Faltaba el alifante para que los campos del PP quedaran arrasados, quiz¨¢s por mucho tiempo. Pero Casado encontr¨® con inusitada rapidez el remedio. Una mujer, que pod¨ªa competir por su verbo f¨¢cil, con las m¨¢s avezadas f¨¦minas enroladas en las filas adversarias. Y pronto, muy pronto, empez¨® a lanzar mensajes contundentes sobre abortos ya nacidos o sobre atascos fascinantes en la madrugada madrile?a. Se llama Isabel D¨ªaz Ayuso.Ya hab¨ªan conseguido, con ella, Aznar y Casado su ¡°alifante¡±, imprescindible para rematar la faena, para liquidar el PP.
Las malas lenguas aseguran, sin pruebas, que todo eso ha sido la obra p¨®stuma de Alfredo P¨¦rez Rubalcaba. Yo creo que no. Casado lo ha dicho: la campa?a fue correcta.
?Despu¨¦s de ¡°alifante¡± puede haber algo?
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